Víctor Cardona Galindo
Podemos decir que la década de los cincuenta fue un
periodo de transición, la gente de Atoyac cada día vivía cosas nuevas y
sorprendentes. Un hecho que deber considerado en la historia de la radio en
México es que el radiotécnico José Ávila Velásquez, instaló el 3 de febrero de
1952 en esta ciudad una pequeña radiodifusora ––la primera en la Costa
Grande––, que funcionó solamente seis meses. La estación entraba al aire con el
nombre de XEJV, era pequeña y de poco alcance. Los estudios y oficinas se
instalaron en los apartamentos de María Vargas, en la avenida Juan Álvarez
número 30 Sur. Fungió como locutor Roberto Sandoval. Se transmitieron programas
en vivo, grabados y a control remoto, preferentemente festivales patrios, nos
comenta Wilfrido Fierro.
Concepción Eugenio recuerda que en esos años, en la
época de oro del cine y en el cine Ana María, se exhibió la película Nosotros los pobres que causó mucho
impacto en la sociedad atoyaquense y cuando anunciaron que se exhibiría Ustedes los ricos la gente dejó solas
las huertas y bajó a ver la película a pesar de que se caminaba hasta cinco
horas para llegar a las plantaciones de café. En esos tiempos también se
proyectaron Los Olvidados y Macario.
El año
1952, siendo presidente el comisariado ejidal de San Vicente de Jesús, Benito
Castro; secretario, Simón Martínez y tesorero, Teódulo Maravilla Rivera; se
hicieron las primeras gestiones para contratar la explotación forestal con la compañía
Maderas Papanoa que ofrecía realizar un cambio radical para el progreso del
ejido. Ya para 1953 una vez firmado los primeros contratos madereros con
maderas Papanoa, se comenzó con la construcción de la carretera.
El
presidente Miguel Alemán había concesionado por 50 años los bosques de la Costa
Grande a la empresa Maderas Papanoa propiedad de su padrino político Melchor Ortega,
“también concesionó a la Silvicultura Industrial, empresa que operaba la
industria papelera Loreto y Peña Pobre, áreas forestales de la sierra de
Tlacotepec”, escribe Tomás Bustamante en su libro La tragedia de los bosques de Guerrero. Historia ambiental y políticas
forestales.
Por
eso la década de los cincuenta fue una de las épocas de mayor devastación
forestal en la sierra de Guerrero y en México, causando la inquietud de
diversos sectores sociales, quizá por eso el gobierno de Alejandro Gómez Maganda
se preocuparía por formar una comisión forestal en el engranaje de la
administración estatal. Aunque este gobierno se hizo famoso por los altos
impuestos dirigidos al campo.
El primero de enero de 1953 tomó posesión como
presidente municipal constitucional Luis Urioste Sánchez y como síndico Jesús García
Figueroa. Conforme a los estudios que realizó José Hernández Meza sobre ese
periodo, como regidores estaban: Jesús Galeana Solís, Zeferino Nogueda Pinzón,
Sixto Ruíz Téllez, el líder agrarista Florentino Gallardo Severiano y José
Valle Morga.
Dice
Wilfrido Fierro en su Monografía de
Atoyac que esta administración estaba destacando haciendo obras materiales
al municipio, tenía como presidente de la Junta de Mejoramiento Moral Cívico y
Material al dentista Segundo de la Concha. Se echaron la tarea de construir en
sólo cuarenta días de haber tomado posesión, el puente del arroyo Cohetero, que
está frente al cine Álvarez, con un costo de 60 mil pesos con la ayuda de la
iniciativa privada. También pavimentaron un tramo de la calle principal.
Se
dice que Segundo De la Concha, quien llegaría a ser presidente municipal de
Atoyac, era guatemalteco, tenía una tienda de muebles, y no se fallaba ninguna
película que se proyectara, por eso murió en la planta alta del cine Álvarez,
se quedó quieto por un ataque, un chamaco travieso pensó que estaba dormido y le
colocó un cigarro en la boca. Su cuerpo fue levantado, velado y sepultado en el
panteón municipal de Atoyac. Durante mucho tiempo se rumoró en la población que
De la Concha sufrió un ataque de catalepsia y que fue sepultado vivo, porque
los vecinos del panteón oyeron golpes dentro de su tumba.
