martes, 1 de noviembre de 2016

Israel Jacinto Lugardo


Víctor Cardona Galindo
Israel Jacinto Lugardo nació el 15 de julio de 1995, es hijo de Israel Jacinto Galindo y Ernestina Lugardo del Valle. Sus dos padres son originarios de Los Valles un pueblito de la sierra de Atoyac. Israel padre está en los Estados Unidos, hasta donde emigró de mojado. Allá se enteró de la desaparición de su hijo a través del Facebook.
Israel Jacinto Lugardo cuando terminó la primaria
en la escuela Juan Escutia de la colonia popular 18 de mayo de 1967.
Foto :Víctor Cardona Galindo

Israel tenía al desaparecer 19 años, es un joven de carácter tranquilo y buen hijo. Estudió en el jardín de niños Tierra y Libertad y en la primaria Juan Escutia. Ambos planteles están ubicados en la colonia popular 18 de mayo de 1967, donde vive su familia. La 18, así la conoce la gente, es un asentamiento humano que se fundó hace 26 años, tras una invasión de tierra, y está a un kilómetro de la cabecera municipal.
Desde allá caminaba todos los días para estudiar en la escuela secundaria federal número 14 “Mi patria es primero” y después la preparatoria en la Unidad Académica número 22, dependiente de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
Siempre fue un buen estudiante, de su casa no salía, apenas jugó futbol cuando era niño en la cancha de la 18. Sus padres no lo dejaban salir a la calle, por eso, consideran sus familiares, no tiene vicios. Como no lo tienen todos los alumnos de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala.
Israelito es el quinto de seis hermanos: Gerardo, Leydi, Rubén, Ricardo, Israel y Lizbeth. Su mamá se dedica al hogar y sus hermanos mayores son maestros. Gerardo y Rubén también egresaron de Ayotzinapa. “De donde más si esa es la escuela para nosotros los pobres”, dice su tía Nelly Jacinto Galindo.
Su hermano Ricardo, que también estudia el segundo año en Ayotzinapa, se quedó en la escuela cuando salieron sus compañeros a botear y a conseguir autobuses para participar en la marcha del 2 de octubre y para realizar sus prácticas. Al saberse del atentado, Ricardo logró comunicarse cuatro veces por teléfono con Israel que iba en el tercer autobús. El ataque a balazos estuvo dirigido al primer autobús. “Estoy en el último autobús y estamos rodeados y no nos dejan salir”, le habría dicho Israel a su hermano Ricardo en la primera llamada. La última vez que le llamó los policías les habían roto el parabrisas y por ahí les habían lanzado gases lacrimógenos para obligarlos a salir. Israel estaba tosiendo, por eso Ricardo cortó la llamada para que pudiera cubrirse la nariz y la boca.
Aspecto de la vivienda de la familia Jacinto Lugardo
en la colonia popular 18 de mayo de 1967. Foto Víctor Cardona Galindo

Israel, quien también es un buen dibujante, quería ser mecánico y pensaba estudiar en Petatlán, pero platicando con sus hermanos decidieron que se iría a estudiar a Ayotzinapa. Apenas tenía dos meses yendo cuando ocurrieron los trágicos sucesos del 26 de septiembre. Su madre Ernestina Lugardo explicó que su hijo no pudo seguir en la carrera que él quería, porque la escuela de mecánica es de paga y lo que les envía su padre de Estados Unidos apenas alcanza para comer. Allá no tiene trabajo de planta y la zona donde está llueve mucho y se queda sin trabajo muy seguido.
La familia Lugardo Jacinto vive en una vivienda de material. La casa es digna porque Israel padre que tiene 12 años trabajando en los Estado Unidos, es albañil y en un  tiempo que estuvo aquí construyó la vivienda con sus propias manos y los peones fueron sus hijos. En su interior la casa es austera y no tiene muebles. En un principio la familia contaba con una huerta de café en Los Valles pero al irse el jefe de mojado ese cultivo se perdió entre la maleza. Por eso Israel pasó el examen socioenómico cuando fue visitado por una comisión de Ayotzinapa.
La información que subieron sus compañeros estudiantes de Ayotzinapa a Internet dice: “Israel tiene 19 años y es de Atoyac, y sus amigos lo apodan Chukyto… Él es medio robusto... Tiene una cicatriz en la cabeza, porque se cayó en la escuela, en la Normal. Su piel es morena clara, su nariz media chata. Él es un buen muchacho, se vino con mucha ilusión a estudiar, pero no esperábamos que fuera a pasar esto”.
“Quería ser maestro, quería ser alguien”, dijo su madre a la prensa.
Su familia recuerda que el kínder salió disfrazado de diablito en una pastorela. En la primaria iba desfilar personificando a un revolucionario, pero no quiso ponerse bigotes. Él quería desfilar de policía pero de ese personaje no se desfiló aquel 20 de noviembre.
Su madre dice que Israelito es inteligente como su padre. En la casa trabajaba arreglando motos y ponchaduras de llantas. Lo que sacaba de las talachas eran para su recreo y a veces compartía con su madre, “Aunque sea para las tortillas”.

Es católico bautizado y su primera comunión no la hizo porque le dio vergüenza.

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