Víctor Cardona Galindo
Héctor
Astudillo Flores ya es prácticamente el candidato del PRI a la gubernatura. Es
lo que admiro de los priistas, su capacidad de asumir las disposiciones del
Centro y sin chistar. Como dicen: “Hacer política es comer mierda a paladas sin
hacer gestos” o sea “aguantar la vara”. Esa unidad es la que hace del PRI un
partido poderoso.
Aunque
a partir de esta decisión haya muchos damnificados políticos. Muchos que ya se
veían en grandes puestos ahora se les han caído sus sueños.
Aquellos
que se rasgaban las vestiduras por Mario Moreno Arcos y por Cuauhtémoc Salgado
se quedaron chiflando en la loma, habrá que retirar las lonas de promoción del
chilpancinguense y las imágenes del último emperador azteca que promovían al
calentano, que fue el único que se inconformó recordando la derrota de
Astudillo en el 2005.
Lo
chistoso es que en la región nadie promovía la precandidatura de Héctor Astudillo. No hay hombre fuerte porque
Astudillo se dice: “no tiene grupo” y su estructura es endeble. En los
corrillos se le cuestiona que perdió las elecciones ante Zeferino Torreblanca y
que nunca ha terminado los cargos que ha ostentado. Siempre los usa como
trampolín para proyectarse a otro. Para muchos Astudillo es un político gris y
sin carisma. Otros dicen que el PRI eligió al menos peor. Pero en fin, pronto
será el candidato oficial.
Sin
duda el candidato más fuerte era Mario Moreno Arcos, pero los acontecimientos
de Iguala marcaron un cambio de mentalidad entre los grandes electores del PRI.
Se dice que Moreno es de un pueblito de la sierra donde su principal actividad
es la siembra de maíz bola y el tricolor necesitaba un candidato que estuviera
lejos de estos menesteres, sin un asomo de relacionarlo con el crimen
organizado, “porque Astudillo es gris si tú quieres, pero es el más limpio.
Nadie puede decir que tiene hermanos incomodos y amigos de dudosa procedencia”.
Para
todos fue claro que a raíz del atentado a Pioquinto Damián Huato donde murió su
nuera los bonos de Mario Moreno se vinieron abajo. Fueron muchas las
especulaciones que se tejieron en torno al caso. Y de Manuel Añorve, que perdió
ante Ángel Aguirre, pues también se dicen muchas cosas de sus relaciones,
aunque eso no es nada con el hecho de que dejó a Acapulco en bancarrota y eso
podrían cobrárselo en la ciudad más poblada del estado.
Sin
los acontecimientos de Iguala, seguramente habrían postulado a Mario Moreno o a
Manuel Añorve. Por eso podemos decir que ahora tenemos un candidato de las
circunstancias. La situación que se vive en Guerrero influyó en la decisión de
los electores del Centro.
Hay
quienes dicen que lo que pasa en Guerrero es parte de una estrategia electoral.
Que el PRI viene con todo y que después de 10 años quiere recuperar el
gobierno. Aunque viendo el candidato pusieron, comienzo a dudar que realmente haya una estrategia del
Centro. Astudillo no es un candidato para ganar.
Aunque
también pudieran favorecerlos las circunstancia. Porque en la izquierda las
cosas se pintan complicadas. Ayer en el periódico El Universal se publicaron unas fotos de cuando José Luis Abarca y
su esposa estuvieron en la fiesta de quince años de una hija de Sofío Ramírez
quien había negado conocerlo. Muchos le estaban sumando sus canicas a Ramírez ante
el punteó que tuvo Beatriz Mojica en las encuestas. Pero luego en la tarde por
las redes sociales circularon unas fotos donde Beatriz Mojica está entregando
apoyos en compañía de Abarca o sea que los golpes bajos están a la orden del
día en el PRD. Pero también se manda un mensaje: en la izquierda nadie se salva
del beso maldito de los Abarca. Hay quien dice que Iguala es la tumba de la
izquierda, hay quienes hacen “changuitos” para que el PRD también quede
enterrado en una narcofosa de Iguala y que nadie lo encuentre, pero después de
ver el candidato del PRI creo que se van a quedar con las ganas.
Aunque
Sofío Ramírez desde mi óptica es un candidato para perder con facilidad,
Beatriz Mojica es una candidata para dar la pelea, más por ser mujer vendría a
revivir el orgullo de género, porque ya es hora que a Guerrero lo gobierne una
mujer. Hace unos días mil mujeres luchadoras y luchonas le manifestaron su
apoyo. Entonces si la izquierda quiere gobernar Guerrero más valdría que Luis Walton
le sumara sus canicas a Beatriz Mojica para que se una poderosa candidata
ganadora. Eso parece remoto, así que ahora también Astudillo podría ser el
gobernador de las circunstancias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario