Víctor
Cardona Galindo
Israel
Jacinto Lugardo nació el 15 de julio de 1995, es hijo de Israel Jacinto Galindo
y Ernestina Lugardo del Valle. Sus dos padres son originarios de Los Valles un
pueblito de la sierra de Atoyac. Israel padre está en los Estados Unidos, hasta
donde emigró de mojado. Allá se enteró de la desaparición de su hijo a través
del Facebook.
Israel Jacinto Lugardo cuando terminó la primaria en la escuela Juan Escutia de la colonia popular 18 de mayo de 1967. Foto :Víctor Cardona Galindo |
Israel
tenía al desaparecer 19 años, es un joven de carácter tranquilo y buen hijo. Estudió
en el jardín de niños Tierra y Libertad y en la primaria Juan Escutia. Ambos
planteles están ubicados en la colonia popular 18 de mayo de 1967, donde vive
su familia. La 18, así la conoce la gente, es un asentamiento humano que se
fundó hace 26 años, tras una invasión de tierra, y está a un kilómetro de la
cabecera municipal.
Desde
allá caminaba todos los días para estudiar en la escuela secundaria federal
número 14 “Mi patria es primero” y después la preparatoria en la Unidad
Académica número 22, dependiente de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
Siempre
fue un buen estudiante, de su casa no salía, apenas jugó futbol cuando era niño
en la cancha de la 18. Sus padres no lo dejaban salir a la calle, por eso,
consideran sus familiares, no tiene vicios. Como no lo tienen todos los alumnos
de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala.
Israelito
es el quinto de seis hermanos: Gerardo, Leydi, Rubén, Ricardo, Israel y
Lizbeth. Su mamá se dedica al hogar y sus hermanos mayores son maestros.
Gerardo y Rubén también egresaron de Ayotzinapa. “De donde más si esa es la
escuela para nosotros los pobres”, dice su tía Nelly Jacinto Galindo.
Su
hermano Ricardo, que también estudia el segundo año en Ayotzinapa, se quedó en
la escuela cuando salieron sus compañeros a botear y a conseguir autobuses para
participar en la marcha del 2 de octubre y para realizar sus prácticas. Al
saberse del atentado, Ricardo logró comunicarse cuatro veces por teléfono con
Israel que iba en el tercer autobús. El ataque a balazos estuvo dirigido al
primer autobús. “Estoy en el último autobús y estamos rodeados y no nos dejan
salir”, le habría dicho Israel a su hermano Ricardo en la primera llamada. La
última vez que le llamó los policías les habían roto el parabrisas y por ahí les
habían lanzado gases lacrimógenos para obligarlos a salir. Israel estaba
tosiendo, por eso Ricardo cortó la llamada para que pudiera cubrirse la nariz y
la boca.
Aspecto de la vivienda de la familia Jacinto Lugardo en la colonia popular 18 de mayo de 1967. Foto Víctor Cardona Galindo |
Israel,
quien también es un buen dibujante, quería ser mecánico y pensaba estudiar en
Petatlán, pero platicando con sus hermanos decidieron que se iría a estudiar a
Ayotzinapa. Apenas tenía dos meses yendo cuando ocurrieron los trágicos sucesos
del 26 de septiembre. Su madre Ernestina Lugardo explicó que su hijo no pudo seguir en la
carrera que él quería, porque la escuela de mecánica es de paga y lo que les
envía su padre de Estados Unidos apenas alcanza para comer. Allá no tiene
trabajo de planta y la zona donde está llueve mucho y se queda sin trabajo muy
seguido.
La
familia Lugardo Jacinto vive en una vivienda de material. La casa es digna
porque Israel padre que tiene 12 años trabajando en los Estado Unidos, es
albañil y en un tiempo que estuvo aquí
construyó la vivienda con sus propias manos y los peones fueron sus hijos. En
su interior la casa es austera y no tiene muebles. En un principio la familia
contaba con una huerta de café en Los Valles pero al irse el jefe de mojado ese
cultivo se perdió entre la maleza. Por eso Israel pasó el examen socioenómico
cuando fue visitado por una comisión de Ayotzinapa.
La
información que subieron sus compañeros estudiantes de Ayotzinapa a Internet
dice: “Israel tiene 19 años y es de Atoyac, y sus amigos lo apodan Chukyto… Él es medio robusto... Tiene
una cicatriz en la cabeza, porque se cayó en la escuela, en la Normal. Su piel
es morena clara, su nariz media chata. Él es un buen muchacho, se vino con
mucha ilusión a estudiar, pero no esperábamos que fuera a pasar esto”.
“Quería ser maestro,
quería ser alguien”, dijo su madre a la prensa.
Su familia recuerda que el kínder salió disfrazado de diablito en una
pastorela. En la primaria iba desfilar personificando a un revolucionario, pero
no quiso ponerse bigotes. Él quería desfilar de policía pero de ese personaje no
se desfiló aquel 20 de noviembre.
Su madre dice que Israelito es inteligente como su padre. En la casa
trabajaba arreglando motos y ponchaduras de llantas. Lo que sacaba de las
talachas eran para su recreo y a veces compartía con su madre, “Aunque sea para
las tortillas”.
Es católico bautizado y su primera comunión no la hizo porque le dio
vergüenza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario