martes, 1 de noviembre de 2016

Jonás Trujillo González


Víctor Cardona Galindo
Jonás Trujillo González nació el 19 de marzo de 1974 es hijo de Martín Trujillo Brito y de Yolanda González Mendoza. Su familia vive en una zona pobre de su comunidad natal El Ticuí, donde el cultivo de mango es la principal actividad económica.
El Ticuí es una población de más de tres mil habitantes y está a un kilómetro de la cabecera municipal de Atoyac, pasando el río. El poblado es famoso porque ahí se encuentran las ruinas de lo que fue la fábrica de hilados y tejidos “Progreso del Sur”. Esa factoría, en la primera mitad del siglo pasado, le dio mucho realce a la región por la cantidad de empleos que generaba.
 Jonás Trujillo González su pasión son los animales
 y trabajar en el campo. Foto: cortesía de su familia.

Jonás es el más chico de cinco hermanos: Ana, Benjamín, Martín, Benito y de ahí sigue él.
De sus hermanos, Ana es maestra, Martín es licenciado en derecho pero todavía no tiene cédula y Benito estudia el segundo año, también para maestro, en la Normal de Ayotzinapa.
Doña Yolanda no descansa en la búsqueda de su hijo y don Martín se viene a trabajar por días para luego seguir en la lucha. Se va cinco días a la semana, a las instalaciones de la Normal, y los otros se regresa a trabajar en su parcela para juntar un poco dinero y financiar su estancia allá y parte recibe ayuda de los vecinos.
Jonás no fue al jardín de niños porque en el tiempo que ingresó a la primaria Valentín Gómez Farías ese requisito no se exigía. Siempre fue un alumno muy aplicado. Su padre no tuvo queja de sus maestros durante su estancia en ese plantel.
Estudió en la escuela secundaria general Enedino Ríos Radilla y en la Unidad Académica Preparatoria Número 22 dependiente de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG). Como estudiante nunca reprobó, su padre se siente orgulloso de eso.
La familia Trujillo es originaria de Tierra Caliente. Don Martín llegó de cuatro años para vivir en El Ticuí. Y la señora Yolanda González es de El Alto municipio de San Marcos. Don Martin se la trajo de allá cuando trabajaba por esos rumbos de la Costa Chica.
Martín Trujillo trabaja en el campo pero también conoce de albañilería. Mientras que su esposa se dedica al hogar y a la educación de sus hijos.
Desde los siete años Jonás comenzó a ayudar a su padre en los trabajos del campo, en la pequeña parcela que tiene don Martín por el rumbo de La Angostura, que cultiva con árboles de mango que apenas comenzarán a producir. Alterna ese cultivo perenne con la siembra de maíz que sirve para el autoconsumo de la familia.
Jonás desde pequeño ha sido buen chofer. Le gusta criar marranos y gallinas para generar su propio dinero y así contribuir en el gasto familiar. Al partir de su casa para estudiar en la Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa dejó encargado a su padre dos becerritos que estaba criando con mucho cariño. Así como 60 arbolitos de mango que cultivaba personalmente en la huerta de su papá en La Angostura.
Aspecto de la vivienda de la familia Trujillo González en la
comunidad de El Ticuí. Foto: Víctor Cardona Galindo

Él no ha sido deportista porque desde niño a estado dedicado al trabajo del campo y su pasión son los animales. Se quería dar de alta como soldado, pero don Martín lo disuadió haciéndole ver que los maestros tienen libre el fin de semana, tiempo que podía dedicar a sus animales y a sus palitos de mango. “Pensando que con el salario de maestro y un ‘cinquito’ más de sus palitos de mango se la pasaría más feliz”, dice don Martín quien se siente culpable de haberlo animado para que se fuera a la Normal.
Cuando ocurrieron los hechos de iguala Jonás acababa de entrar a la Normal en julio se incorporó a Ayotzinapa le echó ganas y pasó todos los exámenes recordando las palabras de su padre, “Con tu salario y tus manguitos no vas a estar triste”.

Llegando a la Normal no se escapó de un sobre nombre como dice ese texto que los propios normalistas subieron a la Internet. A Jonás “le decimos Beny porque su hermano va también aquí, pero en segundo año, y se llama Benito… entonces, ellos son los Benis… Él es alto, gordito, es de la Costa Grande, del Ticuí, municipio de Atoyac de Álvarez y con su hermano se lleva muy bien, son muy parecidos, sólo que él es más clarito de la piel, es más alto, aunque él es el menor…”

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