Resultó que el 18 de
marzo de 1953, a las 8 de la noche, fue asesinado el regidor de educación y
profesor José Montalvo Bello, cayó a manos del inspector de mercados Francisco
Ortiz Avalos, El Chilero. Los hechos
ocurrieron de la manera siguiente: el licenciado Roberto Sandoval y José
Montalvo Bello minutos antes de la hora indicada pasaban frente de la casa de
señora María Huerta ––amante de Dávalos–– en donde tenía instalados unos
billares.
El Chilero, tan luego como los vio abrió
fuego con una pistola sobre ellos, hiriendo gravemente a Montalvo, quien se
desplomó manchando de rojo su impecable ropa. Los vecinos lo levantaron y fue
conducido al instante al consultorio del doctor Juan José Becerra, en donde al ser atendido falleció a
los pocos minutos, mientras el agresor escapaba aprovechando la obscuridad de
la noche.
Dice Wilfrido Fierro
que el síndico municipal Jesús García Figueroa, quien se presentó al lugar de
los hechos, dejó pendiente levantar las actas y hasta al día siguiente se
presentó el agente del Ministerio Público de Tecpan de Galeana, Daniel León Guevara,
a dar fe de la tragedia.
Cabe mencionar que José
Montalvo Bello a la hora de ser asesinado llevaba un mes de fungir como
tesorero. En este tiempo no era raro que los ediles ejercieran doble función,
como también era el caso del regidor Florentino Gallardo Severiano quien ejercía
como inspector del rastro.
Los enemigos políticos
de la Comuna atribuyeron este hecho sangriento a una maniobra política, elevaron
sus protestas ante el gobernador Alejandro Gómez Maganda, quien ordenó se
abriera una investigación del caso y se castigara a los responsables. Ante la
situación compleja y la presión política, el
presidente municipal Luis Urioste, renunció al cargo y las autoridades judiciales
de Tecpan ordenaron la aprehensión del síndico Jesús García, acusado de ser el
autor intelectual del crimen.
El asesinato tuvo como
antecedente que unos días antes Montalvo Bello, había caído pistola en mano a
la casa de Francisco Dávalos, El Chilero,
insultándolo y amenazándolo de muerte, por tal motivo El Chilero lo denunció ante las autoridades judiciales de Tecpan de
Galeana y por el caso se giró orden de aprehensión en contra del regidor de
educación, por eso al morir se le encontró un documento de amparo. Las investigaciones
siguieron su curso y Jesús García obtuvo su libertad por falta de méritos, pero
el gobernador ordenó el desafuero de la
Comuna y nombró un Consejo Municipal presidido por Zeferino Nogueda Pinzón,
quien tomó posesión el 22 de marzo de ese año, cubriendo el periodo constitucional
hasta el 1954, que le entregó las riendas del municipio a Jesús María Serna
Vargas.
Ese consejo municipal
estuvo integrado por: Zeferino Nogueda Pinzón como presidente, Onofre Quiñones
Zarate como síndico y como regidores: Jesús Galeana Solís, Sixto Ruíz Téllez,
Alfonso Martínez Ruíz, Raúl Galeana Núñez y Valente Solís Hernández. La
sindicatura la ocupó después Sixto Ruiz Téllez del primero de abril de 1953 al
30 de junio de 1954 y finalmente Leonides Hernández Pino terminó el periodo en
diciembre de 1954.
La actuación de Nogueda
Pizón fue satisfactoria, pues tuvo como presidente de la Junta de Mejoramiento
Moral, Cívico y Material a Wilfrido Fierro Armenta y se iniciaron las obras del
nuevo Palacio Municipal, en el terreno que por muchos años ocupó la empresa del
cine Ana María propiedad de los hermanos Sotelo.
El 11 de abril se terminó la construcción de los
muros del puente de la calle Reforma. La obra de referencia se hizo bajo la
iniciativa de Marcelino Mariscal y Tomás Sánchez Esteves, con la cooperación de
la Junta de Mejoras Materiales encabezada por Wilfrido Fierro Armenta.
El 30 de enero de 1954 se iniciaron los trabajos de
la construcción del Palacio Municipal, siendo alcalde Ceferino Nogueda Pinzón y
de la Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material Wilfrido Fierro Armenta,
fungiendo como secretario Manuel Ramírez Pérez; Tesorero, Eutimio S. Flores y vocal
Flaviano Sánchez Meza. La obra estuvo a cargo del ingeniero Agustín Morgan
Landa.
