Mujeres de Atoyac

Víctor Cardona Galindo

En Atoyac las mujeres han destacado en diversas áreas de la vida, hay escritoras, académicas, políticas, luchadoras sociales, guerrilleras y ejidatarias. Hemos tenido dos presidentas municipales, cuando hay municipios que a lo largo de su vida no han tenido ninguna. Hay mujeres que sobresalen en la música, el periodismo y el magisterio. Han demostrado que son valientes y que el lugar que tienen se lo han ganado con dignidad.
En noviembre de 1992, Justina Reynada Benítez, Rosario Dionicio León, Reyna Alcocer Navarrete y Juana Rivas González, fundaron el Colectivo de Mujeres Campesinas de la Costa Grande (Comucan) con presencia en 16 comunidades, donde han realizado gestión de proyectos productivos y de servicios, capacitación sobre equidad de género, salud reproductiva y medicina alternativa. Este grupo es pionero en organizar a las mujeres en la región.
Hoy aquí mencionamos algunas de las mujeres que han puesto en alto el nombre de Atoyac, a lo largo de la historia y en estos días estaremos festejando el Día Internacional de la Mujer que fue ayer.
Benita Galeana Lacunza, nació el 10 de septiembre de 1903, en San Jerónimo el Grande, municipio de Atoyac, recordemos que el municipio de Benito Juárez se constituyó hasta los años 30. Benita Galeana forma parte de la generación que luchó por legarnos un país democrático, enfrentando el autoritarismo de un partido de estado. En una breve estadía en Acapulco se vinculó a los movimientos de los hermanos Escudero y María de la O, ya viviendo en la ciudad de México se relacionó con el Partido Comunista Mexicano a cuya lucha entregó su vida, estuvo prisionera 58 veces, sin embargo nunca se amedrentó y siguió en su lucha siempre del lado de las causas del pueblo y de la mujeres.
Elizabeth Flores Reynada, fue luchadora social en la época cardenista. Fundó una organización de mujeres campesinas. Además que durante muchos años cuidó celosamente el lugar donde el ejército sepultó el cadáver de Lucio Cabañas Barrientos en el panteón municipal. De hecho fue la primera mujer que participó en la política en nuestro municipio, al encabezar un comité de mujeres campesinas que exigían el reparto de tierras y a raíz de la muerte de su hermano David Flores Reynada, ella continúo con la lucha para democratizar el municipio y en apoyo a los obreros de la fábrica del Ticuí. Elizabeth Flores Reynada es contemporánea de la tecpaneca María de la O, ambas fueron dirigentes socialistas. Murió el 16 de octubre de 1978, atropellada por un camión de volteo. La señora Elizabeth Flores Reynada donó los terrenos para que se fundara la comunidad de Los Tres Pasos, que eran potreros propiedad de su padre, Espirión Flores.
Elizabeth Maya Paco, fue presidenta municipal interina y la primera mujer que se eligió como presidenta en el Club de Leones en toda la república. Elizabeth rompió la regla no escrita de que todos los presidentes de ese club eran hombres. Fue presidenta del DIF municipal, cuando su esposo Javier Galeana ocupó la alcaldía. Ha sido Secretaria de Desarrollo Social del municipio. Ha sido una destacada militante del Partido Revolucionario Institucional, donde ocupó diversos cargos en la estructura política.
Fidelina Téllez Méndez, nació el 24 de abril de 1929 en Atoyac y falleció en la ciudad de México el 8 de mayo del 2007. Estudió la primaria en la escuela “Real”, hoy “Juan Álvarez”.
Realizó estudios de contador privado en el colegio Carrillo Cárdenas de Chilapa Guerrero. Fue una de las primeras mujeres que trabajó en el Banco del Sur.  Fue colaboradora de “La página de Atoyac” del periódico El Sol de Acapulco. Doña Fide, como le decíamos de cariño, escribió además la biografía de su padre Rosendo Téllez Blanco, en el libro Agua desbocada. La pasión por su pueblo la motivó a escribir diversos sucesos, desde leyendas, anécdotas y crónicas. En sus trabajos dejó clara su preocupación por la ecología y el apego que le tenía a la tierra que la vio nacer.
Guadalupe Galeana Marín, es profesora de educación media y superior en la especialidad de Biología. Aunque nació en Espinalillo municipio de Coyuca de Benítez su actividad profesional y política la ha realizado en Atoyac. Impartió clases durante muchos años en la escuela primaria “Modesto Alarcón” y en la Secundaria Federal Número 14 “Mi patria es primero”, es poetisa y excelente declamadora, ha sido regidora, diputada local y la primera síndica procuradora que ha tenido el municipio de Atoyac.
Miembro del magisterio democrático, coordinó la primera campaña de ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en nuestro municipio, y es fundadora del Partido de la Revolución Democrática, donde desde su nacimiento ha encabezado una de sus expresiones políticas.
Guillermina Cabañas Alvarado, nació el 12 de enero de 1949, fue de las mujeres que abrazaron la causa del Partido de los Pobres y se incorporaron a la guerrilla encabezada por Lucio Cabañas Barrientos. En la guerrilla comenzaron a vivir una nueva vida, pues ahí todos eran iguales y tanto hombres como mujeres tenían las mismas tareas, no había distinción de sexo. Guillermina Cabañas ha difundido en diversos foros la experiencia que vivió en la guerrilla. Ha sido testiga clave para reconstruir esa etapa histórica de nuestro municipio, por ello ha sido protagonista de diversos documentales y su testimonio ha sido publicado en diversos libros y revistas.
Herminia Gómez Loranca, fue directora de la escuela de niñas, antes de que se fusionara con la de niños para crear la escuela primaria “Juan Álvarez”. Formó muchas generaciones de atoyaquenses, en agradecimiento a su labor las autoridades impusieron su nombre a una escuela primaria, que se llama “Herminia L. Gómez”.
Nació el 23 de junio de 1871, fue hija de Cayetano Gómez y de María de Jesús Loranca. Según Wilfrido Fierro hizo sus estudios en la ciudad de Chilapa, en un colegio católico, graduándose como maestra. Fue educadora en escuelas primarias de Atoyac, San Jerónimo y Tecpan. Falleció en 1926.
Hilda Flores Solís, nació el 3 de diciembre de 1933, hija del líder socialista David Flores Reynada y de Concepción Solís Jiménez. Estudió la primaria en la escuela “Juan Álvarez” (“Escuela Real”) hasta segundo año, luego pasó al colegio América en Acapulco en donde estuvo internada gracias a una beca que pagaba la cooperativa de la fábrica de hilados y tejidos del Ticuí, que llevaba el nombre de su padre, dirigida por Enedino Ríos Radilla y Rómulo Alvarado.
Su labor docente la inició a la edad de 13 años como maestra municipal, en la escuela “Juan Álvarez”, su pago era de 12 pesos, allá por el año 1947.
Hilda Flores cuando fue funcionara en el gobierno
de María de la Luz 1993-1996.

Por sus ganas de saber, siguió estudiando por su cuenta y en los meses de julio y agosto asistía a los cursos de la Escuela Normal de la Universidad Autónoma de Guerrero, en donde hizo la secundaria y estudió parte de la Normal.
Por intervención del líder magisterial Othón Salazar Ramírez llegó a estudiar en la Escuela Nacional de Maestros y al mismo tiempo era secretaria del Movimiento Revolucionario del Magisterio y trabajaba haciendo documentos para el público en la calle de Donceles en la ciudad de México.
Su participación en el Movimiento Revolucionario del Magisterio la llevó a cultivar amistad con luchadores sociales de la talla de Gilberto Rincón Gallardo y a conocer el frío de la ciudad de México cuando llevaba comida al plantón de maestros y se quedaba a dormir en el suelo en improvisadas camas de cartón.
Cuando regresó a Atoyac trabajó de nuevo en la escuela “Juan Álvarez” y se incorporó al movimiento local de revolucionarios reformadores que querían mayores oportunidades para los de su tierra. Fue en la casa de la maestra Hilda Flores donde comenzaron a reunirse los iniciadores de un gran movimiento cívico y después revolucionario. Entre ellos: Lucio Cabañas, Serafín Núñez Ramos, Francisco Estrella, Armando Bello Pérez, Telésforo Ramírez Castro, Octaviano Santiago Dionisio y Dagoberto Ríos Armenta.
Hilda Flores Solís participó en el movimiento cívico que provocó la caída del gobernador Raúl Caballero Aburto, en la formación de la Central Campesina Independiente, en el Movimiento Revolucionario del Magisterio, apoyó de manera decidida la formación de la colonia Mártires del 60 y encabezó cuanta lucha justa enarbolara el pueblo de Atoyac. Con Lucio Cabañas participó en el Frente Electoral del Pueblo que lanzó para presidente de la república a Ramón Danzós Palomino. Los dirigentes nacionales del Partido Comunista llegaban a su casa, en donde se realizaban las reuniones.
Eso llevó a despertar la ira de las oligarquías que gobernaban en ese tiempo. Tanto que el día primero de mayo de 1972 fue detenida y secuestrada por 13 judiciales, quienes se la llevaron de forma violenta a las 7:15 de la mañana, cuando ella se estaba preparando para dar clases.
Desde que la sacaron de su casa, Hilda Flores fue torturada, la vendaron y en el lugar conocido como “La Trozadura” la obligaron a caminar descalza sobre un lugar lleno de espinas. Luego fue torturada sicológicamente en la base naval y atrás del fuerte de San Diego.
A Hilda Flores durante su cautiverio en la base naval la sacaron en una lancha y le dieron un paseo por el mar, y así como estaba vendada de los ojos la agarraban de los pies y manos como si fueran aventarla al agua. También la amenazaron con subirla a un helicóptero y lanzarla al mar. Le exigían declararse culpable de ser cómplice del guerrillero Lucio Cabañas de lo contrario su hijo David, en ese entonces, de 2 años iba a pagar las consecuencias.
Hilda Flores siempre ha sido clara en decir que su participación con Lucio Cabañas fue en la lucha cívica y después de que se fue a la guerrilla se perdió el contacto.
La maestra Hilda Flores Solís estuvo recluida en la penitenciaría de Chilpancingo, un año nueve meses con 17 días, de donde salió el 17 de diciembre de 1974, a los pocos días que Lucio Cabañas Barrientos muriera en El Otatal, en combate con el ejército.
Ni las torturas ni el cautiverio amedrentaron a la siempre luchadora Hilda Flores Solís y después de salir de la cárcel participó como candidata a diputada local y a síndica. Su última hazaña es la de haber participado en la fundación del Partido de la Revolución Democrática. En su honor el Ayuntamiento de Atoyac ha instituído la presea Hilda Flores Solís que fue recibida la primera vez por ella misma, luego la han recibido María de la Luz Núñez Ramos, Tita Radilla Martínez, Judith Solís Téllez y Kopani Rojas Ríos.
Genara Reséndiz Gómez o Genara Reséndiz De Serafín, conocida como la profesora Genarita, nació un 19 de septiembre de 1910 en Atoyac de Álvarez Guerrero, terminó sus estudios magisteriales en el ciclo 1928-1929, fundó la escuela primaria “Modesto Alarcón” en el año de 1951 de la cual fue la primera directora, estuvo más de 10 años en ese cargo.
Impartió clases de inglés en la naciente secundaria que funcionó en las instalaciones de la escuela “Modesto Alarcón” en los años sesentas. Murió en Acapulco un 22 de abril de 1985. Fue formadora de generaciones. Algunos todavía la recuerdan imponiendo disciplina en el salón de clases. La maestra Genarita fue la primera regidora mujer que tuvo el municipio de Atoyac, después de haberse instituido el voto femenino.
Judith Solís Téllez, es profesora-investigadora de la Unidad Académica de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero. Estudió y se graduó como doctora en el Departamento de Antropología en la UAM-Iztapalapa, donde antes había concluido la Licenciatura en Letras Hispánicas. Ha sido becaria del Centro Mexicano de Escritores (“Beca Salvador Novo” de cuento 1988-1989), del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en novela (2000-2001) y del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (FOECA, 2004 y 2007). Ha publicado Alas (UAM-I, 1989) y Arboleando (Fondo Editorial Tierra Adentro 239, 2001 [1998]), ambos de narrativa. Así como el ensayo La zoología poética de Jorge Luis Borges en el 2005. Judith Solís Téllez es, quizá, la única que rompe con el esquema de los demás escritores atoyaquenses de escribir solamente sobre su tierra, sus trabajos versan sobre temas diversos. Ha escrito minificciones, cuentos y ensayos del género fantástico; su tesis doctoral la hizo sobre el pueblo negro de San Nicolás Tolentino, municipio de Cuajinicuilapa. Aunque también escribió las Memorias de la escuela preparatoria No. 22 de Atoyac de Álvarez, Gro. 1976-1996, que se fundó en el periodo de la Guerra Sucia. Tiene inéditos dos libros: una novela cuyos acontecimientos se desarrollan en el siglo pasado en esta región, además de Atoyaquenses, crónicas y narraciones sobre personajes de Atoyac y acontecimientos importantes.
Ha participado en los libros colectivos: I Simposium Internacional sobre Etnicidad y Pobreza. Memorias (UAG/Universidad de California Campus Santa Bárbara, 2000) Poetas y narradores en la selva cafetalera (2001), Antología de letras y dramaturgia, Jóvenes Creadores (2000-2001), Ciencias sociales y humanas desde el sur. Una lectura desde el sur de México (2005), Los Mil y un insomnios. Antología de cuento Breve, Instituto Toluqueño de la Cultura, 2006 y Ensayos literarios. Primer seminario de titulación (2009). Ha publicado en las revistas: El Cuento, Topodrilo, Tierra Adentro, Escritos. Literatura Fantástica. Revista de Ciencias del Lenguaje, enero-junio de 2000 (Universidad Autónoma de Puebla) y en Cronos. Lo que el tiempo no disuelve (2006, 2007, 2008)
María De La Luz Núñez Ramos, miembro de las Juventudes Comunistas, fue la primera presidenta municipal de Atoyac, ganó las elecciones el 2 de octubre de 1993, por el PRD; ha sido diputada local y federal, precandidata a gobernadora y ha sido ponente en diferentes foros sobre derecho municipal, donde ha promovido el federalismo democrático. Autora de libros como Palabra de Mujer y Palabra de diputada. En el 2009, el Ayuntamiento la galardonó con la presea “Hilda Flores Solís”.
Nació la noche del 19 de febrero del año 1948. Su madre Juana Ramos era maestra y su padre es Fidel Núñez Ávila. Es una mexicana de la generación del 68, fue educada en los valores del humanismo socialista.
Ingresó a la Juventud Comunista Mexicana a los 16 años y pronto fue elegida responsable del Club en Chilpancingo, donde empezó a participar en los eventos nacionales tanto de la JCM como de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos.
Estudió la carrera de historia en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM, completó su formación académica en Madrid acreditando diplomados en archivonomía impartidos por la OEA y por la Universidad Autónoma de Madrid. Participó activamente en el movimiento del 68 desde el Comité de Lucha de Filosofía y Letras. Fue secretaria general del Ayuntamiento de Acapulco y actualmente candidata a gobernadora por Morena en Michoacán donde reside.
Tita Radilla Martínez, nació el 6 de febrero de 1950 en Atoyac, ocupa el quinto lugar de 13 hermanos. Hija de don Rosendo Radilla Pacheco y Victoria Martínez Neri. Estudió la primaria en la escuela “Modesto Alarcón”, de 1957 a 1963.
Fue cofundadora de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos (Afadem) en 1978, con la finalidad de buscar el esclarecimiento de las desapariciones forzadas, juicio y castigo a los responsables de la llamada Guerra Sucia.

Fue regidora de la Participación Social de la Mujer en el periodo de 1993-1996, y es hasta la fecha, vicepresidenta de la Afadem. El 7 de marzo del 2010, el Cabildo Municipal de Atoyac le otorgó la presea “Hilda Flores Solís”, con esto las autoridades municipales reconocieron su labor en defensa de los derechos humanos y en la búsqueda de los desaparecidos políticos.
Andrea Radilla Martínez, nació en el corazón de la ciudad de Atoyac en la calle Emiliano Zapata el 4 de febrero de 1946. Fue la tercera de los 13 hijos de Rosendo Radilla Pacheco y de Victoria Martínez Neri.
