Víctor
Cardona Galindo
Doña Mary
María
Manríquez Cuevas, nació el 15 de Agosto de 1928, en Sahuayo Michoacán, es hija
de Francisco Manríquez Higareda y María Dolores Cuevas Cano. Está casada con Agustín
Campos Cabezas también originario de Michoacán, con quien fincaron un
patrimonio en éste municipio y una familia muy numerosa.
Doña
“Mary” y don Agustín, procrearon 16 hijos, de los cuales sobreviven 15, entre
ellos: nueve mujeres: Carmen, Virginia, María, Lidia, Lourdes, Esperanza,
Guadalupe, Martha y Lety. Además de seis hombres: Salvador, Luis, Jesús, Javier,
Agustín y Arturo. Tiene 47 nietos y 33
bisnietos.
Llegó
a la ciudad de Atoyac en el año de 1955, acompañada de su esposo y cinco de sus
primeros hijos, tres varones y dos mujeres.
Además
de atender a sus hijos y nietos doña Mary se dio tiempo para incursionar en la
lucha social. Es parte de la congregación del Padre Máximo y se inició en el
movimiento por la democracia a lado del profesor Octaviano Roque Ruiz primero en
el Frente Democrático Cardenista del Municipio de Atoyac que después pasó a ser
el Partido de la Revolución Democrática (PRD), luego apoyando a diversos
movimientos sociales y últimamente animando en apoyo a López Obrador.
Orgullosamente
expresa haber participado en la campaña
de la ex alcaldesa María de la Luz Núñez Ramos, donde anduvo como dirigente y
activista. Una vez ganadas las elecciones ocupó el cargo de la Secretaria de la
Mujer, donde apoyó a muchas amas de casa y mujeres de escasos recursos de la
parte alta y baja de la sierra.
Participó
también en el movimiento para exigir justicia por la masacre de Aguas Blancas. Estuvo
en cuanta marcha convocó Cuauhtémoc Cárdenas y Félix Salgado Macedonio. Asistió
a los plantones en la Ciudad de México, ayunos y huelgas de hambre. Ahora ya no
puede moverse pues por su edad, se encuentra en sillas de ruedas.
En
casa de doña Mary se curó a los heridos de la represión del 11 de diciembre de
1989. En su domicilio se realizaban las reuniones del partido y en ella nos
refugiamos todos, en junio de 1991, cuando nos perseguía la policía. Doña Mary
siempre solidaria, ofreciendo su casa y dando alimentos para todos aquellos que
buscaron su ayuda.
Frente
a la casa de doña María Manríquez de Campos la policía del estado encabezada,
personalmente por Agustín Montiel López, detuvo a Mario Valdez Lucena a quien
confundieron con Wilibaldo Rojas Arellano. A Lucio Castillo Gervasio, que
estaba también fuera del domicilio platicando con Mario, le quitaron su machete
envainado y con él mismo le dieron sus fajos. Lo soltaron bien calientito. A
Mario lo liberarían horas después.
Eufrasia Altamirano
Otras
de las mujeres perredistas que es digno mencionar, es doña Eufrasia Altamirano
Hernández quien murió el 10 de febrero 2007. Era de Cacalutla. Doña Eufrasia
fue de las mujeres fundadoras del Partido de la Revolución Democrática en
Atoyac “fue mujer de temple, valiente, decidida y leal a carta cabal al partido
y a los sentimientos del pueblo”, diría Decidor Silva Valle. Se le recuerda su
arrojo y coraje en todos los movimientos en los que participó. Nunca se perdió
una manifestación, una toma de Ayuntamiento, un retén informativo y una toma de
carretera, siempre estuvo al pie del cañón, identificada siempre con la línea,
ese tiempo, más consecuente del partido, que en ese entonces encabezaban Mario
Valdez Lucena y Wilibaldo Rojas Arellano.
Dice
Decidor Silva Valle que “la señora Altamirano era pueblo puro, son de las
mujeres que brotan cuando el pueblo así lo exige y que dan todo a cambio de
nada. Ella llega al movimiento que encabeza el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, no por interés personal o de grupo, sino
porque en realidad anhelaba un cambio en rumbo del país; tal vez no tenía la
preparación teórica que muchos tienen, pero tenía lo que a la mayoría nos hace
falta: entrega desinteresada, honradez, humildad para servir y entendía a su
manera tal vez mejor que todos lo que significa lealtad a los principios del
partido, escribió Decidor Silva en el periódico ATL del 6 de marzo del 2007.
