domingo, 11 de junio de 2017

Inocencio Castro Arteaga I


Víctor Cardona Galindo
La última semana de mayo se conmemora, desde 1985, la Semana Internacional del Detenido Desaparecido, que se desarrolla en América Latina y en algunos países de Europa y Asia por iniciativa de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Fedefam). En Atoyac cada año se llevan a cabo eventos en el zócalo de la ciudad, ahora frente a la placa que en honor a las víctimas instaló el gobierno federal en una de las paredes del Palacio Municipal.
El maestro Inocencio Castro Arteaga
 fue desaparecido en 1974 después de participar
 como mediador entre el senador Rubén Figueroa
 Figueroa y el guerrillero Lucio Cabañas Barrientos. 
Foto: Archivo de Aturo Gallegos Nájera.

Hace dos años la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de la Violaciones a los Derechos Humanos (Afadem) realizó una marcha de la Ciudad de los Servicios hasta la capilla de El Ticuí y por todo el camino fueron regando pétalos de rosas. Cada año la Afadem escoge una comunidad donde hubo desaparecidos para realizar una misa y un evento político.
Este año en el acto del Zócalo de la ciudad, el 26 de mayo, estuvo presente Alan García representante del alto comisionado de las Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, quien acompañó a los familiares de los desaparecidos encabezados por Tita Radilla Martínez y Julio Mata Montiel. Durante el acto, como todos los años, se exigió al gobierno la verdad sobre la desaparición forzada de muchos luchadores sociales ocurrida hace ya más 40 años.
Para conmemorar la Semana Internacional de Detenido Desaparecido en esta página hablaremos del maestro Inocencio Castro Arteaga quien fue desparecido por fuerzas del Estado mexicano en el contexto del secuestro de Rubén Figueroa Figueroa en 1974.
Inocencio Castro Arteaga, Chencho, nació el 28 de agosto de 1935 en Apaxtla de Castrejón, que en ese tiempo era parte del municipio de Teloloapan. Sus padres fueron los campesinos Catalina Arteaga y Juan Castro. Tuvo como hermanos a Aldegunda, Juan, Inés, María y Felipe Castro Arteaga. En 1961 conoció a la que fue su esposa, Adelina Organis Hernández, con quien procreó tres hijos: Aldegunda, en 1964; María del Carmen, en 1966, y Fidel en 1969.
Inocencio estudió la primaria y la secundaria en Teloloapan. A los 18 años fue enviado al seminario de la ciudad de Chilapa porque sus padres querían que fuera sacerdote. Ahí se enfocó en el estudio de la literatura y el español; sin embargo, sus inquietudes políticas provocaron que saliera de esa institución y posteriormente ingresara a la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, donde fue compañero de grupo de Lucio Cabañas Barrientos.
El triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959 tuvo un impacto importante en la historia mundial y despertó la esperanza en el resto de los países de América Latina, donde se fortalecieron los movimientos de izquierda. Ese impulso llegó a la normal de Ayotzinapa, en donde Lucio e Inocencio instalaron en la oficina del Comité Ejecutivo de la Sociedad de Alumnos una radio de bulbos que diariamente, a las ocho de la noche, captaba las transmisiones del Ejército Rebelde desde la Sierra Maestra de Cuba. La ausencia momentánea de la señal provocaba desesperación entre los oyentes, pero al final “Lucio aprovechaba el interés y entusiasmo de los radioescuchas para explicar la trascendencia e importancia histórica que tenía para Cuba, México y América Latina la lucha emprendida por los cubanos revolucionarios”, recuerdan Arturo Miranda Ramírez y Carlos G. Villarino en su libro El otro rostro de la guerrilla: 40 años después.
Junto a Lucio Cabañas, Inocencio Castro participó en el movimiento cívico de 1960, en el que la mayoría del pueblo guerrerense se organizó en repudio del gobernador del estado, Raúl Caballero Aburto, hasta lograr su caída y la desaparición de poderes, en enero de 1961.
El Frente Estudiantil Cívico de Ayotzinapa estaba encabezado por Lucio Cabañas, Inocencio Castro, Benito Méndez, Ubaldo Baiza, Nazario Efrén Girón y Manuel García Cabañas, quienes firmaron un manifiesto que se distribuyó el 1 de noviembre de 1960 durante un mitin en Chilpancingo contra Caballero Aburto.
El 5 de noviembre por la noche los universitarios salieron en cabalgata y apedrearon la Cámara de Diputados. Iban encabezados por Imperio Rebolledo y Vielma Heras. Después hubo un mitin en el que Pablo Sandoval e Inocencio Castro exigieron la desaparición de poderes en Guerrero, según datos que obran en el Archivo General de la Nación (AGN).
Una de las organizaciones más activas del movimiento cívico fue el Frente Reivindicador de Juventudes Guerrerenses, integrado por Juan Alarcón Hernández, Imperio Rebolledo Ayerdi, Luis Camacho Castañón, José Naime Naime, Ricardo Klimeck, Inocencio Castro, Lucio Cabañas Barrientos, Antonio Alcocer Salazar, Jaime Pineda, Armando Rivera, Ángel Custodio Reyes, Carlos Arce Villa, Genaro Arcos Pólito, Enrique Bucio, César Alarcón Nava, Felipe Medina Masón, Sergio Ríos Chapín, Jesús Aguirre Ultrilla, Toto Días Nava, Rubén Fuentes Alarcón y la mayoría estudiantil revolucionaria de los centros educativos del estado.
Ya como profesor, Inocencio fue invitado a la Costa Grande por el líder del sindicato de maestros José Guadalupe Solís Galeana quien era su amigo y compañero. Llegó a impartir clases a la comunidad Rodesia, en el municipio de Tecpan de Galeana; luego pasó a laborar a la escuela primaria José  María Morelos y Pavón de la comunidad de Tenexpa, que tenía únicamente hasta cuarto grado. Por eso Castro Arteaga y Solís Galeana gestionaron ante la Secretaría de Educación Pública (SEP) los recursos humanos y materiales para que este centro educativo contara con los seis grados.