Sus primeras letras las aprendió en la escuela “Modesto Alarcón”, cuya construcción fue obra de su padre.
Se le recuerda de niña caminando del poblado de Boca de Arroyo a la ciudad de Atoyac, para entregar la leche que su padre ordeñaba en el pequeño rancho que tenían en esa comunidad. Todavía se le evoca en el cine Álvarez declamando “Los motivos del lobo”, “Garrit”, “La caída de las hojas”; actuando en la comedia infantil “Justicia a la Cigarra” o participando como Reina de la Primavera en sus primeros años de escuela.
En la secundaria se le rememora desfilando montada a caballo el 20 de noviembre, haciendo el papel de La Valentina o estudiando mecanografía en la Academia “July”, a un lado de la Farmacia Guadalupana, en donde se graduó como Secretaria Taquimecanógrafa, oficio que desempeñó durante diez años en la Dirección del Registro Público de la Propiedad del Estado, combinando esta actividad con las del hogar y los estudios. La taquigrafía le permitiría tomar las explicaciones de sus profesores al mismo tiempo que éstos hablaban, lo que le serviría de apuntes. Siempre fue muy estudiosa. Le gustaba tejer, un hábito que aprendió desde niña y que de grande le serviría para tejer, primero, los suéteres de sus cuatro hijos Eneyda, Vladimir, Justino y Lucio Ernesto, así como los de su esposo, y después los de sus nietos. Sabía confeccionar ropa, pues también hizo cursos de corte y confección, de manera que eso le permitió hacerle bonitos vestidos a su única hija; así como las camisas y pantalones a sus hijos. Andrea sabía dibujar a lápiz y le encantaba el campo, se pasaba horas cultivando su jardín. Siempre sostuvo que se descansa cambiando de actividad. Por eso cuando no estaba leyendo, escribiendo, dibujando, cosiendo, tejiendo o en el jardín, se ocupaba de cocinar ricos platillos que toda su familia degustaba, como el mole rojo hecho con todos sus ingredientes o en diciembre el rico bacalao a la vizcaína. Andrea era un estuche de monerías. Así la recuerda su esposo, Justino García Téllez.
Cursó la secundaria en la Federal Número 14, “Mi Patria es primero”. Donde formó parte de las primeras generaciones, ya que terminó en 1964.
Concluyó la preparatoria en 1975 en la Preparatoria número 8, dependiente de la UAG, en Ciudad Altamirano, hasta donde acompañó a Justino cuando fue nombrado director de ese centro educativo. Andrea Radilla formó parte de la generación que tuvo que enfrentarse a la reacción para democratizar la UAG.
Los estudios de Licenciatura en Sociología los realizó, también en la Universidad Autónoma de Guerrero. Cuando egresó impartió clases en la Preparatoria 9, en donde años atrás había sido alumna.
Después obtuvo el grado de Maestra en Ciencias Sociales y posteriormente el grado de Maestra en Historia Regional, obteniendo Mención Honorífica en la actual Unidad Académica de Filosofía y Letras, de la cual fue profesora por más de 20 años. Concluyó en el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos (CIDHEM), con sede en la ciudad de Cuernavaca, el 100% de los estudios de Doctorado en Antropología y tenía el 80% de avance de su tesis.
Como docente, conquistó un espacio y obtuvo un estatus: el reconocimiento de sus compañeros de trabajo, pero sobretodo de sus alumnos a quienes trataba como si fueran sus propios hijos, apoyándolos con materiales de estudio, asesorías y hasta con recursos económicos. Publicó los libros: Poderes, Saberes y Sabores. Una historia de resistencia de los cafetaleros de Atoyac, Gro. 1940-1974, UAG, 1998; La Organización y la nuevas estrategias campesinas. El caso de la Coalición de Ejidos de la Costa Grande de Guerrero, 1980-2003, UNORCA-UAG, 2004 y Voces Acalladas. Vidas Truncadas. Perfil biográfico de Rosendo Radilla Pacheco (SEMUJER/UAG, 2008[2002]). Esta obra ha sido pieza fundamental para documentar el primer caso de un desaparecido político mexicano y para lograr el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que encuentra culpable al Estado mexicano por desaparición forzada de personas y le obliga a cumplir toda una serie de exigencias para cambiar sus leyes.
