Víctor Cardona Galindo
El
gobernador Rogelio Ortega Martínez ha venido diciendo que “no se debe renunciar
al derecho de votar en la próxima elección, para premiar o castigar a los
políticos”, y pide “vigilar con lupa a
los candidatos para no repetir una situación como la de Iguala”. Ese fue uno de
los ejes de su discurso en el recorrido que realizó por San Jerónimo y Tecpan, dos
municipios del distrito 10, acompañado por Ricardo Ángel Barrientos diputado
por esa demarcación y que aspira llegar a la legislatura federal por el 03 con
el PRD.
El
gobernador está empeñado que las elecciones se realicen bien, incluso el 16 de
enero cuando estuvo en El Paraíso pidió a los presentes alzaran la mano y se
pusieran de pie, todos aquellos que estuvieran a favor de las elecciones. La
mayoría se levantó y respaldó su postura.
Contrario
a lo que viene promoviendo el gobernador, hay una tendencia radical que, a raíz
de los hechos de Iguala, está pidiendo la suspensión de las elecciones. Bajo el
argumento que si hay elecciones se estaría votando por la narcopolítica. La
línea es que, mientras no aparezcan los 43 normalistas desaparecidos no se vote
en Guerrero. Algunos apuestan a que las elecciones se vendrán abajo. Por mi
parte considero que es difícil evitarlas, por eso el movimiento social que pide
la presentación con vida de los normalistas debe apresurar el paso, porque
tiene hasta marzo para resolver sus demandas satisfactoriamente. De ahí en
adelante todo será campaña y nadie escuchará los reclamos. Muchos de los grupos
que participan en estas manifestaciones no escapan a los intereses electorales.
Después de marzo, los grupos que le apuesten a una mayor radicalización, se
perderán entre todas las voces.
Es
por eso que los líderes del movimiento tienen que plantearse una estrategia
inteligente para resolver la exigencia de aquí a marzo. Una estrategia que
evite los actos incendiarios que algunas facciones han venido haciendo, porque
eso en lugar de sumar aleja a la gente. Tumbar las elecciones me parece una
posibilidad remota.
Para
empezar todos los partidos, incluyendo Morena, que pudiera ser el más cercano
al movimiento social está preparando las elecciones, ya tiene su candidato a
gobernador que es Almicar Sandoval, nieto del luchador social Pablo Sandoval
Ramírez. Todos los demás ni se diga, ya están en plena precampaña.
La
precampaña de aspirantes a diputados federales comenzó el 10 de enero y el
registro ante los Consejos Distritales Electorales será del 22 al 29 de febrero
y la campaña formal del 30 de marzo al 30 de mayo y el 7 de junio son las
elecciones. En el caso de Morena los precandidatos son los llamados promotores
de la soberanía nacional, en el distrito 03 es Loevigilda Chávez Hernández.
En
el caso de Atoyac en marzo se oficializará la candidatura de Morena a la
presidencia municipal donde desde hace tiempo el candidato es Orlando Santiago
Garibo. Algunos le apuestas, a cuando menos, obtener dos regidurías que al
parecer se van a rifar entre los militantes.
Por
su parte el PRD el 31 de enero tendrá Consejo Electivo para sacar gobernador,
donde concursan: Sebastián de la Rosa, Beatriz Mojica, Sofío Ramírez y Víctor
Aguirre Alcaide. Pero muchos esperan que dicho consejo se pronuncie por un
candidato externo y las baterías se apuntan hacia Luis Walton Aburto.
Otro
de los aspectos por los que considero que las elecciones están garantizadas, es
que se instalarán en Guerrero 4 mil 905 casillas y para que una elección se
caiga tienen que evitar que instalen el 20 por ciento. Quiere decir que
tendrían que multiplicar su fuerza política y llamar a más gente que se
organice en torno a sus demandas, que con acciones radicales no lograran,
porque la mayoría de la gente le teme a la confrontación violenta.
Pero
además hasta ahora, la fuerza del movimiento no ha logrado tomar todos los
Ayuntamientos como se lo había propuesto. Por ejemplo en Atoyac la toma es
simbólica, no hay ninguna persona haciendo guardia. Más bien, el presidente
municipal Ediberto Tabares Cisneros no lo abre por un acto de buena voluntad, a
pesar de que a su interior hay documentación importante del registro civil y el
DIF está funcionando en una casa particular.
Otra
situación, si hacemos un mapeo de donde se han llevado a cabo las acciones de
protesta más radicales, podemos concluir que el movimiento está focalizado en
el triangulo Chilpancingo-Iguala-Tlapa. Y los blancos principales de éstas
protestas han sido los edificios públicos y las casetas de cobro de Palo Blanco
y La Venta lo que permitirá a las fuerzas represivas neutralizar con eficacia
las protestas. Éste lunes los federales ya comenzaron blindando las casetas.
Además
que se prepara una operación especial para Chilapa y la región de la Montaña para
garantizar el desarrollo del proceso electoral, en ese operativo participará la
Marina, El Ejército y la Policía del Estado. Para esto ya hay mil 300 policías
federales que llegaron el miércoles 21 de enero y que se encuentran
concentrados en la aeropista de Chilpancingo y un buen número militares
arribaron a las instalaciones de la 35 zona militar el 25 de enero, según
informaron medios de la capital.
Esperemos
que toda ésta fuerza no se utilice para desalojar el plantón de los maestros que
se encuentra en el Zócalo de la capital desde el 8 de octubre de 2014. Se ha
dicho que hay órdenes de aprehensión para 33 miembros de la CETEG por acciones
de protesta que no se han ejercido del 2008 a la fecha y pretenden ejecutarlas.
Esperemos que los líderes del movimiento social en Guerrero retomen una
estrategia inteligente, el gobierno se quede con ganas de reprimirlos y todos
ejerzamos el derecho a votar.
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