Víctor Cardona Galindo
La hacienda de Juan Álvarez
La
Providencia, una hacienda de adobe y piso de tierra, de la cual sobrevive muy
olvidada su capilla, fue el refugio de los que luchaban en México por la
libertad. En los terrenos de esa hacienda se cultivaba frijol y maíz, se
fabricaban cartuchos y albergaba soldados dispuestos a dar la vida y volver a
la carga en defensa de la patria.
La
hacienda La Providencia fue el hogar de la heroica División del Sur, que
participó en defensa de la patria, cuando el norteamericano invasor ofendía el
suelo mexicano. Aunque algunos cuestionan su actuar en la batalla de Molino del
Rey, pero lo cierto es que no recibió las órdenes adecuadas del tirano Santa
Anna, a quien se le acusó de estar en complicidad con el invasor.
La
lucha por las libertades democráticas llevó a Juan Álvarez a combatir contra
Santa Anna hasta derrocarlo. Encabezar la revolución de Ayutla le permitió
llegar a la presidencia de la República pero sólo duró en el cargo del 4 de
octubre de 1855 al 8 de diciembre del mismo año, fecha en que renunció a esa
investidura, porque un hombre de campo como él, forjado en el trabajo y la
batalla, no podía permanecer en la política soportando las intrigas de muchos
políticos que agazapados aspiraban al poder.
Renunció
pronunciando aquellas palabras que resumen su grandeza, “Pobre entré a la
presidencia y pobre salgo de ella, pero con la satisfacción de que no pesa
sobre mí la censura pública, porque dedicado desde mi tierna edad al trabajo
personal sé manejar el arado para mantener a mi familia sin necesidad de los
puestos públicos, donde otros se enriquecen con ultraje de la orfandad y de la
miseria”.
Después
de renunciar a la presidencia se retiró a vivir en su hacienda. Le tocó
hostigar a los franceses cuando intentaban tomar Acapulco y en La Providencia
estuvo Porfirio Díaz, buscando apoyo del veterano patriota que le proporcionó
algunas armas para combatir a los franceses en la platera ciudad de Taxco.
Fue
federalista en contra de los centralistas, defendió la república en contra de
la tiranía de Iturbide y de Santa Anna. Defendió la soberanía nacional y
durante el poco tiempo que estuvo en la presidencia se redactó lo que después
sería conocida como Ley Juárez, misma que sentó las bases de una república
democrática para nuestro México.
La Semana Alvarista
En
Atoyac de Álvarez y en Arenal de Álvarez se organizan sendos festivales para
recordar su legado. En el Arenal es una feria más apegada a la fiesta y al
jaripeo. En Atoyac es una semana apegada a la academia y a la cultura. La
Semana Alvarista comenzó a realizarse en el segundo año del trienio pasado con
el alcalde Dámaso Pérez Organes.
Esta
vez con la tercera Semana Alvarista se buscó el rescate de las ruinas de
fábrica de hilados de El Ticuí para hacer de ellas, un centro cultural que
tenga importancia en la región. Por eso ahora la Semana Alvarista se desarrolló
en espacios emblemáticos del municipio de Atoyac, como la Plaza Morelos, la
escuela primaria general Juan Álvarez, las ruinas de la fábrica de hilados y tejidos
“Progreso del Sur Ticuí”. Además por primera vez se ocupó el espacio de una
casa cuyo terreno perteneció a la familia Álvarez.
La
semana Alvarista fue instituida el 5 de septiembre de 2017 por decreto del
gobernador Héctor Astudillo y tiene el propósito de rendir homenaje al general
Juan Álvarez Hurtado presidente de la Republica, fundador de nuestro Estado de
Guerrero y primer Gobernador del mismo.
La
inauguración oficial del evento fue el 20 de enero y se realizó con la
presencia del secretario de Cultura Mauricio Leyva Castrejón, la
presidenta municipal de Atoyac Yanelly Hernández Martínez, el secretario
general del Ayuntamiento Juan Carlos Pérez Gonzáles, el regidor César Tabares
Castro, el director de cultura Hermes Francisco Zamora, el director
de la casa de la cultura Ricardo Martínez Castro y de Pedro Peñaloza
Carmona coordinador de la Comunidad Cultural Atoyaquense, quienes
realizaron un homenaje y colocaron una ofrenda floral en el monumento a Juan
Álvarez que se encuentra en la plaza central de Atoyac. Después del acto
protocolario se desarrolló un recital de piano a cargo del músico tecpaneco
Ranferi Orbe de Jesús.
