Víctor Cardona
Galindo
El 27
de noviembre de 2001 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió
la recomendación 26/2001 al gobierno de la República, con 532 expedientes de
desapariciones en la década de los setentas y principios de los ochentas, de
los cuales 275 se pudo demostrar que la desaparición forzada fue ejecutada por
servidores públicos del Estado mexicano. De esos solamente 139 han recibido una
compensación económica solamente el 51 por ciento de los casos acreditados.
En las
diversas investigaciones de la CNDH, la Fiscalía Especial y la Comisión de la
Verdad se comprobó que en los ataques a la población civil participaron
diversas dependencias del Estado, en particular el Ejército Mexicano, la
Brigada Especial o Brigada Blanca de la Dirección Federal Seguridad, la
Procuraduría General de la República, la Procuraduría de Justicia del Distrito
Federal y de Guerrero y la Dirección de Policía y Tránsito del Departamento del
Distrito Federal, donde los agraviados fueron retenidos por lapsos prolongados
y finalmente desaparecidos.
La con
la investigación de la Comisión de la Verdad quedó muy claro que “en caso de la
Guerra Sucia que los victimarios fueron las fuerzas armadas del gobierno
mexicano, que las órdenes de localizar y exterminar a la guerrilla fue una
decisión de Estado, que la gran mayoría de los desaparecidos eran ciudadanos
pacíficos, que su desaparición forzada no fueron daños colaterales si no que
respondió a una política de Estado diseñada y ejecutada con planes de represión”,
dijo Nicomedes Fuentes.
Por esa
recomendación de la CNDH se conformó la Fiscalía Especial para Movimientos
Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), que dejó de operar en el 2006 sin obtener
las sentencias esperadas contra los responsables, generando la impunidad que
provoca que delitos como desaparición forzada se sigan cometiendo, y no operó
la garantía de no repetición como se demostró en el caso Ayotzinapa.
Ante los nulos resultados de la Fiscalía Especial,
los familiares de desaparecidos acudieron ante instancias internacionales. El
15 de marzo del 2008, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
interpuso una demanda en contra del Estado mexicano, por el caso de la
desaparición forzada de Rosendo Radilla Pacheco, ante la Corte Interamericana
de Derechos Humanos (Corte IDH). Presionado por la opinión pública, el Estado
mexicano, a través de la Procuraduría General de la República (PGR) el 7 de
julio de 2008 llevó a cabo excavaciones, en las instalaciones de lo que fue el
49 Batallón de Infantería.
Antes de escarbar realizaron un escaneo del terreno
con un georradar, fue donde se encontraron deformaciones en la tierra donde se
hicieron las excavaciones. Se escarbaron alrededor de 400 metros lineales, pero
no se encontró nada, los familiares de desaparecidos que estuvieron al
pendiente quedaron insatisfechos porque otras áreas quedaron sin investigar.
El 23 de noviembre de 2009 el gobierno mexicano fue
sentenciado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y está obligado a
reparar los daños en el caso de la desaparición forzada de Rosendo Radilla
Pacheco.
El
19 de octubre del 2010, a las ocho de la mañana comenzaron las segundas excavaciones
en el campo de tiro. Luego el 31 de octubre del 2011 se realizaron las terceras
excavaciones en el ex cuartel militar que terminaron el 12 de noviembre.
Después se han hecho otras excavaciones sin resultados.
El
17 de noviembre de 2011 el encargado del despacho de la Secretaría de
Gobernación Juan Marcos Gutiérrez González (acompañado de la secretaria de
Relaciones Exteriores Patricia Espinosa Cantellano y del gobernador Ángel
Aguirre Rivero) ofreció disculpas públicamente a la familia Radilla Martínez
por la desaparición de Rosendo Radilla Pacheco y en la fachada del Palacio Municipal
develaron una placa en honor al líder cívico. Aunque en ese acto la familia
estuvo ausente.
En
junio del 2011 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó que los
miembros del Ejército que cometan delitos contra civiles sean juzgados por
tribunales del fuero común. Concluyó restringir el fuero militar, para cuando
miembros de las fuerzas armadas violen las garantías fundamentales sean
juzgadas por tribunales civiles.
