Walton es un candidato sin partido

Víctor Cardona Galindo

Luis Walton Aburto no está en la competencia por la gubernatura, ni lo estará. No es una simple ocurrencia, simplemente basta con saber que el movimiento Ciudadano no es un partido estatal, nunca lo ha sido y no lo será en estas elecciones. Walton puede ser un profesionista y un comerciante muy prestigiado, pero como se ha dicho en entregas anteriores “un puño de plumas no puede volar si no tiene un pájaro dentro”, esto aplicado a la política quiere decir que, ningún candidato puede ganar sin estructura.

Que los dirigentes del Movimiento Ciudadano digan que dejaron libres 22 distritos locales para una gran alianza ciudadana, es una gran jalada, lo que pasa es que no tienen candidatos para esos distritos, de lo contrario estarían peleándolos. Habría que ver también en cuantos municipios el Movimiento Ciudadano registra planilla, Si no completa en todos nos daría la razón.

Por lo pronto los del partido naranja no podrán llenar representación en las 4 mil 905 casillas que se instalaran en todo el estado de Guerrero, es más no creo que llenen ni en Acapulco de donde es el candidato, que no salió muy bien parado de la alcaldía. Donde hay muchos extrabajadores del Ayuntamiento, a los que corrió a pesar de su antigüedad, que le cobrarán la factura. Por eso la única posibilidad que tenía Walton de llegar a la gubernatura era que el PRD lo postulara, porque ese partido si tiene una estructura estatal que se verá mermada también por la existencia de Morena, partido que tampoco completará sus representantes en todas las casillas del estado…

En Atoyac el doctor Miguel Romero Catalán es uno de sus fundadores del partido ex Convergencia, que se fortaleció cuando Elí Olea Urioste fue su candidato y lograron tener una regiduría que representó Laura Mayen, luego los abanderó Fredy Barrera Méndez quien les dejó dos regidurías, una que ocupó Miguel Romero Catalán y la otra Faustino Araujo Calderón.

En el periodo pasado el presidente municipal Carlos Armando Bello Gómez recomendó a Antonio (Tony) Cobarrubias Rivera que era regidor por Nueva Alianza, después de haber salido del PRD, para que fuera presidente del Movimiento Ciudadano en este municipio, con él ese partido ganó una representación en el cabildo municipal.

Después al no salir favorecidos con un espacio la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) dejó el PRD y se sumó al MC llevando, en las pasadas elecciones, como abanderado a Javier Galeana Cadena y a Rocío Mesino como sindica, donde lograron dos regidurías que son las que ocupan Reyna Alcocer y Homero Barrera.

La última vez que platiqué con Rocío Mesino bajo el árbol de tamarindo que está frente a la presidencia, me dijo que ella ya se quedaría a fortalecer al MC que no andaría “pendejiando”. Es decir que ya no se iría a otro partido.

Una de las sorpresas que nos llevamos hace poco fue que Tony Cobarrubias con sus dos regidores, Homero Barrera, que es su cuñado y Reyna Alcocer, con un grupo de seguidores se afiliaron masivamente al Partido Verde, dejando sin representación al MC en el cabildo.

Al renunciar Antonio Cobarrubias al Partido Movimiento Ciudadano, la estafeta quedó en manos de la Organización Campesina de la Sierra del Sur y Carlos Mesino asumió la dirección de ese instituto político. Si no fuera por la presencia de la OCSS en el municipio, ahora encabezada por Norma Mesino, ese partido aquí no tendría estructura electoral.

Javier Galeana Cadena se registró el 28 de febrero como aspirante a la presidencia municipal y seguramente será el candidato, donde la única posibilidad de ganar la alcaldía es capitalizar la inconformidad que se venga en el PRI después de la selección de candidatos. Algo que se ve remoto.

Porque con tres partidos de izquierda contendiendo difícilmente le podrán ganar al PRI, eso engalla a muchos, porque dicen que si el MC, Morena, Partido del Trabajo y PRD lanzan candidatos por separado, entonces hasta el más menso candidato del PRI puede ganar sin ningún problema. Por eso dicen que ésta vez viviremos la elección más barata de la historia, donde hasta el más pobre candidato del PRI puede ganar.