Yo la
recuerdo vendiendo semillitas por las calles de Atoyac, acompañada de su nieta
Blanquita. Siempre solidaria con la lucha de doña Tita Radilla Martínez.
Decidor Silva Valle, El Negris
Perteneció
al Club de Jóvenes Democráticos, donde también estaba Juan García Fierro y
Octaviano Santiago Dionicio. Junto con otros compañeros editaba el periódico El Machete Costeño y fue director
fundador del periódico ATL. Es
cuentista, cronista de las costumbres de Atoyac, fue presidente del Partido de
la Revolución Democrática en el municipio, periodista y luchador social.
Decidor
Silva Valle, nació el 4 de abril de 1949 en la ciudad de Atoyac. Cursó la primaria
en la escuela primaria Modesto Alarcón y la secundaria en la escuela Mariano
Matamoros incorporada a la SEP. Estudió dos años en la normal de Champusco
Puebla y terminó su carrera de maestro en la escuela normal rural Raúl Isidro
Burgos, de Ayotzinapa Guerrero, ejerció como maestro en la comunidad de Poza
Verde en el municipio de San Luis Acatlán y Santa Rosa de Lina del municipio de
Coyuca de Benítez donde perdió su plaza por sus nexos con la guerrilla de Lucio
Cabañas Barrientos, actualmente colabora con la página de los atoyaquenses del El Sol de Acapulco y el ATL.
Fundador
de la Juventud Comunista en 1964, de la cual fue su primer presidente. Fue
miembro del Movimiento Revolucionario del Magisterio. Ha escrito además de El Sol de Acapulco, en el Diario 17, El Sur y la revista Autogestión.
En el 2004, obtuvo el primer lugar del concurso municipal de cuento organizado
por la página de los atoyaquenses que publica El Sol de Acapulco y publicó en Agua
Desbocada. Antología de Escritos Atoyaquenses en el 2007.
Decidor
Silva siempre ha estado presente en cuanto lucha ha desarrollado el pueblo de
Atoyac, desde el movimiento socialista, la lucha por la democracia, solidario
con los solicitantes de viviendas, en la búsqueda de los desaparecidos y la
defensa de los derechos humanos.
Rubén Ríos Radilla
Nació en
la comunidad de El Ticuí el 22 de agosto de 1955. Sus estudios básicos los hizo
en la primaria Valentín Gómez Farías y en la Escuela Secundaria Federal 14.
Egresó como profesor después de estudiar en la Escuela Normal Rural Vasco de
Quiroga de Tiripetio, Michoacán, la normal Luis Villarreal de Mexe Hidalgo y en
la Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa Guerrero. Tiene una especialidad en
historia por la Universidad Autónoma de Guerrero. Fue corresponsal de El Sol de Acapulco donde también
coordinó la página de los atoyaquenses.
Ríos
Radilla retrata en sus artículos y crónicas publicadas en diversos periódicos y
revistas, la vida cotidiana de Atoyac. Ha puesto además en alto los valores del
municipio. Es importante su obra por rescatar las recetas de la comida
tradicional, ha sido promotor cultural y locutor. Su programa radiofónico
“Radiografía” es de grata memoria. Condujo el programa radiofónico “Guerrero es
una cajita” en la estación Soy
Guerrero.
Rubén
Ríos Radilla escribió el libro Aljaba.
Vivencias y crónicas. Donde destaca algunas particularidades del campo costeño.
En este texto describe a muchos personajes populares, principalmente de su
comunidad la Colonia Miranda Fonseca, de El Ticuí y Atoyac.
Lo
recuerdo participando en las primeras reuniones y marchas del cardenismo, en
las tomas de tierras para formar la colonia 18 de mayo, en la fundación del PRD
y en plantón de 1989.