Luego
el martes 17 de abril de 2012 tomó protesta la Comisión de la Verdad, que
investigó las desapariciones forzadas en Guerrero. La integraron: Enrique
González Ruíz, María del Pilar Noriega García, Nicomedes Fuentes García,
Arquímedes Morales Carranza e Hilda Navarrete Gorjón.
Desde
el año 2000 Tita Radilla Martínez comenzó a pedir la formación de una comisión
de la verdad con personas moralmente solventes que investigara todo el periodo
que se conoce como la Guerra Sucia. Pero fue hasta la formación de la Asociación
Nacional de Luchadores Sociales Asociación Civil (ANLSAC) que se constituyó
formalmente, el 25 de marzo de 2004, principalmente con ex guerrilleros de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias y Partido de los Pobres que se le dio forma a
esa idea.
El Partido
de la Revolución Democrática (PRD) ganó la gubernatura del estado con Ángel
Aguirre Rivero a la cabeza y un cantidad importante de diputados locales, se
formó una comisión tripartita para redactar la iniciativa de ley con miembros
del poder ejecutivo, legislativo y sobrevivientes de la Guerra Sucia encabezados
por Octaviano Santiago Dionicio, Eloy Cisneros Guillén y Arturo Gallegos Nájera,
con ellos se formuló la Ley número 932
con la que se creó la Comisión de la Verdad para la Investigación de las Violaciones
a los Derechos Humanos durante la Guerra Sucia de los años sesenta y setentas
del Estado de Guerrero (Comverdad).
La
iniciativa fue planteada al pleno por el coordinador de la fracción
parlamentaria del PRD Fautino Soto Ramos y una vez legislada dicha Ley fue
publicada en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado número 23 el martes
20 de Marzo de 2012. Esta Comisión tuvo una vigencia de dos años.
A un
día que se anunció la creación de la Comisión de la Verdad y el día que se
publicó la ley, el 20 de abril del 2012,
fue asesinado en la ciudad de México al general Mario Arturo Acosta
Chaparro quien estaba involucrado en múltiples desapariciones forzadas en el
estado de Guerrero.
Durante
los 30 meses que operó, los investigadores de la Comverdad sufrieron amenazas
de muerte, atentados y saqueos a sus oficinas. La Policía Federal se introdujo
a sus oficinas en Acapulco y un proyectil rompió el cristal de sus
instalaciones en Chilpancingo. Lo más feo fue el atentado con armas de fuego
contra Pilar Noriega García y Nicomedes Fuentes García cuando regresaban de
Iguala. Para el colmo de males en el último semestre, el Congreso estatal ya no
le entregó presupuesto. Por falta de recursos muchas líneas de investigación
quedaron inconclusas.
En su
informe final rendido el 15 de octubre de 2014 la Comverdad documentó 515 casos
de severas violaciones a los derechos humanos, entre las que están: ejecuciones
sumarias, desapariciones forzadas, entre ellas 16 mujeres y una era menor de
edad, casos de sobrevivientes de desaparición forzada, que son personas que
pasaron largas temporadas en cárceles clandestinas del Ejército y lograron
salir con vida, el caso más notable es el de los campesinos de El Quemado.
La
Comisión de la Verdad le entregó a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas
(CEAV) expedientes que demostraban esos 515 casos de víctimas de la llamada
Guerra Sucia, para que fueran integrados en el Registro Nacional de Víctimas
(Renavi) pero hasta la fecha no se sabe qué casos fueron tomados en cuenta y
cuales quedaron fuera.
En el caso dar con el paradero de los desaparecidos
aún después de la recomendación de la CNDH, de las denuncias presentadas ante
la Fiscalía Especial, del seguimiento que ha llevado la Coordinación de
Investigación de la PGR y aun con las indagaciones de la Comisión de la Verdad
nada sabemos de lo que pasó con los desaparecidos. No hay para cuando sepa la
verdad.
Hace poco se formó el Comité General Representativo
de Víctimas de la Guerra Sucia, en el que están representados siete comités,
menos el que encabeza Eleazar Peralta Santiago. En su momento Tita Radilla dijo
este comité se integró para acreditar los casos que faltan. Porque se tienen
que contemplar todos los casos que tienen una queja o denuncia. “Todos los
casos que ocurrieron”. También los ex comisionados de la verdad y algunas
víctimas se constituyeron en un comité de seguimiento al complimiento de la
recomendación de dicha comisión.
