Víctor Cardona Galindo
El
23 de septiembre de 1965, el Grupo Popular Guerrillero (GPG) comandando por
Arturo Gámiz atacó el cuartel militar de Madera Chihuahua, en una acción que
duró alrededor de tres horas, ocho guerrilleros y siete militares murieron.
El grupo del asalto estaba
encabezado por el médico Pablo Gómez Ramírez y el profesor normalista Arturo
Gámiz García, con ellos iban: Salomón Gaytán campesino; Rafael Martínez
Valdivia, profesor en Basúchil; Miguel
Quiñónez Pedroza, maestro normalista rural, egresado de Salaices y director de
la Escuela Rural Federal en Ariseáchic; Oscar Sandoval estudiante, alumno de la
Escuela Normal del Estado en Chihuahua, hasta noviembre de 1964; Emilio Gámiz
García, estudiante y hermano de Arturo; y Antonio Scobell Gaytán. Los ocho mencionados
murieron durante el enfrentamiento, el resto del grupo, cuatro o seis, logró
escapar, dos iban heridos.
La
madrugada de ese 23 de septiembre, los integrantes del comando tomaron sus
posiciones y rodearon por diversos flancos el cuartel. Al grito de “¡Ríndanse,
están rodeados!”, abrieron fuego. El efecto del ataque sorpresivo inclinó la
balanza a favor de los guerrilleros. Los soldados que sumaban 125, se vieron
copados por el fuego cruzado, en el momento, que desarmados, se preparaban a
tomar sus alimentos. De inmediato cayeron cinco soldados muertos y 11 quedaron heridos. La tropa reaccionó y en la
contraofensiva cayeron los jefes de la primera guerrilla socialista del país,
Arturo Gámiz, Pablo Gómez y Salomón Gaytán.
Los
líderes murieron al momento que la luz de una locomotora del ferrocarril delató
su posición y fueron atacados desde la retaguardia por una patrulla militar que
se encontraba afuera del cuartel. El campo raso que tenían a sus espaldas les
hizo difícil la retirada hacia la montaña.
El
asalto comenzó entre las cinco y las seis de la mañana del 23 de septiembre de
1965, y duro alrededor de tres horas. Tres civiles que no pertenecían a los
atacantes resultaron heridos, fueron alcanzados accidentalmente por las balas pues
se encontraban cerca del lugar donde se desarrollaba el tiroteo. Dos días
después del asalto fallecieron un militar y el civil Armando Aguilar cuando
eran atendidos en el hospital.
El
saldo del enfrentamiento fue de ocho guerrilleros muertos y de los que se sabe
cuatro lograron evadir el cerco y se refugiaron en la sierra, dos de los cuales
iban heridos. Se reconocieron los cuerpos de: Arturo Gámiz, Pablo Gómez,
Salomón Gaytán, Rafael Martínez Valdivia, Miguel Quiñonez, Emilio Gámiz y
Antonio Scobell Gaytán. Un cadáver de los atacantes no había identificado
después se supo que era Oscar Sandoval.
Las bajas del Ejército, en el lugar de los hechos, fueron
la de los soldados: Felipe Reyna López, Jorge Velásquez y Virginio Yáñez Gómez;
sargentos: Nicolás Estrada Gómez y Moisés Bustillo Orozco y teniente Marcelino
Rigoberto Aguilar.
“Los cinco de militares caídos en la acción de Madera
fueron sepultados con honores y con la bendición del cura local, José Rodríguez
Piña, que en cambio se negó a hacer lo mismo con los cadáveres de los
guerrilleros”, publicó Francisco Ortiz Pinchetti en el reportaje: “El asalto al
cuartel de Madera, el 23 de septiembre de 1965”, revista
Proceso el 25 de septiembre de 1978.
“Vecinos
y algunos familiares presentes, conmovidos por la tragedia de los ocho muertos
en el asalto al cuartel, le pidieron lo mismo: que oficiara, que bendijera a
Gámiz, a Gómez Ramírez y a sus seis compañeros. Y el sacerdote José Rodríguez
Piña, se negó a hacerlo. Los ocho hombres fueron arrojados como animales
atacados de aftosa o cualquiera otra enfermedad de contagiosidad peligrosa, en
una fosa común. Llenos de tierra y pólvora, sangrantes: después de haber sido
paseados sobre la plataforma de un camión maderero, los dejaron caer en una
gran zanja”, recogió José Santos Valdez en su libro Madera.