Al día
siguiente se instaló la muestra colectiva de pintura “La pantera del sur”, en
el lobby de la escuela primaria Juan Álvarez, donde la novedad fueron los
cuadros elaborados por el maestro Gabriel Lozano con tinta de café. En el foro
que se instaló en la plaza Morelos se presentó el libro El buscador de hongos de Esteban Hernández Ortiz, que fue comentado
por el maestro Fortunato Hernández Carbajal, Rubén Ríos Radilla y Víctor
Cardona Galindo en un evento moderado por la doctora Diana Hernández Castro.
El
libro de Esteban Hernández Ortiz hace recordar los olores y los sonidos de la
sierra. Nos lleva de la mano y nos introduce a la vida de un buscador de
hongos. Un mundo donde conviven las calandrias, colibríes y las palomas. Donde
la vegetación es exuberante, el agua limpia y olorosa. Donde huele a resina, a
café, a pino, a bosque.
Rubén
Ríos habló de lo bonito que es la sierra a la que también le cantó Ignacio
Manuel Altamirano. El maestro Fortunato dijo que el título del libro es una
metáfora, ya que el autor nos habla de diversas fesetas de su vida “menos de
hongos, esa variedad de seres vivos que no son plantas, no son animales, sino
que constituyen un reino aparte, de la biología moderna, conocido como Fungi, que en latín significa hongo.
El buscador de hongos
integra relatos que Esteban ha escrito en diversos momentos de su vida, que
evoca principalmente a su tierra, El Paraíso, pero también aspectos que ha
recogido en sus viajes incluyendo películas que ha visto en tramo de Atoyac a
Chilpancingo.
La III
Semana Alvarista, llegó hasta el corredor de la que fue antiguamente una casa
de la familia Pino, cuyo terreno perteneció a Juan Álvarez, ubicado en el
centro de Atoyac donde se leyó la biografía y su testamento.
La
lectura de la biografía estuvo a cargo del director de cultura Hermes Francisco
Zamora, y el testamento lo leyó el profesor Pedro Peñaloza Carmona coordinador
de la Comunidad Cultural Atoyaquense, los asistentes se fueron con buen sabor
de boca pues conocieron aspectos pocos difundidos del Benemérito de la Patria.
En el
cuarto día de las actividades de la III Semana Alvarista, las actividades comenzaron
con la lectura del “Manifiesto de Juan Álvarez a los mexicanos” fechado el 10
de diciembre de 1855, que realizó el coordinador de la comunidad cultural
atoyaquense y poeta Pedro Peñaloza Carmona. Luego vino el conversatorio en el
que participaron: Octavio Augusto Navarrete Gorjón cronista de Coyuca de
Benítez y los cronistas de Atoyac: René García Galeana, Rubén Ríos Radilla y
Víctor Cardona Galindo, así como el escritor Felipe Fierro Santiago, todos
conocedores de la vida de Juan Álvarez, quienes en sus participaciones hablaron
ampliamente sobre la historia de Atoyac, leyendas locales y de la figura del
caudillo atoyaquense.
Durante
el evento el escritor René García Galeana, entregó a descendientes de la
familia Pino, una copia del documento firmado por el general Juan Álvarez, en
donde le confirió el cargo de subteniente de la tercera compañía del Batallón
de Galeana al señor Antonio Pino, quién fuera el quinto presidente municipal de
Atoyac de Álvarez. El conversatorio tuvo un importante auditorio que se
mantuvieron atentos a las participaciones de los ponentes conocedores del tema
que profundizaron en la trayectoria limpia y sin mancha del general Juan
Álvarez Hurtado. Todos llamaron a los nuevos políticos a imitar los valores de
sencillez, lealtad y honestidad que caracterizaron al atoyaquense más ilustre
de todos los tiempos.
En el
quinto día se presentó el documental “Un soldado en cada hijo te dio. Juan
Álvarez Hurtado en la construcción de México” mismo que fue proyectado en el
auditorio de la escuela primaria general Juan Álvarez. Es un documental
elaborado por el doctor David Cienfuegos que resalta la grandeza y la obra de
Juan Álvarez en la formación de éste país.
En el
foro de la Plaza Morelos se presentó el Ballet Infantil de la Casa de la
Cultura de Atoyac, el trío Juventud Añeja y el cantante Udiel Ríos García
quienes deleitaron al público. El trío Juventud Añeja interpretó canciones de
antaño al son de las guitarras y el segundo nos hizo pasar un momento muy
agradable con melodías de moda que el público coreó.