La denuncia en el ámbito nacional y a nivel
internacional de la Afadem de Tita Radilla y del Comité Eureka de Rosario
Ibarra es intenso, sin embargo no hay resultados ni avances en la
investigación.
La CNDH recibió 532 quejas de las cuales únicamente
acreditó 275. La Fiscalía Especial que recibió 800 denuncias y encontró 788
casos de desaparición forzada en el país, pero no está claro cuantas acreditó.
Más las denuncias que se han acumulado desde 2005 a la fecha ante la PGR no se
sabe cuántas denuncias se han presentado exactamente y seguirán apareciendo
casos en la medida que se avance el proceso de reparación.
Como parte de la reparación se toma en cuenta la
salud física y mental. Para ello en algún momento se convino con la Secretaría
de Salud federal atención gratuita para los descendientes de las víctimas y se repartieron
tarjetas de salud. En el caso del Afadem le daba seguimiento a 120 casos y las
tarjetas se les entregaron a todos los familiares directos de la víctima.
Siguiendo
los pasos al proceso de reparación el titular de la Comisión Ejecutiva de
Atención a Víctimas (CEAV), Jaime Rochín del Rincón presentó el lunes 11 de
febrero pasado en Atoyac un programa piloto para la reparación del daño a las
víctimas de violencia política durante la Guerra Sucia, que comenzará en El
Quemado.
Antes
de la presentación del programa habitantes de El Quemado marcharon porque se
les canceló una audiencia privada con funcionarios federales de la CEAV. Un
grupo de funcionarios de dicha comisión los recibió en el hotel México.
A la presentación
del programa piloto, en el gimnasio municipal, acudieron el gobernador Héctor
Astudillo Flores, la alcaldesa Yanelly Hernández Martínez y el primer visitador
de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) Ismael Eslava.
El
programa que se aplicará en el poblado incluye no sólo la reparación del daño
de manera económica, sino que se busca rescatar la memoria histórica como parte
integral del proceso. Por eso habrá talleres de capacitación, impulso al
desarrollo productivo de la comunidad con una procesadora de mango, un
documental, un memorial y un libro.
El ex
comisionado de la verdad Nicomedes Fuentes García dijo que han esperado más de
40 años, la verdad, la justicia, la reparación integral del daño y medidas de
no repetición, para evitar que hechos como éstos se vuelvan a dar. Exigió que
se tomen en cuenta a todos los 515 casos acreditados por la Comisión de la
Verdad y que se les integre al registro oficial.
En ese
acto al hacer uso de la palabra la alcaldesa Yanelly Hernández Martínez dijo
que nuestro municipio es un pueblo muy lastimado por los hechos ocurridos en
las décadas de los sesentas y setentas del siglo pasado. Hechos que en otras
latitudes se conocen como Terrorismo de Estado o como Guerra de Baja
Intensidad. Nosotros los conocemos como Guerra Sucia. Y hemos tratado a
numerosas víctimas de esa Guerra Sucia a hombres y mujeres que todavía viven
las secuelas de esos actos represivos.
“A
muchos de nosotros por nuestra juventud no nos tocó vivir esa época, pero la
conocemos por la boca de nuestros padres y de nuestros abuelos que si vivieron
aquellos momentos de zozobra, de cuando se violentó el Estado de Derechos y
toda ley fue nula. Cuando todas las leyes fueron vulneradas.
Esos
recuerdos duelen y cada vez que se les da largas a la reparación del daño se le
echa más limón a la herida. Por eso desde éste gobierno plural y democrático,
que encabezo, hacemos votos para que estos hechos nunca vuelvan a repetirse,
que nunca más el gobierno Central vulnere el derecho de la gente y nunca más
trasgreda la paz y la tranquilidad a la que tenemos derecho.
Desde
aquí, desde Atoyac, donde está el pueblo más lastimado por La Guerra Sucia,
hacemos votos para que cuanto antes podamos cerrar éste capítulo negro de
nuestra historia. Necesitamos cerrar ésta herida abierta, para que nuestro
pueblo pueda caminar en la ruta de la paz, la armonía y el progreso”.
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