A iniciativa de los señores José Castro Reynada y Jesús
Galeana Solís, con la cooperación de la presidencia municipal encabezada por Ceferino
Nogueda Pinzón y de la Junta de Mejoramiento Moral Cívico y Material presidida
por Wilfrido Fierro Armenta, se
construyó en junio el puente de la calle Francisco I. Madero. La obra estuvo a
cargo del maestro albañil Miguel López Muñoz.
Cabe mencionar que el Ayuntamiento de ésta época
tenía dos médicos en su nómina, Juan José Becerra Luna fue médico municipal en
1953 y Victoriano Navarrete Nogueda estuvo en 1954 y el doctor Armando Alcocer
Chávez se encargaba exclusivamente de la revisión de las meretrices, que era un
mercado en aumento.
El 21 de mayo de 1954 el Congreso de la Unión
declaró desaparecidos los poderes y destituyó a Alejandro Gómez Maganda y en su
lugar nombró a Darío Arrieta Mateos. De Maganda se recuerda que su primer acto
al llegar al Palacio de Gobierno fue quitar la fotografía del general Silvestre
Mariscal y como memoria de su caída quedó el corrido del “El Chante Luna”.
El 2 de julio se formó la nueva mesa directiva de la
Asociación Agrícola Local de Cafeticultores de Atoyac de Álvarez Guerrero,
integrada de la manera siguiente: presidente, Benito Fierro Fierro; secretario,
Raúl Galeana Núñez; tesorero y Anastasio Vega Astudillo. Suplentes: Rosendo Radilla
Pacheco, José Fierro Mesino y Lucio Castro Radilla.
El 7 de agosto fue capturado y fusilado el peligroso
criminal Camilo Bracamontes, Camilillo,
en el poblado del Río de Santiago, por fuerzas del estado grupo número 6,
comandado por Ladislao Vázquez. Camilillo
era de la banda de La Pluma y La Yegua bandidos que asolaban la sierra
de Atoyac y de Coyuca de Benítez.
Tenía un año que Camilo Bracamontes había venadeado
una tarde al anciano Fidencio Beltrán y se quedó emboscado, cerca del cadáver,
esperando que Felipe Patiño fuera a buscar a su medio hermano para matarlo
también, sin embargo el que llegó fue el niño Elio Beltrán. Camilo no lo mató
porque era un niño y él fue quien avisó a las mujeres para que fueran a recoger
el cuerpo. No se sabe que peleaban, pero eran los tiempos que las herencias de
las huertas generaban vendettas entre los mismos hermanos.
La Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material,
presidida por Wilfrido Fierro Armenta, comenzó, el 8 de agosto, a empedrar las
calles de Juárez y Álvarez (hoy José Agustín Ramírez), con la cooperación de
las autoridades municipales y los vecinos de las calles mencionadas.
Se fundó y salió a la circulación, el 15 de agosto,
el polémico periódico El Rayo del Sur.
Fungió como director Wilfrido Fierro Armenta; como gerente, Rosendo Serna
Ramírez; publicista, Alfonso Silva; jefe de redacción, Humberto Tejedo y como
colaboradores: Manuel Ramírez Pérez, Elías Pimentel, Benjamín Manzanares, José
Guadalupe Valle Morga, Salvador Martínez Hernández, Agustín Morían Landa, Tomás
Onofre Lozano, Rodolfo Clero, Alfonso Tapien, Carmelo Chávez, Pascual Nogueda
Radilla, Juan Pano Ríos, Sergio Mariscal, José Inés Garibo y Máximo Merel. Su
primera edición fue impresa en los talleres del periódico La Verdad en Acapulco.
Ese mismo día llegó de parte de la Secretaría de
Recursos Hidráulicos, la comisión integrada por los ingenieros Manuel Beltran
Aporton y Manuel Malagón Díaz, para hacer los estudios de la introducción del agua
potable a esta ciudad. Se instalaron en la casa de Marcelino Mariscal, en la
calle Nicolás Bravo número 12. La comisión de referencia, se concretó en
levantar planos topográficos y realizar sondeos hidrológicos en el lugar
conocido como El Salto, esto como resultado de las gestiones realizadas por el
alcalde Ceferino Nogueda Pinzón y Wilfrido Fierro Armenta ante el gobernador
del estado Darío L. Arrieta Mateos.
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