Víctor Cardona Galindo
En 1971 el Ejército volvió a reprimir a los ejidatarios de Santa Lucía.
Perseguía a los campesinos que se oponían a la explotación de madera y a su vez
apoyaba a los caciques locales. “Llegaron los Rentería con los soldados a los
pueblos y como la gente estaba atemorizada de los guachos porque venían
golpeando a todos para sacarles el lugar donde estaban mis hijos, mejor se iban
de sus casas. Pero los guachos aprovechaban su huida para perseguirlos”, dijo
una de las víctimas a Francisco Gómezjara. En esa incursión en Santa Lucía se
metieron sin orden de cateo a las casas y asesinaron a golpes a dos jóvenes
campesinos del que se desconocen sus nombres. Los caciques denunciaban como
guerrillero a los que se oponían a la tala de madera.
En otro caso, recogido por Gómezjara, detuvieron a dos hermanos el 5 de
diciembre (no se especifica de que año) uno de 20 y el otro de 25, “se los
llevaron vestidos de militares para que los demás campesinos de los pueblos no
los reconocieran. En el camino a la sierra asesinaron a uno a garrotazos… A
otro –que era el más chico- lo anduvieron, trayendo por el monte durante 4
días, hasta que lo mataron de un balazo”, cerca de Los Corales. De esa época en
esa zona se conocen los casos de: Sabás Ramírez Lorenzana e Isaías Ramírez
quienes fueron muertos a tiros por militares, Amado Cruz apareció ahorcado y a
Fortino Ramos lo mataron a garrotazos.
Mientras
el Ejército se movilizaba en todas direcciones para atrapar a los guerrilleros,
de pronto el 17 de marzo 1971, el acaudalado doctor Telésforo Andalón Salgado
fue secuestrado en su consultorio de Acapulco por dos hombres armados. Los
hechos fueron a las 17:10 horas. Lo subieron en su propio automóvil y se lo
llevaron por la Calzada Pie de la Cuesta rumbo a la sierra de Atoyac, mientras
que su recepcionista, que presenció los hechos, dio aviso a sus hermanos y la
policía. Inexplicablemente Andalón fue dejado en libertad horas más tarde, “al
convencer a sus raptores de que los ricos son sus hermanos y él es un hombre
pobre”, dijo a la prensa llegando a su casa.
El
hecho causó confusión porque el doctor Telésforo Andalón era gente de mucho
dinero, él y sus hermanos Pedro y Pablo, eran copropietarios de una cadena de
ferreterías y madererías.
Dice Wilfrido
Fierro: “Al conocido galeno se lo sacaron de su consultorio médico dos
individuos disfrazados de hippies y conducido en su mismo coche a la sierra de
Atoyac donde fue liberado al no disponer del dinero que le pedían los
secuestradores. La Policía Judicial del puerto de Acapulco vino en su auxilio
logrando encontrarlo libre en la gasolinera Santa Rosa”.
La
verdad es que ese día se trataba de secuestrar al doctor José Becerra Luna
quien, según la versión de la guerrilla, formaba parte de los ricos de Atoyac, era
un acaparador de café y después de la matanza del 18 de mayo de 1967 dio 250
mil pesos al coronel que estaba en el cuartel de Atoyac para que persiguiera a
Lucio Cabañas en la sierra.
Para secuestrar a Becerra se
hicieron dos intentos, en ambos la Brigada Campesina de Ajusticiamiento
fracasó. El primero fue ese el 17 de marzo de 1971. El grupo encargado de
conseguir un automóvil para transportar a José Becerra Luna se llevó a
Telésforo Andalón como rehén.
Ese día Lucio Cabañas esperaba,
en la casa de Arturo Gallegos, mientras sus dos compañeros iban a expropiar un
carro para pasar a Atoyac a llevarse retenido al doctor Becerra Luna. “El plan
era que Lucio junto con Eugenio y Enrique se encontraran con los
compañeros que ya tenían el carro, para ir a secuestrar a Becerra. Pero el
punto de encuentro en la carretera, entre ambos equipos, nunca se llevó a cabo
y esto provocó que los que tenían prisionero al Dr. Telésforo Andalón lo
dejaran ir con todo y coche”.
“Al parecer, los dos
compañeros con el carro y el dueño en calidad de rehén se habían adelantado, de
tal suerte que pasaron por Atoyac sin siquiera hacer el intento de raptar a
Becerra (...) Continuaron camino a la sierra y en punto cercano a San Andrés de
la Cruz abandonaron la unidad y soltaron al doctor Andalón, al que le dijeron: –Queda
en libertad doctor, ya puede regresar a Acapulco, sólo tiene que encontrar las
llaves–, mismas que aventaron a la maleza”, comenta Arturo Gallegos.
“Las
autoridades presumen que la pareja de bandoleros pertenece a la banda de Genaro
Vázquez Rojas y que se ocultan en la sierra”, publicaba La Prensa el 18 de marzo de 1971.
“Este
es el cuarto secuestro que ocurre en el estado de Guerrero, desde que Juan
Gallardo Solís, a mediados de 1970, fue secuestrado en San Jerónimo de Juárez.
Fue rescatado por cien mil pesos. En diciembre del mismo año, fue secuestrado
en Atoyac de Álvarez el gerente del Banco del Sur Donaciano Luna Radilla, cuyos
familiares pagaron medio millón de pesos; después de nueve días de permanecer
con sus captores, fue liberado. También se registró un fallido secuestro del
millonario cafetalero Antonio Fierro, quien con sus familiares se defendió de
los presuntos secuestradores y dieron muerte a dos, que iban vestidos de
militares”, publicaba Excélsior el 18
de marzo.
Ese
mismo día el periódico local Prensa Libre
se publicaba una fotografía del profesor Genaro Vázquez Rojas, señalando: “Este
es el famoso Genaro Vázquez Rojas a quien se le atribuyen actos delictuosos que
están sucediendo con frecuencia en la Región de la Costa Grande”, pero “lo
cierto es que el Prof. Vázquez Rojas es ajeno a los asaltos, secuestros,
crímenes, su lucha es otra”.
El
primero de abril de 1971 el profesor Caritino Maldonado gobernador constitucional
de Guerrero rindió su segundo informe de gobierno. En algún momento de su
discurso sin mencionar a los guerrilleros que se movían por la sierra dijo que
era propósito indeclinable de su gobierno “sostener la armonía entre los campesinos y mejorar el clima de
seguridad en el medio rural”, fue parte de la nota de El Nacional el 3 de abril.
“El 11
de abril guerrilleros de la ACNR, comandados por el profesor Genaro Vázquez
Rojas, secuestraron a Agustín Bautista Cabrera. Detuvieron un camión que
transportaba café; mientras trasladaban la carga a una camioneta propiedad de
Severiano Magaña Flores, la cual iba manejada por su hijo, Pedro Magaña. Los
genaristas se llevaron secuestrado a Agustín Bautista Cabrera”, los informes de la policía reportan
también que la semilla fue descargada en el domicilio de Eleuterio Lozano, en
el poblado de San Vicente de Jesús.
Se dice que exigían
por la vida de Agustín Bautista 250 mil pesos y su familia ofrecía 150 mil,
pero como no se concretó la operación, fue pasado por las armas cerca del Río
de Santiago.
La
ACNR se adjudicó el secuestro mediante un comunicado firmado el 11 de abril de
1971 en el campamento Revolucionario José María Morelos, entre otras
cosas dice el texto: “Consecuentes con la línea de lucha trazada por nuestra
heroica fuerza dirigente la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, el
Comité Armado de Liberación ‘Emiliano Zapata’ se responsabiliza de la
expropiación de 60 quintales de café y del secuestro del Sr. Agustín Bautista,
hijo de Jorge Bautista, cacique explotador, perseguidor y asesino de
campesinos; guía del ejército y amapolero con apoyo oficial (…) Nuestro acto es el castigo a la familia Bautista, de El
Paraíso, Gro., cuya cabeza, junto con el detenido, son principales responsables
de la muerte de los campesinos Jesús Pérez, Lucio Reyes, Máximo Vélez, Severo
Pérez, Pedro Guerrero y Alejandro Zimbras”.
Según
las conjeturas que hizo la policía política, los escritos enviados a la familia
para las negociaciones de la vida de Agustín Bautista fueron escritos por
Genaro Vázquez en el lugar denominado Las Trincheras. Los llevaba a la familia
Nicandra. Por declaraciones logradas a través de la tortura, la versión oficial
concluyó que al no obtenerse el dinero solicitado, Genaro ordenó la muerte del
secuestrado, quien fue ejecutado por Trinidad Garay y La Rocola. Posteriormente se dirigieron al lugar denominado
Posquelite, cerca del poblado El Quemado, donde cada uno se fue por su lado
para que la policía no pudiera capturarlos.
La radio y la
televisión informaban, el 17 de abril, que a las 18:55 horas de ese día, murió
en un accidente aéreo el profesor Caritino Maldonado Pérez gobernador del
estado de Guerrero, cuando hacía un vuelo de Ciudad Altamirano a Chilpancingo
en el helicóptero XC-GEM propiedad del gobierno del Estado de México que cayó
en la barranca Los Marcos Miraban cerca del poblado de Xochipala. Con él
murieron calcinados el capitán aviador Héctor Humano, el presidente del
Tribunal de Justicia Carlos F. Urióstegui y el presidente de la cámara de diputados
Federico Astudillo. Sus
restos fueron velados en el Palacio de Gobierno, donde laboró dos años, 17
días, y posteriormente fue sepultado en el panteón municipal de Chilpancingo.
El 20
de abril a las dos de la tarde Cámara de Diputados se reunió y designó al presidente
municipal de Acapulco, al atoyaquense Israel Nogueda Otero, gobernador
sustituto de Guerrero quien rindió protesta de ley a las 14:55 horas de ese
día.
Mientras Guerrero estrenaba gobernador, en Atoyac el cadáver del Agustín
Bautista Cabrera fue encontrado en el paso del Río de Santiago de la zona
cafetalera. El 22 de abril de 1971, el comisario de Río Santiago Ignacio Yánez
López informaba “hoy este día como eso de las seis y media de la mañana tuve
conocimiento por el ejidatario C. Severiano Galindo de un cadáver que se
encontraba en el lugar denominado La Poza Verde; al recibir la noticia me trasladé
al lugar de los hechos para investigar quien era ese cadáver a una vez
investigue y resultó ser Agustín Bautista de El Paraíso. Encontrándole en el
cráneo de derecha a izquierda una bala calibre 380 que fue la que le quitó la
vida”. Traía “pantalón negro, camisa azul, zapatos negros, calcetines color
gris, cubierto la cara con paño rojo (…) Dos cartas, una en la cual los
agresores justifican el porqué de las decisiones tomadas y otra en la que
obligaban al finado a hacerse culpable de algunos muertos y avisaba a sus
familiares su sentencia de muerte para el día 21 de abril de 1971 a las 12 de
la noche”, dice el acta levantada por Ignacio Yánez López.
Días
después el 28 de abril, entre las 9:30 y las 11:00 horas, elementos de
Seguridad Pública del Estado, sostuvieron un encuentro a balazos con seis
individuos encabezados por J. Trinidad Garay González, donde resultó muerto el
policía Jesús Romero Martínez de 35
años, quien estaba bajo el mando del comandante Pablo Flores Espejo. Los hechos
se desarrollaron en las orillas de Santiago de la Unión, zona de la sierra del
municipio de Atoyac. También murió el padre de Trinidad Garay González y un
hermano ya estaba para estas fechas estaba en manos de la policía.
En la
acción, según la policía, se recogieron un rifle 7 mm y uno Cal. 22, sin que se
hubiera logrado ninguna detención a pesar de haber identificado entre otras
armas un rifle 30 M-2, una escopeta automática Calibre 16 y un rifle 7
milímetros.
Por
otra parte, elementos de la misma Dirección de Seguridad Pública del estado detuvieron
a Victorio Lozano a quien supuestamente le encontraron el café robado y a Reynold
Fierro Navarrete a quien señalaban como cómplice del secuestro y homicidio de
Agustín Bautista Cabrera.
Ya para la mañana del 30 de abril arribó a la ciudad de Atoyac el general
de División Hermenegildo Cuenca Díaz, Secretario de la Defensa Nacional. “Su
visita se debe en buscar la solución de apaciguar la región y sobre todo la
zona cafetalera donde operan los guerrilleros Genaro Vázquez Rojas y Lucio
Cabañas Barrientos”, dijo de este momento el cronista Wilfrido Fierro. Cuenca
Díaz dejó trabajando en la sierra de Atoyac comandos militares del 32º, 18º,
49º y 50º Batallones que patrullaban la región cafetalera con la intervención
de algunos helicópteros.
Al tensarse la situación la Dirección Federal de Seguridad detuvo a Hilda
Flores Solís y el gobierno quiso involucrar al presbítero atoyaquense Ángel
Martínez como miembro de ACNR, pero la organización lo desmintió
inmediatamente. El sacerdote había servido de mediador para entregar el rescate de
Donaciano Luna Radilla.
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