Andrea publicó artículos diversos en revistas locales y nacionales. Participó con ponencias en distintos eventos locales, nacionales e internacionales. Sus líneas de interés siempre giraron alrededor de los temas de la vida cotidiana, cultura y movimientos sociales.
Sin duda todos los textos de Andrea Radilla están cargados de un compromiso social especialmente su libro Voces Acalladas. Vidas Truncadas. Perfil biográfico de Rosendo Radilla Pacheco, representativo de uno de los momentos más dolorosos de la historia de nuestro municipio y de su vida personal, pues, el 25 de agosto de 1974, hace 35 años detuvieron en un retén militar a su padre don Rosendo Radilla Pacheco, de quien nunca más se volvió a saber su paradero.
Conocí a Andrea Radilla Martínez el 18 de mayo del 2002 cuando (junto con Álvaro López Miramontes y Octaviano Santiago Dionicio) vino a presentar su libro Voces Acalladas. Vidas Truncadas. Perfil biográfico de Rosendo Radilla Pacheco.
Andrea fue una atoyaquense distinguida, que se ha ganado su lugar en la historia. Una mujer que fue consecuente con el rumbo que le marcaron los tiempos y que supo enfrentar con valor las adversidades. Su participación trascendente en el movimiento de 1960, en las huelgas y manifestaciones por la defensa de la autonomía y el aumento de subsidio a nuestra Universidad, la Autónoma de Guerrero; en varias ocasiones participó en las marchas que se hicieron hacia la Ciudad de México, en las décadas de los setentas y ochentas, o apoyando desde su trinchera los movimientos de Lucio Cabañas Barrientos, Genaro Vázquez Rojas y Carmelo Cortés Castro.
Atoyac guarda muchos recuerdos de Andrea Radilla: en los inicios de la lucha por la presentación de los desaparecidos políticos o entrevistando a los productores de café para reconstruir la historia de la lucha campesina de los últimos tiempos. Visitando varios pueblos de la sierra cafetalera, entre los que se pueden mencionar a San Juan de las Flores, El Rincón de las Parotas, San Andrés de la Cruz, San Francisco del Tibor, San Vicente de Benitez, San Vicente de Jesús, su pueblo preferido, pues ahí tenían huertas su padre y su abuela Natividad. Platicaba con personas de avanzada edad, que son los que guardan la memoria de nuestro pueblo. Le gustaba comer con los campesinos, las tortillas con frijol y un chile reventado.
Quienes la conocieron la definen como una persona muy humana, amable, inteligente y dedicada a su familia y a su trabajo, pero que además se preocupaba por la situación de los campesinos.
Le gustaba ayudar a la gente; en su casa, junto con Justino, cobijó a muchos estudiantes de escasos recursos. Para dar testimonio están Celso Villa García, Marcos Téllez Ramírez y Pedro Delfino Arzeta García, hoy profesionistas.
Sus tres libros tratan de Atoyac: sobre la evolución de la lucha campesina. Su obra es de compromiso social. La lucha que, su padre, don Rosendo Radilla Pacheco dio para mejorar las condiciones de vida de los campesinos, Andrea Radilla la siguió por medio de las letras, rescatando la memoria de esa lucha, que falta aún mucho para que termine.

Andrea descendía de familia humilde, pero con un alto sentido de responsabilidad social. La desaparición de su padre no la doblegó, fortaleció su participación sobre todo en la lucha por la democratización de la Universidad, a la que dio su vida.
Kopani Rojas Ríos, nació el 12 de agosto de 1981. Desde muy temprana edad inició su gusto por las diversas áreas de las artes. A los 10 años obtuvo el primer lugar en dibujo en el certamen “Jornada del niño por la paz y el desarrollo”. Hecho que la impulsó para incursionar en la pintura y en las diferentes técnicas de dibujo, que reforzaría tomando cursos de artes plásticas en la Pinacoteca de la UAG, en Chilpancingo.
