miércoles, 5 de agosto de 2020

La Escuela Real I

Víctor Cardona Galindo

La Escuela Primaria Urbana del Estado Juan Álvarez se localiza en la Plaza Morelos, colinda con el edificio del Ayuntamiento. Es una escuela con tradición y la más antigua del municipio de Atoyac.

A lo largo de su historia, las instalaciones de la escuela Juan Álvarez fueron cuartel, salón de baile y refugio para los damnificados de desastres naturales. Además ha cobijado en sus instalaciones a la Escuela Primaria Nocturna y a la secundaria particular “Beatriz Hernández García”. En sus aulas comenzó a funcionar el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial (CBTIS) y hospedó al módulo de la Licenciatura en Educación Media Superior de la Universidad Autónoma de Guerrero. Además ha servido de auditorio para conferencias sobre diferentes tópicos.

Demolición de la vieja escuela real

Ahí se reunió cada mes la Sociedad Médica de Atoyac. En sus salones ha funcionado el taller de pintura de Jesús Carranza, la escuela de Karate y los cursos de inglés que esporádicamente impartía el DIF.

Se fundó como Escuela de Niños, después se le denominó Escuela Real, luego Escuela Oficial de Niños, más tarde como Escuela Primaria Mixta del Estado, posteriormente como Escuela Primaria Semi Urbana del Estado Juan N. Álvarez y ahora se llama Escuela Primaria Urbana del Estado Juan Álvarez. Una institución que ha sido escenario de múltiples acontecimientos en la vida local.

La fundación de la primera escuela en nuestra entidad se le atribuye al agustino Fray Juan Bautista Moya quien en 1541 fundó en Pungarabato, Tierra Caliente un templo y anexó un convento para instruir niños; la obra se repitió con éxito en Petatlán y Tecpan, de la Costa Grande del actual estado de Guerrero, nos informa el doctor Eugenio Mendoza Ávila en su libro La educación en Guerrero 1523-1992 editado en 1989.

Cabe recordar que algunos historiadores aseguran que Moya evangelizó esta zona y no es descabellado pensar que lo llevado a cabo en Pungarabato se repitió en Mexcaltepec. Entonces el agustino habría fundado la primera escuela en lo que ahora es el municipio de Atoyac.

En 1813, el primer Congreso de Anáhuac en Chilpancingo Guerrero, mandató “… que se eduque a los hijos del labrador y del barrendero como a los del más rico hacendado”, pero fue hasta en el México independiente cuando don Valentín Gómez Farías creó la dirección de Instrucción Pública, el 23 de octubre de 1833.

En 1849, se erige el Estado de Guerrero y la formación de las escuelas de Guerrero tiene como antecedente la ley promulgada el 5 de marzo de 1850, siendo gobernador el general Juan Álvarez, quien luego emitió el 15 de junio de 1852 el decreto número 36, que permitía la creación del Instituto Literario del Estado de Guerrero, que llevaba el nombre de “Instituto Literario Álvarez”. La institución tendría la finalidad de impartir la enseñanza secundaria, nos dice Apolo Egeo Alejos Mejía en su libro La educación en Guerrero durante el Porfiriato, publicado por la UAGro en 1988. Se buscaba cubrir la carencia de maestros en las escuelas primarias. En este decreto se establecía también la obligación de los municipios de enviar becado a un alumno que hubiera concluido la primaria con calificaciones óptimas.

Para 1861 el gobierno de Guerrero a través del decreto del 16 de diciembre, ordenó la creación de las escuelas reales; las cuales serían atendidas por los municipios. En Atoyac fue hasta 1886 cuando comenzó a funcionar la Escuela Real, “el edificio fue construido sobre las paredes viejas de una barda que pertenecía al señor Sixto Serafín” escribió Wilfrido Fierro Armenta en la Monografía de Atoyac. Comenta don Julio Castro que la escuela se construyó ahí para cumplir la última voluntad de un antepasado de la familia Serafín.

En el Periódico Oficial del estado de Guerrero del 3 de septiembre de 1887, en un apartado dedicado a la instrucción pública, se indica que en el pueblo de Atoyac funcionan cinco escuelas de niños y que la de niñas está cerrada por falta de directora. 