El
Mene
Conocí a Hermenegildo Ramírez Martínez, El Mene, el día que montamos un ayuno en
el Zócalo de la Ciudad de México, para exigir la salida de Rubén Figueroa
Alcocer después de la masacre de Aguas Blancas. Ese día llegó finamente
vestido, llevaba corbata, acompañando a Jonás Fierro Serrano. Cuando llegó
Cuauhtémoc Cárdenas a saludarnos se aprestó a tomarse la foto con el líder
moral de El PRD. El Mene conservaría esa foto durante mucho tiempo.
Ese día, con otros compañeros, acompañamos a
María de la Luz Núñez Ramos a Bucareli donde encaró al gobernador de Guerrero
diciéndole: “yo también tengo un banco, un banco de Sangre y Violencia”, y le
arrojó una la lista de los muertos por la inseguridad y la violencia política
en Atoyac. En ese tiempo todavía nos asustábamos de tanta muerte. De regreso,
de Lecumberri, encontré a El Mene en un rincón del plantón, que habíamos
instalado en Zócalo de la Ciudad de México. Estaba muy encabronado con Jonás,
que lo había invitado con los gastos pagados, pero como nos instalamos en
ayuno, Jonás se ahorró sus alimentos por eso El Mene también ayunó los dos días
de manera forzada.
Durante muchos años le hice burla por eso y él
siempre contestó “Pitorín, Pitorín”, así me decía. El Mene se mantuvo en el PRD
por muchos años, fue líder juvenil de ese partido carente de jóvenes. Aunque
desde muy chamaco agarró ese alcoholismo que al final le causó la muerte. Fue
amigo de Félix Salgado y de Lázaro Mazón. Hizo gran amistad con Carlos Quevedo
Quevedo con quien se pusieron tremendas borracheras. Siempre los encontré
disfrutando de la vida, Quevedo fue uno de los mentores de Hermenegildo y al
morir Quevedo mucho lo procuró y ayudó mi compadre Melchor Brito.
Yo no juzgo a El Mene, por encima de lo que
digan muchos, considero que es bonito permanecer borracho aunque en eso se nos
vaya la vida. Por eso creo que en el fondo siempre lo envidié, porque si yo no tuviera
hijos que mantener, sería borracho de tiempo completo, bebería hasta que el
cuerpo aguantara. El Mene se fue y ya no podré discutir con él de las cosas que
nos apasionaban. No me resta más que escribir la historia del Monero Balín, de lo bueno que dejó a su
paso por esta vida. Por ahí siguen circulando sus cartones y los dibujos que
nos hizo a muchos, para reírse de nosotros.
El Mene era izquierdoso, se nos fue el domingo
3 de mayo de 2015, le gustaba el vino y era un monero irreverente. Le gustó
dibujar desde niño, “desde que tengo uso de rezón”, le dijo una vez a Fredy
Magaña. Fue huérfano de padre desde los siete años. La vida lo puso como alumno
de Octaviano Roque Ruíz aquél sabio maestro de primaria y primer candidato del
PRD a la alcaldía de Atoyac, fue él quien le inculcó la pasión por la política.
Sensible como era, desde muy chico se inclinó
por las causas de los desposeídos. El hecho de que haya declamado un poema a Cuauhtémoc
Cárdenas en su primera visita a Atoyac, lo marcó para siempre en ese tortuoso y
difícil camino de la izquierda.
Fue a mediados de 1995, después de la masacre
de Aguas Blancas cuando este momero irreverente emergió como cartonista. Sus
primeras caricaturas estuvieron dedicadas a denunciar a Rubén Figueroa, fue su
tema mientras duró el movimiento, ahí se vinculó a la Organización Campesina de
la Sierra del Sur (OCSS) con quien simpatizó y siempre fue solidario con sus
luchas.
El Mene colaboró con diversos diarios de
circulación estatal, y otros de Morelos y Michoacán. Sus cartones le dieron
sabor a TV-Sur con Esteban Barrientos al frente.
Fue
solidario con los desplazados de Agua Fría y de El Cucuyachi, simpatizante del
Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, los delegados que vinieron a
promover la consulta nacional por la Paz
y la Democracia le llevaron sus cartones al mismísimo Subcomandate Marcos. El
Mene estuvo en todas las luchas de izquierda del pueblo de Atoyac en los
últimos 20 años. Al morir era lopezobradorista, aunque no estaba en Morena.
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