sábado, 31 de octubre de 2015

21 años de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), dieciochoava parte.



Víctor Cardona Galindo
Con el apoyo de organismos defensores de los derechos humanos y organizaciones no gubernamentales, Rocío Mesino viajó a Europa para denunciar la impunidad del genocidio cometido en Aguas Blancas, visitó varios países donde dio a conocer las condiciones en que viven los campesinos de Guerrero, los casos de desaparición forzada que han quedado sin castigo a los responsables. Estas denuncias motivaron que Amnistía Internacional (AI) enviara una recomendación al gobierno de México sobre las violaciones sistemáticas a las garantías individuales de campesinos y luchadores sociales de nuestro país.
El 19 de enero de 2003 fue detenido por la Procuraduría de Justicia del Estado su hermano Miguel Ángel Mesino Mesino, en el mercado El Parazal de Acapulco, ante tal acción gubernamental la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) se movilizó e inició una lucha jurídica para demostrar su inocencia, por su parte Miguel Ángel y otros presos de conciencia recluidos en el penal de Chilpancingo, entre los que se encontraba Tomas de Jesús Barranco, realizaron una huelga de hambre y mujeres de la OCSS se plantaron y ayunaron frente al Palacio de Gobierno de Chilpancingo.
Rocío Mesino Mesino en la tumba de Carlos Marx 
en el cementerio de Highgate ubicado al norte de
 LondresInglaterra, durante la visita que hizo a ese
 país denunciando los hechos de Aguas Blancas, la 
acompañan sus traductores, y en la tumba se lee la 
frase en inglés “Trabajadores de todos los países unios”.
Foto cortesía de la familia Mesino.

Miguel Ángel Mesino, obtuvo su libertad por falta de pruebas. Se demostró que la procuraduría le fabricó una denuncia y lo acusó del homicidio de su primo Ramiro Mesino Galicia quien fue asesinado en la comunidad de El Escorpión el 13 de noviembre de 1996. A un año de su detención Miguel Ángel, fue liberado porque los denunciantes puestos por el Ministerio Público no existían.
Posteriormente al salir en libertad Miguel Ángel, con su expediente limpio que lo declaraba inocente, se integró a la lucha social, pero luego fue asesinado el 18 de septiembre del 2005, en el centro de la cabecera municipal de Atoyac, precisamente en la terminal de las camionetas que viajan a Pie de la Cuesta, el grupo armado denominado La Patria es Primero mediante un comunicado reivindicó el asesinado. A esta organización también se le atribuyeron los crímenes de otros militantes de la OCSS, como el de Transito Mesino Lezma en la comunidad de Agua Fría.
Ante este el asesinato de su hermano, Rocío inició una serie de movilizaciones para exigir justicia y que los culpables fueran castigados, sin embargo en lugar de ser detenidos fueron protegidos por esa red de complicidades que hay en el gobierno del estado, a pesar de que algunos fueron señalados directamente por la familia. En estas circunstancias Rocío Mesino continuó en la lucha social, con amenazas de parte de personajes en el gobierno y de grupos que se mueven en la región, por eso pidió medidas cautelares a la Comisión de Defensa Derechos Humanos del Estado (Coddehum) que se las otorgó parcialmente ante el riesgo que corría su integridad física.
Por eso el 22 de octubre del 2005, la principal dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) en Atoyac, Rocío Mesino, le declaró a Francisco Magaña corresponsal de El Sur que el comando “La Patria es Primero” planeaba asesinarla y en 13 de diciembre del 2005, Rocío anunció que aceptaba la escolta que le ofreció el Ayuntamiento de Atoyac, luego de las amenazas que había recibido. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la comisión estatal que encabezaba Juan Alarcón Hernández habían exhortado a la comuna municipal para que le otorgara medidas cautelares.
Rocío Mesino fue defensora del medio ambiente, siendo regidora en el municipio de Atoyac (2005- 2007), impulsó la policía ecológica, que jugó un papel importante en la detención de traficantes de aves y madera ilegal. Rocío, creó conciencia en sus bases de militantes y miembros de la organización, sobre el cuidado del medio ambiente, organizaba a los comisarios para parar la tala inmoderada de árboles en la sierra, en su accionar retuvo varios camiones madereros como protesta, buscaba evitar que siguieran destruyendo los pulmones y los bosques donde nacen los ríos que abastecen a la Costa Grande.
