Víctor Cardona Galindo
Cutberto
Ortiz Ramos, es católico. Tenía
22 años cuando desapareció, nació en San Juan de las Flores, el 22 de febrero
de 1992, es hijo de Oscar Ortiz Serafín y María Araceli
Ramos Vázquez. Es el mayor de seis hermanos, le siguen: Yerlin Paloma, Ezael,
Yatzel, Berenice y Oscar.
Una de las pocas fotos que la familia conserva de Cutberto Ortiz Ramos. Foto Víctor Cardona Galindo |
Estudió
en el jardín de niños Antonio García Cubas, en la escuela primaria Hermenegildo
Galeana, la secundaria técnica Plan de Ayutla y en el módulo periférico de la
Unidad Académica Preparatoria Número 22, hoy la preparatoria popular de San
Juan de las Flores. Durante su estancia en el jardín de niños le gustaba
declamar.
En la
secundaria concursó dos veces, en los torneos regionales de conocimiento, con
la materia de pecuarias. Cuando estaba en segundo obtuvo en segundo lugar en el
concurso que se llevó a cabo la comunidad de Los Arenales municipio de Benito
Juárez. En el tercer año obtuvo el primer lugar en el concurso que se efectuó
en la población de El Xúchitl del municipio de Tecpan de Galeana. Era un buen
declamador y le gustaba la oratoria.
María
Araceli dice que cuando estaba en San Juan, era un buen estudiante aunque le
gustaba el desmadre, por eso tuvo muchas quejas en la escuela. A pesar de que
es inquieto aun no le conoce novia.
Le
gusta jugar basquetbol, jugó en el equipo de la preparatoria y también en el
equipo Caminos cuando por un tiempo trabajó en la carretera. De niño jugaba
carritos, futbol y practicaba boxeo con una costalilla llena de arena.
Acudía
con sus amigos a nadar al arroyo que está rumbo a La Cebada y también al río Atoyac.
En la familia se cuenta la anécdota de que cuando siendo niño se subió al revés
sobre un caballo, pensó que le habían robado la cabeza y se asustó.
Es
músico, toca el trombón y el clarinete en la banda de viento Tonantzin de San
Juan de las Flores de reciente creación.
Aficionado
a los gallos. Su gallo favorito el Ponino que cuidaba mucho para sacarle cría.
Antes
de irse a estudiar a Ayotzinapa trabajaba en el campo sembrando maíz, frijol y
tomate, en la parcela que tiene la familia en San Juan de la Flores por el
rumbo de la parcela escolar, misma que su padre Oscar cultiva con esmero.
Él se
fue a estudiar a la Normal porque le gustaba ser maestro. De niño jugada con su
hermana a que eran maestros y le daban clases a sus hermanos más pequeños. Él
es un joven sin vicios que quería estudiar para ejercer el magisterio. Es muy
amable y afecto a la danza de El Cortés que se baila en San Juan de Las Flores
el día de la Virgen de Guadalupe, en Navidad y Año Nuevo.
El
primero de agosto de este año fue la última vez que lo vio su familia, cuando
partió rumbo a Ayotzinapa, el 12 de septiembre su padre lo vio en la escuela,
cuando asistió a una reunión de padres de familia, porque él es su tutor.
Cutberto
Ortiz tiene como seña una cortada en la mano derecha y una cicatriz en la punta
de la nariz. La familia casi no tiene fotos de él porque no le ha gustado
fotografiarse. Su madre hizo una manda a la Virgen de Guadalupe que lo vestirá
de indio si regresa. Sus padres después de los hechos del 26 de septiembre
padecen diabetes. Cutberto en su familia es conocido como Cube y en la Normal le llaman Comander.
Sus
compañeros de la Normal subieron el siguiente comentario a Internet. “A Cutberto
le dicen El Kománder de Atoyac,
porque, afirman sus compañeros normalistas, ‘tiene cierto parecido como el
cantante’, y aunque él se ve de alguna manera muy malo, porque es robusto y un
hombre grande, es alto el chavo, en realidad es muy amigable el camarada, y
trabajador también, porque cuando vamos nosotros a trabajar a los campos de
cultivo de la escuela, él le echa ganas… Y sí, él tiene una mirada muy fuerte,
pero es engañosa, porque el Kománder es
totalmente diferente a lo que se ve, él es muy relajiento, y muy agradable: a
cualquier persona que le habla, él le responde de buena manera… nunca responde
de mala manera, todos son sus amigos… Y le encanta contar un chiste de Bob
Esponja, que no recuerdo, la verdad, no es ningún gran chiste, pero lo que lo
hace muy gracioso es que, cuando lo termina de contar, él se ríe imitando a la
perfección la risa de Bob Esponja, y eso es lo que causa gracia a los demás…
sí, se ganó la amistad de todos los compañeros que estamos aquí…”
Aspecto de la vivienda de la familia Ortiz Ramos en la comunidad de San Juan de las Flores en la parte media de la sierra de Atoyac. Foto: Víctor Cardona Galindo. |
Cutberto
Ortiz Ramos es nieto de Felipe Ramos Cabañas, quien también fue desaparecido en
la época de los 70 y sobrino de Cutberto Ortiz Cabañas, hermano de su padre, que
también está desaparecido.
Su
bisabuelito Eduviges Ramos de la Cruz, sus tíos Marcos, Heriberto y Raymundo
Ramos Cabañas también fueron desparecidos. Fue el 9 de febrero de 1975, a las 6
de la mañana cuando de una huerta de la comunidad de Espinalillo, municipio de
Coyuca de Benítez, el Ejército se llevó a la familia Ramos Cabañas, originaria
de San Juan de las Flores. En ese tiempo era jefe del 27 Batallón de Infantería
el coronel Alfredo Casani Mariña quien fue el inmediato responsable de la
desaparición de ésta familia.
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