Siete guerrilleros fueron sepultados juntos en una
fosa común. Los restos del octavo guerrillero, Salomón Gaytán, se encuentra en
otra tumba distante unos cuatro metros de sus compañeros. Fue el
gobernador Práxedis Giner Durán quien dio instrucciones para que los cuerpos se
enterraran sin ataúd. “Puesto que era tierra lo que peleaban, denles tierra
hasta que se harten”, fueron sus palabras.
Arturo Gámiz organizó la primera guerrilla socialista
de México a finales de 1963, después de muchos intentos fallidos de lograr
justicia en el estado de Chihuahua, dominado por grandes latifundios y el
cacicazgo de la familia Ibarra. Por eso su primera acción, el 29 febrero de
1964, consistió en volar con dinamita un puente en una propiedad de la familia
Ibarra. Luego el 5 de marzo del mismo año ajusticiaron a Florentino
Ibarra, el 12 de abril siguiente incendiaron una casa y la estación de radio al
servicio de la misma.
El
primer enfrentamiento entre el grupo guerrillero y la policía judicial se dio el
15 de julio de 1964; cinco agentes de la policía judicial estatal fueron
emboscados por el grupo de Gámiz y después de un tiroteo de dos horas los
policías se rindieron y entregaron las armas. El 23 de mayo de 1965 el grupo
atacó un pelotón de soldados del
52 Batallón de Infantería y a varios policías que los buscaban. Los
hicieron huir se apoderaron de una estación radio transmisora y 250 cartuchos.
Con el tiempo se supo que el grupo guerrillero fue
traicionado por el capitán Lorenzo Cárdenas Barajas quien los entrenó en la ciudad de México. Porque la
guarnición habitual de Madera era de 22 soldados y ese día había 125, además
que una patrulla militar se encontraba haciendo guardia fuera del cuartel, como
que ya esperaban el ataque de este pequeño grupo mal armado. Los que atacarían
el cuartel serían más de 30 guerrilleros, la mayoría, por diversos motivos no
arribaron a la cita. Únicamente el comando de Arturo Gámiz y Pablo Gómez llegó,
quienes confiados en el factor sorpresa y en el pequeño número de militares
decidieron atacar.
Después
de terminado el tiroteo, grupos de soldados, salieron a perseguir a los
fugitivos. Durante todo el 23 y el
siguiente día 24 estuvieron llegando a la ciudad Madera aviones con soldados
paracaidistas y aeronaves de propulsión a chorro, dotados con cohetes. La persecución
de los guerrilleros fue vana. El pueblo campesino los absorbió, a pesar de que
muchos no estaban a favor de la violencia revolucionaria no les negaron en
auxilio. Los guiaron por la sierra, los curaron y les consiguieron donde dormir
mientras se recuperaban de las heridas.
Aun
en una zona donde los guerrilleros no habían realizado propaganda armada,
encontraron el cobijo del pueblo que ya estaba cansado de tanta marginación y
abandono. Los sobrevivientes después de salir de la sierra se trasladaron a la
ciudad de México donde comenzaron una etapa de reorganización.
Después
de eso los herederos de Arturo Gámiz se dividieron en dos grupos. Uno de ellos
en la búsqueda de contactos a nivel nacional buscó implementar focos
insurreccionales en diversas regiones del país. Sin poder lograr ningún
objetivo de importancia, el 28 de septiembre de 1967 fueron detenidos casi
todos los miembros del grupo y encarcelados por varios años.
El
otro grupo donde estaban sobrevivientes de la familia de Gaytán, forzó un pronto regreso a la sierra y se fundó Grupo
Guerrillero Arturo Gámiz. Que realizó, sin contratiempos el 2 de agosto de 1968,
el asalto y la destrucción de un aserradero de la compañía Bosques de Chihuahua
ubicado en Omochic.
El
11 de agosto, un helicóptero militar
de reconocimiento aterrizó cerca del campamento guerrillero. En tierra el
aparato fue destruido a balazos, el piloto resultó muerto en la acción y un militar
capturado e interrogado, él les informó cuantas unidades militares andaban tras
ellos, a los pocos días el 23 de agosto el grupo cayó en una emboscada. En el
combate, que inmediatamente se trabó entre el núcleo guerrillero y 125 hombres
de tropa, fue herido Carlos Armendáriz, quien murió pelando cubriendo la
retirada de sus compañeros. Oscar González fue herido en una pierna, eso
retrasó notablemente la retirada.