De igual manera Rocío visitó los campamentos de los talamontes y denunció las atrocidades que ocasionan al medio ambiente, en contubernio con las autoridades federales, que son las encargadas de otorgar los permisos y no supervisan las explotaciones forestales en lo alto de la sierra.
En el año 2007, cuando Rocío fungía como regidora y mantenía un plantón en la Ciudad de los Servicios por la exigencia de la entrega de recursos para la ruta Atoyac-Pie de la Cuesta, el 4 de agosto sufrió un atentado en su domicilio con armas de alto poder. En las paredes de la vivienda quedaron marcados los impactos de bala.
En marzo del año siguiente, fue detenido un grupo de deportistas en Mexcaltepec acusados del secuestro del empresario atoyaquense Luis Fierro. El Ministerio Público se apoyó en supuestas declaraciones de ex policías que decían haber participado en el plagio por órdenes de Rocío Mesino. “Es un jale de la OCSS”, quedó asentado en la averiguación previa Gale/Atoy/04/197/2007. Pero poco a poco se fue demostrando que esos testimonios eran absurdos, se vino abajo la acusación y se evidenció ese intento de inculparla. Antes la Policía Judicial había sitiado El Escorpión y con golpes quiso obligar a los pobladores a declararse culpables del secuestro de Luis Fierro y de ser miembros del Ejército Popular Revolucionario.
Con todos estos antecedentes, terminando su periodo como regidora siguió en la gestión social y comenzó a sembrar sus tierras en El Escorpión, pero fue detenida el miércoles 13 de marzo del 2013, cuando se dirigía al Ayuntamiento municipal de Atoyac a realizar gestiones. En el operativo para apresarla la Policía Ministerial encañonó a todos sus acompañantes y su hermana Eugenia Mesino fue agredida físicamente por los agentes policiacos que no mostraron orden de aprensión para llevarla al penal de Acapulco.
Fue acusada por la Procuraduría, del secuestro de otro empresario, de nombre Victoriano Luengas García originario de Coyuca de Benítez. La implicaba un individuo llamado Ricardo Jiménez Zapata o Eriván Ortiz Serafín, el mismo a quien la familia Mesino señaló como el autor material del asesinato de Miguel Ángel. En su declaración, el detenido aseguró formar parte del grupo de Rocío Mesino y haber actuado bajo sus órdenes cometiendo ilícitos.
Pero el 19 de marzo 2013, fue puesta en libertad ya que los cargos que se le imputaban no fueron comprobados. Rocío denunció al gobierno del estado por su encarcelamiento y protestó frente a la agencia del Ministerio Público de Atoyac donde hizo pintas con consignas de corrupción y fabricación de delitos. 
Ya hace dos años el 19 de octubre de 2013, fue asesinada la dirigente social Rocío Mesino de 39 años de edad, cuando se encontraba atendiendo el comedor comunitario en el puente de la comunidad de Mexcaltepec, un sujeto le disparó por la espalda mientras otro lo esperaba para huir en una moto.
Desde que huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel devastaron a nuestro municipio, Rocío Mesino se incorporó a las tareas de solidaridad, era parte del Comité Ciudadano de Protección Civil de Atoyac de Álvarez. Recorrió varias comunidades donde hizo entrega de víveres y medicinas, así mismo documentó las pérdidas en los cultivos agrícolas y viviendas dañadas de poblaciones incomunicadas por la caída de los puentes como el de Mexcaltepec y El Camarón.
Rocío Mesino, recorrió caminando durante más de siete horas, las comunidades de la ruta Pie de la Cuesta y Santo Domingo. Su convicción de lucha la hizo pasar por las intransitables laderas de los ríos de la sierra de Atoyac, con su equipo de trabajo, cargando despensas. Muchos campesinos la recibieron con lágrimas en los ojos, por la emoción de que alguien llegara con ayuda.