Inocencio hizo su especialidad en Lengua y Literatura Española en la Escuela Normal Nueva Galicia de Guadalajara, Jalisco, en 1963-1964, nivelación pedagógica que se requería para poder impartir clases de español en secundaria, en ese nivel trabajó de 1966 a 1974. Fundó la Escuela Secundaria Agropecuaria de Tenexpa y también creó la secundaria Melchor Ocampo en San Luis San Pedro. Por eso en esa comunidad existe una calle que se llama Inocencio Castro Arteaga desde hace unos 25 años.
Ya como profesionista, Inocencio siempre mantuvo contacto con sus compañeros de la normal con los que tenía la idea de hacer un cambio en beneficio de los pobres, debido a que en esos años prevalecía el caciquismo y el autoritarismo en el gobierno. Siempre tuvo comunicación con los grupos de izquierda, tenía compañeros en todo el estado de Guerrero y en la Ciudad de México, como ellos ingresó al Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), una corriente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) fundada por el profesor Othón Salazar, en la que también participaba Lucio Cabañas.
Inocencio y Lucio fueron muy buenos amigos, pero cuando éste se refugió en la sierra huyendo de la persecución policiaca y de los caciques de Atoyac después de la matanza del 18 de mayo de 1967, Inocencio ya no siguió su camino. Aun así, de alguna manera siempre tuvieron comunicación amistosa. Muchos miembros del MRM —como Jacob Nájera y Félix Bello Manzanares— se convirtieron en la base urbana de apoyo principal para la guerrilla. Inocencio también colaboró. Uno de los servicios que prestó fue alojar en su casa al sacerdote Carlos Bonilla Machorro, a la espera del momento de subir a la sierra para entrevistarse con el maestro guerrillero.
A los campamentos guerrilleros de la sierra llegaba mucha propaganda del Partido Comunista Mexicano. Inicialmente enviaban un periódico que se llamaba La voz de México. Uno de los encargados de hacer llegar esa propaganda a la sierra era Inocencio Castro, él personalmente llevaba los paquetes o los mandaba con el correo de la guerrilla que era David Cabañas Barrientos.
En 1974, el mayor cacique priista de Tecpan de Galeana, Abelardo Ramos Tapia, le dijo al senador Rubén Figueroa Figueroa, quien se perfilaba como candidato a gobernador, que Inocencio Castro tenía buena relación con Lucio Cabañas. Entonces el senador lo localizó y le pidió fuera su enlace con la guerrilla de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento. La idea era que facilitara el diálogo que llevara a un acuerdo de pacificación de la región para encontrar un estado en paz cuando llegara a ser gobernador.
Inocencio se rehusaba, pero lo acosaron hasta que lo convencieron. Hay cartas que le envió Rubén Figueroa, donde le escribía que quería reunirse con Lucio para buscar que dejara las armas y se incorporara a la lucha política legal en aras de la paz social en el estado. Ante esa petición, Chencho accedió y viajó por muchos pueblos y montañas tratando de establecer contacto con Lucio para informarle de las intenciones de Figueroa.
En noviembre de 1972 la Brigada Campesina de Ajusticiamiento organizó en el campamento El Venado del cerro de El Zanate, una conferencia nacional con otros grupos armados del país. Además de representantes del Partido de los Pobres, participaron miembros del Movimiento de Acción Revolucionaria y de Los Guajiros; Vicente Estrada Vega, Dionisio, quien representaba un grupo en formación en el Estado de Morelos, e Inocencio Castro Arteaga, quien militaba en el Movimiento Revolucionario del Magisterio.
Lucio Cabañas invitó a la asamblea a organismos dependientes del PCM. No todos acudieron a la cita, pero sí lo hizo Inocencio Castro, aunque un poco retrasado. La llegada del maestro integrante del MRM ocasionó incomodidad, ya que no sólo era representante de los “oportunistas”, en opinión de los grupos armados reunidos, sino porque además llevaba noticias de un personaje que posteriormente sería uno de los responsables de la peor represión al pueblo de Guerrero.
Sin duda, Inocencio fue un colaborador de primera línea del movimiento armado. En la versión oficial de la guerrilla publicada en libro Lucio Cabañas y el Partido de los Pobres. Una experiencia guerrillera en México, hay una mención que llama la atención: “En días últimos del mes de diciembre de 1973 salí a una comisión al pueblo del Tanate (Tenexpa) a casa del compa Inocencio Castro para traerlo al campamento a platicar con el compa Lucio”.
Cuando la guerrilla decidió recibir al senador, le dieron instrucciones a Inocencio para que lo acompañara hasta un lugar de la sierra, allá lo dejó platicando con los guerrilleros y él se regresó a su casa para no faltar a su trabajo como maestro en el pueblo de Nuxco. Fue cuando se concretó la cita con Lucio Cabañas y ya en la sierra las negociaciones se salieron de su cauce y el senador fue secuestrado.
“Poco tiempo después nos enteramos de que Lucio había decidido retenerlo en la sierra por no haber llegado acuerdos y que exigía muchas cosas que ya no recuerdo. A partir de ese momento mi esposo empezó a vivir horas de angustia porque la policía y el ejército donde quiera lo andaban buscando y así ya no podía seguir asistiendo a trabajar a la escuela”, comentó doña Adelina esposa de Inocencio.
La noche del 4 de junio de 1974, en el noticiario 24 Horas, Inocencio Castro por vía telefónica dio una entrevista, donde informó de su intervención en el encuentro entre el senador y Cabañas. “Una tarde decidió hablar a través de un teléfono público al noticiario de Televisa 24 Horas, que dirigía Jacobo Zabludovsky, para decir que él no tenía nada que ver en el secuestro del ingeniero Figueroa y que sólo sirvió de enlace con Lucio por petición del propio senador. Le pareció raro que Zabludovsky le hiciera plática más tiempo de lo que él se esperaba, sin sospechar que eran las instrucciones de inteligencia militar, para darle tiempo a su localización telefónica y pudiera ser aprehendido”, recuerda la familia.

“El oidor de noticias [de la Brigada] escuchaba el noticiero 24 Horas por la noche cuando entró la llamada telefónica de Inocencio Castro Arteaga, quien comunicaba haber sido el intermediario para la realización de la entrevista del senador Rubén Figueroa con la guerrilla, lamentando el desenlace que tuvo dicha entrevista (...) Inocencio Castro tomó la más torpe determinación para evitar ser involucrado por el gobierno en el secuestro (...) Las consecuencias son su detención inmediata en su casa y su desaparición hasta la fecha”, recuerda un guerrillero de nombre Manuel.  Esa misma noche fue secuestrado.

3 comentarios:

  1. Interesante esta historia de un hombre que ha sido hermano de mi Abuela materna,.
    Maria Castro Arteaga.
    Fueron tiempos de represión que continuaron por varios años, por parte de el gobierno federal y también por los gobiernos de los Figueroa .

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  2. Interesante esta historia de un hombre que ha sido hermano de mi Abuela materna,.
    Maria Castro Arteaga.
    Fueron tiempos de represión que continuaron por varios años, por parte de el gobierno federal y también por los gobiernos de los Figueroa .

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  3. Interesante esta historia de un hombre que ha sido hermano de mi Abuela materna,.
    Maria Castro Arteaga.
    Fueron tiempos de represión que continuaron por varios años, por parte de el gobierno federal y también por los gobiernos de los Figueroa .

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