En marzo de 1889 se terminó de construir el primer edificio de la Escuela Real de Atoyac, las obras se habían iniciado el primero de septiembre de 1888. Durante esos años el gobierno además de la mencionada escuela había fundado otros centros educativos, porque en 1889 en la cabecera trabajaba la Escuela Real de niños, la escuela de niñas y funcionaban primarias en San Jerónimo, Corral Falso, Boca de Arroyo y Zacualpan. Aunque, a veces, debido a la falta de maestros se cerraban por lapsos cortos, principalmente las escuelas de niñas porque era difícil encontrar maestras.

También la llamaban Escuela Oficial porque en la cabecera funcionaban algunas escuelas particulares, como la de don Espiridión Flores, papá del ilustre David Flores Reynada y la que abrió Custodio Valverde en 1904, que estaba frente a la plazuela la Perseverancia.

El 16 de enero de 1902, a las 17:20 un gran temblor sacudió el estado de Guerrero. Causó daños en muchas escuelas de la Costa Grande. Durante el mes de julio de ese año iniciaron las reparaciones que concluyeron hasta marzo de 1905.

El 10 de noviembre de 1903 se inauguró una escuela en Boca de Arroyo, municipio de Atoyac. Entre otros datos sobresalen: “el día 5 de marzo de 1904, previos requisitos legales tomó posesión del empleo de director de La Escuela Oficial de segunda clase de niños de Atoyac, Gabriel Solís nombrado por el superior gobierno del estado” informaba el Periódico Oficial Número 12 del 18 de marzo de 1904.

Era difícil encontrar profesores por eso en octubre de 1904, por falta de directores estuvieron cerradas las escuelas de Atoyac, San Jerónimo y El Humo.

Wilfrido Fierro apunta que el 27 de julio de 1911 en el corredor de la Escuela Oficial, el coronel Martín Vicario realizó el licenciamiento de las tropas de Silvestre G. Mariscal, después de la toma de Acapulco y del acuerdo de Juárez que expulsó del país al dictador Porfirio Díaz.

Tanto el Palacio Municipal como la Escuela Oficial  sirvieron de cuartel a las tropas del mayor Perfecto Juárez y Reyes, donde fue sitiado por las fuerzas de Silvestre Mariscal en una pelea que duró todo el día el 11 de enero de 1912. Cuenta Mariscal en sus memorias: “El fuego se había generalizado y como a las 10 de la mañana ya los teníamos reducido a sus cuarteles la sala consistorial y la escuela de niños”.

El miércoles 17 de diciembre de 1919, Patricio Pino Solís deja constancia de que Silvestre Gómez, el director de La Escuela Oficial de Niños estaba utilizando a los alumnos para pegar propaganda a favor de la candidatura de su hermano Benito Gómez a la alcaldía, contraviniendo la ley que le prohibía hacer política. Da cuenta, además de un baile programado para el día último de diciembre de ese año en la Escuela de Niños, la cual era utilizada como salón de bailes debido a la falta de centros sociales. Y en 1922, por las ventanas de la escuela se vendían los boletos para entrar a la función del cinematógrafo que se realizaba en la barda del Ayuntamiento.

Uno de los directores más ilustres que ha tenido la escuela Juan Álvarez fue el maestro Modesto Alarcón quien, de acuerdo a los datos proporcionados por José Hernández Meza, llegó a esta ciudad en 1913, era originario de Xochipala, Guerrero. Además de profesor ejercía como pastor evangélico presbiteriano. Fue director de la Escuela Real de niños de 1918 a 1925. En su honor la escuela que fundó la profesora Genara Reséndiz de Serafín lleva su nombre: Escuela Primaria Modesto Alarcón, de donde fueron profesores Lucio Cabañas Barrientos y Serafín Núñez Ramos.

Según el testimonio de Cipriano Catillo Noriega, Modesto Alarcón era un señor chaparro, gordito, tenía dientes postizos y usaba lentes, daba clases en la Escuela Real, vivía en la casa que ahora es de los hijos de Leobardo Martínez. Era muy pulcro para vestir, siempre andaba con zapatos negros. El maestro Modesto Alarcón también fue fundador de una escuela secundaria en 1930.

