martes, 10 de febrero de 2015

Obras ahora, a futuro lo que venga



Víctor Cardona Galindo
Se generó un descontento en el ejido de Mexcaltepec porque la empresa que construye el puente en ese lugar, estaba sacando material pétreo del río, que al parecer vendía. Pero según la empresa únicamente lo extrajo para la construcción de los puentes en El Camarón y El Cacao que están a punto de concluirse. Para algunos habitantes resulta sospechosos que bajen camiones a media noche supuestamente a cargar diesel. Nadie los supervisa.
Por lo pronto ya se llegó a un acuerdo que una persona del pueblo, pagada por la empresa, vigilará y supervisará el material que se saqué. ¿Y a esa persona pagada por la empresa quien la vigilará?
De ese lugar desde hace mucho tiempo han sacado material para diversas obras, destruyendo los ecosistemas, sin ningún miramiento. No es la primera vez que se inconforman sus habitantes por este tipo de explotación de los recursos. Pero por esta vez ya hay acuerdos, que al parecer beneficiarán a todos.
Aspecto de la construcción del puente de Mexcaltepec. Foto Víctor Cardona

Pero en muchos casos no se hace nada, por ejemplo en la cabecera municipal se sacó material pétreo, para hacer el bordo, que con recursos del Fondem se construyó para defender la colonia Las Palmeras de futuras inundaciones. Con esa extracción de materiales se afectó un arroyuelo, sin embargo no hubo sanciones a la empresa. En nombre del bienestar común se afectan los ecosistemas que nunca más se reponen. No volverán a ser los mismos.
Es que nadie está haciendo nada. Otro ejemplo en El Ticuí el aproche del puente está construyéndose todavía dentro del área donde llegaron las aguas con las lluvias del huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel. Nadie se ha preguntado, tampoco, ¿Qué pasará con las casas de baja altura que están del lado de la cabecera, si vuelve a crecer el río con la misma magnitud? Tampoco nadie ha preguntado, si la compañía ya midió el aforo histórico del arroyo Cohetero, porque de presentarse unas lluvias como las del 2004, el agua correría por la calle Silvestre Castro, afectando muchas viviendas. Parece que a las autoridades les preocupa resolver las cosas ahora, lo que venga mañana no importa. En fin, lo que se necesitan es únicamente terminar los puentes con urgencia.
Así se han venido haciendo las obras sin ver que afectan y cuanto afectan, por ejemplo al Zócalo se le quitó el adoquín y se le puso concreto estampado. Sin ver que con eso se afectaban los mantos freáticos.
Se siguen pavimentando calles sin ton ni son. Sin tomar en cuenta que con eso se incrementa el calentamiento de las casas. Al medio día no se aguanta el calor. Pero también se afectan los mantos freáticos. Luego nos quejamos porque se secan las norias y porque hace mucho calor. Es necesario cambiar de rumbo, comenzar a pavimentar lo necesario y pensar que tenemos que dejar espacios por donde se reincorporen las aguas a la tierra. Luego las calles parecen ríos y nos que quejamos de las inundaciones, pero es que el agua como cae se va. Nada la retiene. Por eso al construir primero debemos pensar que si nuestra obra está acorde con el cuidado de la naturaleza.
Recogiendo datos de Wilfrido Fierro, las aguas del Arroyo Cohetero (llamado así porque en sus orillas vivía un primer cohetero de Atoyac) se salieron de su cauce el 7 de julio de 1955, inundando varias calles y casas, entre ellas el consultorio del doctor Antonio Palós Palma. En el cine Álvarez el agua ascendió hasta tres metros. Este fuerte ciclón ocasionó el desbordamiento del río y de los arroyos de la región.

En el 2004, azotó a esta ciudad una tromba y agua inundó varias casas de la rivera del Arroyo Cohetero. Si vuelve a crecer así, el puente que se construye para comunicar a El Ticuí serviría como tapón. Con fatales consecuencias.

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