Indagando en las letras, a los 15 años logró también primeros lugares en composición poética. Pero definitivamente su pasión por la música la llevó a dedicarse a ella de lleno a sus 17 años, cuando se convierte en gestora de la rondalla Alegre Juventud de la Preparatoria número 22; meses más tarde lograría tener su primer contacto con la Filarmónica de Acapulco y su director Eduardo  G. Álvarez, quien en 1998 logra la Escuela Estatal de Música “Margarito Damián Vargas”, siendo Kopani de las pioneras en este proyecto. Pronto se colocó como la primera voz del coro monumental de esta institución, alternando sus estudios musicales con su participación en diversas agrupaciones como Arica, Grupo de Música Latinoamericana, Obra Negra, grupo de Rock Alternativo donde destacó como arreglista y el coro de la Preparatoria número. 9 de la UAG Juventud 2000, el cual logró presentar en Taxco a través de la Secretaría de la Juventud.
En diciembre del 2000 en coordinación con la Iglesia de Santa María de la Asunción de Atoyac logró la presentación del coro monumental de la Escuela de Música, en las instalaciones de la parroquia.
En el mes de abril del 2002, en coordinación con el Instituto Guerrerense de la Cultura se presentó en la sala de los Gobernadores presentando su material de Trova.
Buscando nuevos retos se integró como violinista de la Orquesta Sinfónica Juvenil “Miguel Hidalgo”.
Un año después regresó al puerto de Acapulco, en donde durante 2 años se preparó intensamente bajo la instrucción de Narine Grigorian en el área de ópera y con diversos maestros de la filarmónica.
En mayo del 2004 inició el proyecto Ensamble Folklórico de Atoyac, pero es hasta febrero del 2005 donde comienza el auge de esta agrupación que sin duda alguna ha sido su mayor logro, ya que como directora de esta agrupación realizó diversos proyectos tales como 12 encuentros comunitarios en los diversos poblados circunvecinos de la cabecera municipal de Atoyac y partes de la sierra, así como también intercambios culturales en diversos lugares del estado como: Iguala, Teloloapan, Huitzuco, Acapulco, Chilpancingo, Tecpan, San Jerónimo, Zihuatanejo y Coyuca, por mencionar algunos. Donde se llevó la promoción
de nuestro café, artesanías, productos de miel; así como la difusión de la danza del Cortés, quedando como muestra de su labor su primer material discográfico Ensamble Folklórico Atoyac, patrocinado por el grupo promotor de la Guelaguetza Oaxaca; fiesta arte y tradición.
Como solista ha tenido participación en diferentes foros del estado y ha recorrido los estados de Jalisco, Colima, Morelos y el D.F. En Celaya Guanajuato ingresó al Conservatorio de Música.
Ha sido miembro de jurados calificadores de diferentes eventos de música y canto dentro del estado y ha trabajado en coordinación con diversas instituciones en pro del acervo cultural. Incursionó como conductora de un canal televisivo y como reportera, mostrando las diversidades de las zonas arqueológicas y las riquezas naturales de nuestro estado.
Actualmente es abogada y, en coordinación con el Centro Cultural Atoyac, editó su segundo material discográfico Canto criollo. Luego con el apoyo del gobierno del estado Zamba Mulata.
Dora Luz Carrillo Ríos, nació en Atoyac el 21 de mayo de 1949, es Socióloga y Maestra en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma de Guerrero. Ha dedicado su vida a la formación de profesores en las normales “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, en la “Rafael Ramírez” y en el Centro de Actualización del Magisterio. Ha sido maestra invitada en la Maestría de Ciencias de la Educación de la UAG. Es coautora de las siguientes obras: Rafael Ramírez y la Escuela Rural Mexicana; del libro de texto para tercer grado de educación primaria Guerrero. Historia y Geografía.
También ha escrito diversos artículos para revistas pedagógicas y participó en el libro Mujeres que saben latín, la investigación de género en Guerrero ( 2002), mismo que fue editado por la Universidad Autónoma de Guerrero. Recientemente publicó los libros Practicas y saberes cotidianos de las telesecundarias y Los Profesores también… cuentan. Experiencias académicas del trabajo docente, ambos en coautoría con Delfino Villalba Beltrán.



3 comentarios:

  1. Falto doña paulina rosas Gomez . Es una de las parteras importantes en esta comunidad

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  2. Falto doña paulina rosas Gomez . Es una de las parteras importantes en esta comunidad

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