Rocío participó en la organización de los 18 pueblos de la ruta Atoyac-Pie de la Cuesta para construir un puente provisional en Mexcaltepec y así pudieran subir maestros y médicos que hacían falta en esos momentos, es ahí donde estuvo todos los días trabajando en el comedor popular para dar alimento a los campesinos que trabajaban llenando costalillas de arena y a los trabajadores de la maquinaria pesada.
Ese 19 de octubre, como todas las mañanas organizó a las mujeres que colaboraban en el comedor y se trasladó a la comunidad de Mexcaltepec, a la una de tarde aproximadamente Rocío arribó con un grupo de mujeres al puente de Mexcaltepec, cinco minutos después llegó al puente una moto con dos hombres, uno que vestía bermuda color beige y playera blanca aguada de una edad de 30 a 38 años, con el pelo un poco largo de hongo y lacio, desde arriba del puente le preguntó a Rocío, que estaba abajo del puente, que si podían pasar motos para el otro lado, Rocío le contestó que no, que si querían pasar ella les cuidaba la moto, luego el hombre le preguntó que si vendían refrescos, y ella dijo que sí. Luego aquel le dijo a su acompañante que bajara por unos refrescos.
El puente tiene dos bajadas, una de frente por la que se llegaba al comedor y la otra por atrás de donde Rocío se encontraba con su madre, sus dos hermanas, su tío y ocho personas más, además de siete niños de 2, 4, 5, 7, 9 y 12 años de edad. Cuando Rocío dejó de platicar con el hombre caminó hacia debajo del puente y estaba mirando hacia donde estaban los trabajadores, cuando llegó el individuo por el lado de atrás. Las mujeres que estaban en el comedor pensaron que venía a comprar refrescos, pero al llegar cerca de Rocío sacó un arma corta y le apuntó ya muy cerca. Se escuchó un grito “¡Cuidado Chío!” Al mismo tiempo el de la pistola disparó dos veces a la espalda de Rocío. Los impactos la hicieron caer.
El hombre tenía una estatura mediana, moreno claro, de entre 30 a 35 años, vestía un pantalón de mezclilla y una camisa tipo polo con pequeñas rayas anaranjadas y azules y una gorra tipo militar. Después de dispararle a Rocío amenazó a todos con el arma. En el lugar había puras mujeres, niños y un tío de 70 años, enfermo de cáncer terminal, que se paró tapándose los oídos y el hombre le apuntó con el arma. Norma caminó hacia donde estaba Rocío tirada y el hombre le puso el arma en el pecho y retrocedió por donde llegó, pero se regresó y le disparó de nuevo a Rocío cuando ya estaba en el suelo. Posteriormente salió por el lado de atrás, por donde entró, y el otro hombre lo esperaba, arriba del puente, con la moto encendida y en ella huyeron rumbo a Mexcaltepec.
A cien metros trabajaban más de cien personas de las comunidades de esa ruta, que también presenciaron los hechos. Norma junto con otras mujeres bajó a la ciudad de Atoyac a buscar una ambulancia y hablarle al síndico procurador Isaías Eduardo Gómez Ozuna para que iniciara una búsqueda de los asesinos. Los otros familiares que se quedaron en el puente se trajeron a Rocío para llevarla a una clínica, con la esperanza de que estuviera viva, pero al percatarse de su muerte la trasladaron a su domicilió particular de la colonia 18 de mayo de 1967. Donde después el cuerpo se entregó al Ministerio Público para que le practicaran la necropsia de ley.
Hasta su muerte, Rocío, año con año exigía al gobierno el esclarecimiento de la muerte de su hermano Miguel Ángel, así como también año con año conmemoraba y exigía justicia por los campesinos caídos en el vado de Aguas Blancas y la libertad de los presos políticos y de conciencia. Fue solidaria con la familia de Arturo Hernández Cardona, con los macheteros de Atenco y con el Consejo de Ejidos y Comunidades opositoras a la Presa La Parota (Cecop).
Rocío Mesino fugazmente perteneció al PRD, pero después fue regidora participando como candidata externa de ese partido y al día de su muerte militaba el partido del Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, en las elecciones del 2012 fue candidata a sindica en la planilla que encabezó por Javier Galeana Cadena. En la última plática que tuvimos me dijo que se quedaría en el Movimiento Ciudadano, que ella no andaría “pendejiando”, de partido en partido.



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