martes, 1 de noviembre de 2016

Cutberto Ortiz Ramos

Víctor Cardona Galindo
Cutberto Ortiz Ramos, es católico. Tenía 22 años cuando desapareció, nació en San Juan de las Flores, el 22 de febrero de 1992, es hijo de Oscar Ortiz Serafín y María Araceli Ramos Vázquez. Es el mayor de seis hermanos, le siguen: Yerlin Paloma, Ezael, Yatzel, Berenice y Oscar.
Una de las pocas fotos que la familia conserva
de Cutberto Ortiz Ramos. Foto Víctor Cardona Galindo

Estudió en el jardín de niños Antonio García Cubas, en la escuela primaria Hermenegildo Galeana, la secundaria técnica Plan de Ayutla y en el módulo periférico de la Unidad Académica Preparatoria Número 22, hoy la preparatoria popular de San Juan de las Flores. Durante su estancia en el jardín de niños le gustaba declamar.
En la secundaria concursó dos veces, en los torneos regionales de conocimiento, con la materia de pecuarias. Cuando estaba en segundo obtuvo en segundo lugar en el concurso que se llevó a cabo la comunidad de Los Arenales municipio de Benito Juárez. En el tercer año obtuvo el primer lugar en el concurso que se efectuó en la población de El Xúchitl del municipio de Tecpan de Galeana. Era un buen declamador y le gustaba la oratoria.
María Araceli dice que cuando estaba en San Juan, era un buen estudiante aunque le gustaba el desmadre, por eso tuvo muchas quejas en la escuela. A pesar de que es inquieto aun no le conoce novia.
Le gusta jugar basquetbol, jugó en el equipo de la preparatoria y también en el equipo Caminos cuando por un tiempo trabajó en la carretera. De niño jugaba carritos, futbol y practicaba boxeo con una costalilla llena de arena.
Acudía con sus amigos a nadar al arroyo que está rumbo a La Cebada y también al río Atoyac. En la familia se cuenta la anécdota de que cuando siendo niño se subió al revés sobre un caballo, pensó que le habían robado la cabeza y se asustó.
Es músico, toca el trombón y el clarinete en la banda de viento Tonantzin de San Juan de las Flores de reciente creación.
Aficionado a los gallos. Su gallo favorito el Ponino que cuidaba mucho para sacarle cría.
Antes de irse a estudiar a Ayotzinapa trabajaba en el campo sembrando maíz, frijol y tomate, en la parcela que tiene la familia en San Juan de la Flores por el rumbo de la parcela escolar, misma que su padre Oscar cultiva con esmero.
Él se fue a estudiar a la Normal porque le gustaba ser maestro. De niño jugada con su hermana a que eran maestros y le daban clases a sus hermanos más pequeños. Él es un joven sin vicios que quería estudiar para ejercer el magisterio. Es muy amable y afecto a la danza de El Cortés que se baila en San Juan de Las Flores el día de la Virgen de Guadalupe, en Navidad y Año Nuevo.
El primero de agosto de este año fue la última vez que lo vio su familia, cuando partió rumbo a Ayotzinapa, el 12 de septiembre su padre lo vio en la escuela, cuando asistió a una reunión de padres de familia, porque él es su tutor.
Cutberto Ortiz tiene como seña una cortada en la mano derecha y una cicatriz en la punta de la nariz. La familia casi no tiene fotos de él porque no le ha gustado fotografiarse. Su madre hizo una manda a la Virgen de Guadalupe que lo vestirá de indio si regresa. Sus padres después de los hechos del 26 de septiembre padecen diabetes. Cutberto en su familia es conocido como Cube y en la Normal le llaman Comander.
Sus compañeros de la Normal subieron el siguiente comentario a Internet. “A Cutberto le dicen El Kománder de Atoyac, porque, afirman sus compañeros normalistas, ‘tiene cierto parecido como el cantante’, y aunque él se ve de alguna manera muy malo, porque es robusto y un hombre grande, es alto el chavo, en realidad es muy amigable el camarada, y trabajador también, porque cuando vamos nosotros a trabajar a los campos de cultivo de la escuela, él le echa ganas… Y sí, él tiene una mirada muy fuerte, pero es engañosa, porque el Kománder es totalmente diferente a lo que se ve, él es muy relajiento, y muy agradable: a cualquier persona que le habla, él le responde de buena manera… nunca responde de mala manera, todos son sus amigos… Y le encanta contar un chiste de Bob Esponja, que no recuerdo, la verdad, no es ningún gran chiste, pero lo que lo hace muy gracioso es que, cuando lo termina de contar, él se ríe imitando a la perfección la risa de Bob Esponja, y eso es lo que causa gracia a los demás… sí, se ganó la amistad de todos los compañeros que estamos aquí…”
Aspecto de la vivienda de la familia Ortiz Ramos en la comunidad
de San Juan de las Flores en la parte media de la sierra de Atoyac.
Foto: Víctor Cardona Galindo.

Cutberto Ortiz Ramos es nieto de Felipe Ramos Cabañas, quien también fue desaparecido en la época de los 70 y sobrino de Cutberto Ortiz Cabañas, hermano de su padre, que también está desaparecido.

Su bisabuelito Eduviges Ramos de la Cruz, sus tíos Marcos, Heriberto y Raymundo Ramos Cabañas también fueron desparecidos. Fue el 9 de febrero de 1975, a las 6 de la mañana cuando de una huerta de la comunidad de Espinalillo, municipio de Coyuca de Benítez, el Ejército se llevó a la familia Ramos Cabañas, originaria de San Juan de las Flores. En ese tiempo era jefe del 27 Batallón de Infantería el coronel Alfredo Casani Mariña quien fue el inmediato responsable de la desaparición de ésta familia.

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