Así
empezó una trágica peregrinación a través de la sierra hasta el estado de
Sonora, donde el grupo fue interceptado por una camioneta de militares. Se
trabó otro enfrentamiento en el que
murió José Luis Guzmán Villa. Después del combate, y ya sin parque, los
sobrevivientes deciden dividirse y fugarse de la zona prácticamente cercada,
Oscar González y Arturo Balboa cayeron presos inmediatamente. José Antonio
Gaytán y Guadalupe Scobell fueron capturados hasta el 11 de septiembre de 1968 cuando
intentaban abordar un camión hacia la ciudad de México. A todos se les
traslado al pueblo de Tesopaco Sonora, donde se reunieron por última vez. A las
6 de la tarde del mismo día todos fueron fusilados.
Uno
de los frentes del Movimiento 23 de Septiembre operó en el municipio de Tecpan.
Se tiene información que fueron comisionados para formar y fortalecer este
frente los miembros del Estado Mayor Saúl Ornelas Gómez y Juan Fernández
Carrejo. También uno de los sobreviviente de Madera se incorporó con los
Cívicos de Guerrero, se hacía llamar Raúl Hernández quien cayó detenido el 27
de junio de 1966 cuando fue atacada por la policía judicial la casa de Elpidio
Ocampo Mancilla en Iguala, como no se le encontraron antecedentes fue liberado.
Conforme a las investigaciones de Alberto López Limón, “desde 1966
las dos vertientes del Movimiento 23 de
Septiembre, tanto la del Grupo Popular Guerrillero ‘Arturo Gámiz’ (GPG-AR) de
Pedro Uranga, como la encabezada por Oscar González, le propusieron a Lucio
Cabañas que se incorporara a ellos. Él les ofreció apoyo pero no aceptó la
propuesta, ya que no había optado aún por la vía armada. En 1967 las dos
corrientes del Movimiento 23 de Septiembre (M23S) –lideradas por Pedro Uranga y
Oscar González- intentaron implantar la guerrilla en el estado de Guerrero y
fracasaron debido –entre otros motivos- a que
fueron infiltradas por la Sección Segunda del Estado Mayor de la Secretaría de
la Defensa (S2ª EM-SEDENA) a través del
militar Lorenzo Cárdenas Barajas”.
Una
de las reuniones que se realizaron en Atoyac con gente que vino de Madera
Chihuahua fue en la casa donde Lucio vivía con Serafín Núñez Ramos, en la calle
Álvaro Obregón propiedad de doña Nicolasa Cabañas. Ahora dicho domicilio se
encuentra entre Montepío y la casa de Ladislao Sotelo Bello.
Respecto
a estos encuentros de la guerrilla de Madera con Lucio Cabañas, el libro México Armado dice que en 1966 algunos
sucesores de la guerrilla chihuahuense de Arturo Gámiz lo buscaron. Bajo el
nombre de movimiento 23 de septiembre pretendían establecer una zona de
operaciones en Atoyac. “Él se negó a involucrarse”, recuerda un integrante de
la entonces incipiente organización: “Parecía una gente lúcida, conocedora de
la política nacional, de la lucha de los campesinos, de los maestros, de los
estudiantes; mesurado prudente, buscando resolver los problemas y no belicoso,
no buscaba la confrontación. Prueba de ello que cuando nosotros hablamos con él
en varias ocasiones en la ciudad de México, él no caía en nuestra propuesta,
nos decía ‘no pues no estoy convencido, no estoy seguro, mi partido no opina
así’”, dijo un entrevistado a la autora Laura Castellanos.
Luego
a principios de 1973 cuando estaba en su apogeo la guerrilla del Partido de los
Pobres estuvo en la sierra platicando con Lucio Cabañas, Manuel Gámiz García e
Ignacio Salas Obregón, quienes hacían esfuerzos por unificar los diversos
frentes guerrilleros en el país.
El
joven Jacobo Gámiz García se incorporó al Partido de los Pobres, participó en
el secuestro de Jaime Farill Novelo donde logró escapar a la detención. Luego acompañó
en varias acciones de armas a Lucio Cabañas Barrientos y sus brigadistas, hasta
que fue detenido y desaparecido el 13 de marzo de 1974 en Acapulco, por
policías judiciales al mando del comandante Isidro Galeana quien lo entregó a
los soldados herido de una pierna. Fue visto por última vez en el Campo Militar
Número Uno.
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