Don Simón Hipólito recuerda que solamente dos escuelas particulares de mucho prestigio había en Atoyac. En una impartía clases el maestro Modesto Alarcón. Su escuela se ubicaba por la calle Juan Álvarez, frente a la casa de Felipe Valencia. La otra, estaba en la calle Nicolás Bravo; ya casi para desembocar a la calle Juan Álvarez. Allí impartía clases el maestro Rafael Flores.

Modesto Alarcón fue parte del comité de Defensa Rural Proletaria en 1937, año en que falleció el 13 de septiembre. Sus restos mortales están sepultados en el panteón de este lugar.

Rosa Santiago Galindo, Rosita conoció al profesor Modesto Alarcón ya de edad avanzada, así lo recuerda: “bigotudito, gordo y grande como calentano. Era güero nada más que aquí, la gente se pone morena. Vivía en la casa que ahora es propiedad de los Martínez Ramírez, eran de él las dos casas que tiene esa familia en una vivía y la otra la utilizaba como escuela”. Los hermanos mayores de Rosita estudiaron con Modesto Alarcón, tenía una escuela particular que por la mañana era primaria y en la tarde impartía clases de oratoria y escritura. Formaba a sus alumnos como políticos y escritores.

Rosita recuerda también a la profesora Herminia L. Gómez, quien vivía con sus hermanas en la esquina de Guadalupe Victoria con Aldama tenían una casa chiquita de tejas. Daba las primeras letras, a su casita llegaban los niños. Aunque fue más famosa Anita Téllez Fierro y a ella no le han hecho honores. En la esquina de la calle Corregidora y Benito Juárez tuvo una escuela de parvulitos y enseñó a muchos niños.

Doña Carmen Mesino Sosa dice: “Antes, donde está el Ayuntamiento había una escuela de niñas cuya directora era la maestra Herminia  Gómez Loranca. Herminia era morenita delgada, simpática y muy educada, era una maestra muy activa, muy cumplida”.

La maestra María de Jesús Luna recuerda que Herminia despedía una personalidad muy grande, sabía dominar la situación, cuando ella fue a la escuela de niñas los dejaban solos y obedecían en cuanto al trabajo escolar, hacían todo lo que la profesora les decía. Era una escuela muy eficiente. Por eso una escuela que se ubica al norte de la ciudad lleva su nombre.

 “Herminia tenía buena estatura, delgada, blanca y su cara larguita; se veía bien con enaguas largas y blusa o vestidos largos”. Dice don José Parra Castro.

De 1925 a 1929, La Escuela Oficial se cerró durante el levantamiento armado de Amadeo Vidales, por eso los niños cuyos padres tenían posibilidades económicas asistían a escuelas particulares como la de don Espiridión Flores, como lo recuerda don Custodio Pino.

En 1928 la Escuela Oficial fue el cuartel del coronel Enrique Guzmán y prisión para Luis Urioste y Rosendo Galeana Lluck, quienes fueron acusados por el coronel Guzmán de estar apoyando a los Vidalistas. La escuela estaba en la mira de los federales debido a que uno de los jefes vidalistas Pascual Nogueda Radilla era profesor de esa institución.

En 1929 se unieron la escuela de niñas con la de niños para formar La escuela Primaria Mixta del Estado. La directora de la escuela de niñas era Herminia L. Gómez y la de niños era dirigida por Canuto Nogueda Radilla. En donde ahora está el edificio del DIF era la primaria de niñas,  y la de niños estaba en donde está actualmente la escuela Juan Álvarez recordó don José Parra Castro, a sus 87 años.

Don José Parra Castro estudió tres años en la escuela de mujeres cuya directora era la maestra Herminia L. Gómez y el cuarto año en la Escuela Real con don Canuto Nogueda Radilla, quien era un maestro correcto, estricto que imponía castigos severos. Don José recuerda que: “La Escuela  Real era de tejas, tenía un corredor con pilares que daba vuelta hasta la calle Juan Álvarez y para adentro había otras galeritas. La escuela de mujeres también era de tejas, con un corredor de horcones y rodeada por una barda bajita, tenía un patio sombreado por un guamúchil grueso, un día me dejaron encerrado, me brinqué la barda y me lastimé un pie”.

 

 


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