domingo, 1 de febrero de 2015

En Ayotzinapa gobierna una tradición

Víctor Cardona Galindo

A raíz de los últimos acontecimientos del caso Ayotzinapa, se dio a conocer una información absurda. La PGR filtró que según las declaraciones del jefe de sicarios del cartel Guerreros Unidos, Felipe Rodríguez Salgado, El Cepillo o El Terco, un jefe de los Rojos pagó a director de la Normal José Luis Hernández Rivera para enviara a los estudiantes el 26 de septiembre a Iguala. Nada más ajeno a la realidad.
En la Normal rural de Ayotzinapa quien rige es la Federación de Estudiantes Campesinos Socialista de México (FECSM), existe una especie de autogobierno estudiantil donde el Comité Ejecutivo, el Comité de Orientación Política e Ideológica (COPI) y el Comité de Lucha juegan un papel importantísimo y son los órganos donde descansa la actividad político-estudiantil, el director no tiene nada que hacer en las acciones estudiantiles. Ahí gobierna una tradición de lucha y hay quienes se atreven a decir que el director solamente es una figura decorativa.

El Comité Ejecutivo Estudiantil juega un papel de primera importancia en la vida de la comunidad normalista, que puede afirmarse que el ritmo de la institución y el movimiento político de la escuela depende de lo que haga esa instancia. Las mejoras materiales en la Normal dependen más de la presión política del Comité Estudiantil, ante las autoridades educativas y del gobierno estatal, que de la gestión que hace la dirección.
El Comité Ejecutivo Estudiantil es elegido al inicio de cada año escolar, entre septiembre y octubre y su práctica política se ajusta a lo señalado en los “Estatutos de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México” mismos que durante décadas no ha sufrido modificación.
Estatutariamente, el Comité de Orientación Política e Ideológica (C.O.P.I.) tiene la función de capacitar intelectual, política e ideológicamente, a todos los miembros de la población normalista, elaborar los periódicos murales, volantes informativos y revistas. También tiene a su cargo la organización de círculos de estudio donde los alumnos adquieren la formación política necesaria.
El COPI asume su papel desde principios del año escolar  reúne a los alumnos de nuevo ingreso para ponerles “las cartas sobre la mesa”. Les dice, entre otras cosas, que la comunidad normalista rural se rige por los estatutos de la FECSM. También, que la escuela a la que han ingresado es exclusiva para los hijos de familias de bajos recursos económicos, que es una conquista de la Revolución Mexicana que garantiza espacios de educación para los sectores populares y que todos están obligados a luchar. Esta ideología es la que sostiene, impulsa, dignifica y justifica la acción política de los normalistas, que cada año tienen que marchar en defensa de la escuela.
También estatutariamente, el Comité de Lucha es el responsable de la dirección política de los movimientos estudiantiles, pero en la práctica, tal papel se lo adjudica el Comité Ejecutivo, quien está en comunicación permanente con su base y decide las acciones que han de ser emprendidas. El Comité de Lucha, no obstante, tiene una participación muy activa en el control de la disciplina durante los movimientos. Para cumplir eficazmente esta función, nombra a dos o tres elementos de cada grupo escolar como auxiliares suyos para controlar la participación individual de todos los miembros de la comunidad en cada una de las comisiones encomendadas: bloqueo de carreteras, vigilancia, reparto de volantes, “pintas” y retención de autobuses. También, en cada una de las marchas, es quien organiza la autodefensa, con grupos de alumnos que son designados para cubrir el frente, la retaguardia y los costados de la base movilizada a fin de garantizar el orden de la misma y la no intromisión de personas extrañas. Cuando es reportada la existencia de problemas políticos en otras escuelas normales rurales, es este órgano estudiantil el encargado de instrumentar las brigadas de apoyo, es decir los contingentes que se desplazarán hasta esos centros para apoyarlos con su presencia y experiencia. Al mismo tiempo, es el Comité de Lucha el responsable de organizar los apoyos solidarios para todas aquellas agrupaciones sociales que participan de su misma ideología, como: sindicatos democráticos, partidos de oposición, organizaciones independientes de colonos y últimamente la policía comunitaria.
La mayor parte de las veces los movimientos políticos se deciden en asamblea general. Todos los alumnos, sin excepción, durante un movimiento político, participan en el cumplimiento de alguna comisión: unos montan guardia en la puerta de entrada a la Escuela Normal; otros, mientras tanto, realizan marchas, bloquean calles y carreteras, hacen plantones, retienen vehículos, pegan desplegados, elaboran y reparten volantes, realizan “pintas”, toman instalaciones públicas, participan en mítines y llevan alimentos a sus compañeros que los necesitan.
La fuerza política de la comunidad normalista, en caso de movimiento reside en el carácter vertical de la toma de decisiones; radica en el hecho de no permitir que se generen, al seno de una asamblea general o al mismo interior de los grupos de clases, opiniones divergentes en torno de lo que tiene que hacerse. Los portadores de esta información, avalada por el Comité Ejecutivo, son los jefes de grupo, los cuales en los movimientos estudiantiles juegan un papel importante en el control de la participación de los miembros del grupo que representan. El director de la escuela en nada participa.
Para entender el caso Ayotzinapa los invito a leer el libro de Raúl Mejía Cazapa El Normalismo Estudiantil Rural. Una Recuperación de lo vivido Cotidianamente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario