martes, 22 de agosto de 2017

Crónica de una protesta anunciada


Víctor Cardona Galindo
El Ayuntamiento de Atoyac atraviesa por una severa crisis, ya debe cuatro quincenas seguidas a los trabajadores administrativos, parte del pago del aguinaldo de 2015 y 2016, hay un desorden administrativo, en el Cabildo se viven conflictos de intereses y por si fuera poco no hay obra de impacto social. El alcalde Dámaso Pérez Organes gobierna con el corazón, sin ninguna planeación y el dinero se le está yendo en la “morralla”. Según comentarios de los propios empleados de tesorería, el primer edil llega a gastarse, en un mes, hasta millón y medio de pesos en dádivas que reparte a la gente que todos los días lo espera, al amanecer, afuera de su casa en El Ticuí.
Trabajadores administrativos del Ayuntamiento de Atoyac
 en una marcha que realizaron la mañana del viernes 11 
por las calles principales de Atoyac. 
Foto: cortesía de Juan Carlos Salgado Campos. 

Por si fuera poco éste año la Ciudad de los Servicios estuvo meses sin electricidad. Enviaban energía a las oficinas, algunas horas del día, por medio de una planta que funcionaba a través de diesel. Por las protestas que se han dado la tesorera Mayli Enid Ponce Manríquez se llevó las oficinas administrativas de la tesorería para su casa en la calle Vicente Guerrero. Por si fuera poco 13 personas, los 10 ediles, la tesorera, la oficial mayor y el secretario municipal se llevan el 25 por ciento de lo que se gasta en nómina.
En la Ciudad de los Servicios, según la lista de la jefatura de Recursos Humanos, laboran 170 trabajadores municipales, sin contar a los agentes de la Policía Preventiva y  de Protección Civil. La mayoría ejerce su labor en condiciones muy desfavorables, sólo seis oficinas tienen aire acondicionado, las demás son unas barracas con techo de asbesto, material que en muchos países está prohibido por ser cancerígeno. No cuentan con lo básico para trabajar, los muebles ya están apolillados y muchos funcionarios redactan sus documentos en ciber cafés.
Por la situación que se vive hace unos días todo el cuerpo edilicio fue multado con 8 mil 595 pesos por no pagar laudos. La sindica ha sido arraigada en su domicilio y ha tenido que ampararse para no ir a la cárcel.
No hay unidad entre los ediles porque el presidente se ha negado a realizar sesiones cabildo, solamente se han llevado seis sesiones este año. En el último cabildo que se realizó el alcalde les dijo que pediría un adelanto de las participaciones federales del 2018 y tiene la intención de pedir un préstamo por 23 millones de pesos a Banorte.
En el cabildo se presenta un conflicto de intereses porque hay regidores como Antonio Covarrubias Rivera que renta sus camiones y pipas al Ayuntamiento. El regidor Jesús Enrique Quiñones Salinas construye obras para el Ayuntamiento generando problemas para la administración por la falta transparencia y conclusión de las obras como las aulas de escuela primaria Herminia L. Gómez, la pavimentación de la calle Florida y otra vía en la colonia Benito Juárez cuya obra se encuentra inconclusa. También se habla que el regidor perredista no ha podido comprobar cuatro millones de un drenaje que no realizó.
Los regidores reciben 35 mil pesos quincenales, de los cuales 10 mil son para que paguen a su personal de apoyo, otros 10 mil para gasto social y les quedan 15 mil pesos como salario neto. Lo malo es que existen regidores como Antonio Covarrubias Rivera y Enrique Quiñones Salinas que no dan apoyos a la gente y ni pagan personal, porque tienen en sus oficinas a trabajadores sindicalizados, quedándose con los 30 mil pesos además de los negocios que tienen con el Ayuntamiento.
La regidora Dora Osmaira Nava Santos quien renunció al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para no entregar la cuota al partido se fue de vacaciones a Dineylandia sin permiso del Cabildo. Una foto se coló en las redes sociales y comenzaron las críticas.
Otro problema que tiene el presidente municipal es que no tiene gente suya a su alrededor, el secretario Abel Enrique Gómez Ozuna es del grupo de Isaías Eduardo, Gómez Ozuna, el jefe de personal Guillermo Ortega y la secretaria técnica Anel Pino, son gente del grupo de Ediberto Tabares, mientras la tesorera y la oficial mayor no tienen militancia probada en el PRI es decir fueron beneficiadas por las circunstancias. Por eso se dice que el presidente está descobijado por todos los frentes.
Este Ayuntamiento ha enfrentado muchas movilizaciones, en enero de 2017 paró labores la policía preventiva exigiendo el pago de aguinaldo, también lo hicieron  los trabajadores de Saneamiento Básico y el 26 de febrero se paralizó la Comisión de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento del Municipio de Atoyac (CAPASMA) porque únicamente recibieron 30 días de aguinaldo. Ese mes prácticamente se paralizó el Ayuntamiento.
En marzo se anunció el despido de 200 trabajadores para enfrentar un recorte de un millón 500 mil pesos. Dámaso al inicio de la colecta de la Cruz Roja dijo que se podía sostener la nómina debido al recorte que se hizo a los Ayuntamientos. Esa vez anunció que estaba por dar de baja a 80 policías.
En mayo despidieron a muchos trabajadores. La lista de los despedidos se le atribuyó a la tesorera Mayli Enid Ponce Manriquez y a la oficial mayor Ana Betzy Arzeta Castro quienes no mediaron ningún criterio porque despidieron a trabajadores con antigüedad, basificados y cuadros importantes del PRI, madres solteras y mujeres enfermas. Pero debido a las protestas ésta decisión se vino abajo y los despedidos regresaron a su trabajo. Sin embargo ya no les recuperaron las quincenas del mes de mayo.
El 6 de julio el presidente municipal envió un oficio a la oficial mayor Ana Betzy Arzeta Castro donde le dice que para no despedir más trabajadores “se descansará a la mitad del personal administrativo, es decir una quincena laborará el 50% de la nómina y la otra quincena el otro 50 % las únicas excepciones que se harán principalmente será con las áreas que generan ingresos”.
“Debo reconocer que hay personal que es muy cumplido con sus responsabilidades pero hay también quienes no lo hacen, provocando críticas de la sociedad atoyaquense más aun cuando no atienden a nuestros paisanos con respeto y amabilidad como siempre les he instruido”.
“Inevitablemente si la situación no mejora, tendrá que haber despidos y se hará con los trabajadores que no cumplan con los resultados que la sociedad exige y una vez que hayan sido despedidos se cancelarán las plazas y no habrá nuevas contrataciones mucho menos ingresos porque aun cuando yo lo acepte no habrá recursos para el pago de sus sueldos”. Este oficio solamente lo conocieron los regidores priistas y los trabajadores atribuyeron su redacción a la tesorera.
El 21 de julio el secretario de municipal Abel Gómez Ozuna anunció que el Ayuntamiento mandaría de vacaciones a la mitad de los trabajadores como parte de un plan de austeridad y oxigenar las finanzas. Dijo que de 700 empleados que había pretendían reducir la nómina a 450 trabajadores.
Luego enviaron la primera remesa a descansar bajo el argumento que se tenía que ahorrar para pagar el préstamo de 13 millones que se pidió para pagar aguinaldo, el problema era que estaban mandando a descansar si goce de sueldo a los que no recibieron su aguinaldo completo. Y es que de esos 13 millones se pagaron aguinaldos y prestaciones a los sindicalizados, 70 días a los del departamento de Saneamiento Básico y 90 días a los agentes de la Policía Preventiva. Y la comuna pagó el Impuesto Sobre la Renta (ISR) no se les descontó a los trabajadores. No está claro cómo se distribuyó, lo cierto es que el dinero no alcanzó.
El 31 de julio pararon los trabajadores de Saneamiento Básico y los trabajadores de CAPASMA, lograron que les abonaran de las quincenas que les debían. Con los trabajadores administrativos la inconformidad comenzó desde el jueves 3 de agosto al cumplirse tres quincenas sin cobrar. En los pasillo comenzaron los comentarios hay que organizarnos “como ven” hay que tomar el Ayuntamiento porque solamente así entiende el presidente. A los de Saneamiento Básico ya les pagaron.
Las cosas comenzaron el viernes cuando se hizo una reunión de basificados y alguien corrió la versión que será para todos los trabajadores administrativos, llegan muchos, pero se les regresa porque los basificados querían hablar de lo suyo. “Nada de protestas vamos a pedir por medio de un documento que se nos respete ya basta que nos traten como hijos de vecino”. La oficial mayor los ha tratado mal corrió a Anahí Pérez y ahora manda a trabajadores basificados como a Gloria Nario de vacaciones un mes sin goce de sueldo.
Los basificados se reúnen  el lunes a las cinco de la tarde con el jefe de personal Guillermo Ortega en la entrada del DIF y los invita a ponerse la camiseta porque no hay dinero para pagar el presidente anda consiguiendo. Memo sale airoso de la reunión, hay que esperar.
El 8 de agosto se reunieron los trabajadores administrativos del Ayuntamiento en el Archivo Municipal, con Guillerno Ortega quien intentó convencerlos de esperar pero no lo consigue y se vienen las tomas de las oficinas para exigir el pago de las quincenas atrasadas, ya que sus familias sufren las consecuencias de la falta de pago. Después de tomar las oficinas de la Ciudad de los Servicios tomaron el DIF municipal y se instala un plantón en el Zócalo de la Ciudad ahí el ex presidente municipal Armando Bello Gómez aprovecha para enviarles unos pollos rostizados a los paristas.
Los trabajadores piden pago total de las quincenas y el pago completo del aguinaldo. La destitución de la tesorera Maily Enid Poce Manríquez, del encargado de nómina Ulises de Jesús Gutiérrez y de la oficial mayor Ana Betzy Arzeta Castro. Los trabajadores argumentan que si hay dinero para pagar, porque el Ayuntamiento recibe participaciones federales anuales hasta por 183 millones 894 mil 569 pesos. Además que el Ayuntamiento en un día normal tiene ingresos superiores a los 20 mil pesos.
La mayoría de los trabajadores le tienen una alta estimación al presidente “a Dámaso nadie lo puede señalar de corrupto, pero si le falta pericia para gobernar. Es más ni siquiera se ha sentado a gobernar ha dejado que la tesorera y el subdirector de obras pública Alberto Paz Serrano, El Pocho, deshagan a su antojo la administración. Ellos son los beneficiados de este desorden en el Ayuntamiento”, es el argumento general.
El movimiento que iniciaron los trabajadores el 8 de agosto, no tiene el objetivo de tumbar al presidente municipal sin embargo algunos expertos en la política municipal dicen que con esta protesta ya se le cayó la reelección o la diputación local a Dámaso Pérez Organes.
Uno de los casos que más han pegado en contra de la oficial mayor es que corrió a Itzel Alelí Reyes trabajadora del departamento de Recursos Humanos quien fue despedida cuando se encontraba con incapacidad por su embarazo. Itzel Alelí se unió el miércoles a las protestas y en medio de la lluvia denunció ante el presidente a la oficial mayor.
El presidente municipal dice que la problemática se derivó del préstamo de 13 millones de pesos que solicitó al banco Interacciones para solventar el pago del aguinaldo. Que los descuentos mensuales son de un millón 200 mil pesos y empezaron a partir de marzo. A este adeudo se suma otro préstamo de 2 millones y medio de pesos que se pidió al gobierno del estado con un descuento mensual de 400 mil pesos, además de los descuentos para el pago de ocho laudos laborales, que han venido afectando el pago puntual de los salarios a los empleados.
Los cierto es que las protestas siguen y no hay para cuando se resuelva la situación.


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