En el
penúltimo día de la III Semana Alvarista, se llevó a cabo un extraordinario
encuentro literario que se llamó “Recital poético letras y voces del sur” donde
coincidieron poetas de San Jerónimo, Atoyac, Coyuca, Acapulco y de la Costa
Chica.
El
evento se desarrolló al interior del casco de la fábrica de hilados y tejidos
“Progreso del Sur Ticuí” mismo que fue conducido magistralmente por el poeta
ometepequense Pedro Peñaloza Carmona. La sorpresa fue que como invitada
especial declamó la alcaldesa Yanelly Hernández Martínez quien despertó el
sentimiento de los presentes con: “Reto” de Julio Flores y “Desafío postrero”
de Ismael de la serna.
Fue
una tarde muy amena al interior de las ruinas de esa factoría. En su discurso
la presidenta municipal Yanelly Hernández Martínez, en alusión a la vieja
fábrica, comentó que le emociona saber que la tierra que pisa también la
pisaron sus antepasados. “Este espacio es maravilloso porque se recuerdan cosas
bonitas de un pasado que quiere regresar a través del arte y la cultura para
lograr un reencuentro con nuestras raíces”.
La
alcaldesa hizo votos para que estos eventos artísticos y culturales puedan
ayudar para que los atoyaquenses encuentren la reconciliación para la paz y el
progreso.
En
este encuentro el poeta Nahim Rojas declamó “Tu hechizo de medusa” y “Recuerdos
de Atoyac”. La voz de Oscar Paez se dejó escuchar con “Soles de ayer” y
“Lluvia”, Yolotzin Terrones dejó su sentimiento en “Seco” y “Las hormigas”. La
voz fuerte de Rosendo Jacinto García el poeta y cronista de San Jerónimo de
Juárez emocionó cuando declamó “Que lástima” y “Oda a un soldado”. La voz y el
acento inconfundible de Pedro Peñaloza Carmona le dieron vida a “Orgullosamente
negro” y “El negro”. Guadalupe Galeana Marín declamó poemas de su autoría como
“Evangelio” con el que hizo sentir a los presentes. Es una composición de
protesta que motiva a la reflexión.
Más tarde
en la plaza Morelos de Atoyac se dio un encuentro de cantantes con: Monserrat
Meza García, Lizet Areli Reyes Díaz, Grecia Pacheco Peralta, el rapero Mc
Freyland de Broken Souls rap y cerró con su guitarra Tomas Hernández Alejandro.
El evento contó con la gala del taller de Danza folklórica de la Casa de la
Cultura que dirige Adrián Saucedo.
Esta
vez, con la presentación magistral de la Orquesta Tradicional Calentana, en la
ruinas de la fábrica de hilados y tejidos “Progreso del Sur Ticuí”, cerró con
broche de oro la tercera edición de la Semana Alvarista. El domingo 27 de
enero, en la clausura, la alcaldesa Yanelly Hernández Martínez dijo que tener
una semana dedicada a Juan Álvarez y cerrarla en las ruinas de la fábrica de
hilados y tejidos tenía un significado especial. Invitó a los tres niveles de
gobierno para que a una sola voz participen en el rescate de esas ruinas, para
que se conviertan en un museo regional que sea testigo, a través de los años,
de grandes eventos para recordar a personajes que han dejado un legado para
nuestra patria. Confió que la cultura es el eslabón que hoy nos tiene que unir
a todos.
Por su
parte el secretario de Cultura Mauricio Leyva comentó que uno de los proyectos
que se tiene es devolverle la vida a la fábrica de hilados y tejidos, para que
se convierta en un centro regional para la cultura y las artes. Agregó que venimos
a recordar al padre de nuestro estado, a Juan Álvarez que representa el mito de
ser guerrerense, porque la vida y la obra de México no se conciben sin
participación de los hombres del sur. “La rebeldía del guerrerense tiene un
sustento intelectual. Tenemos una historia de rebeldía y tenemos un soporte
para ello. Porque cuando los guerrerenses levantamos la voz lo hacemos con
dignidad”.
Por su
parte el diputado local Arturo Martínez Núñez comentó que la cultura es el
verdadero cemento que une lo que desune la política y la economía. Manifestó
que rescatar esas ruinas se puede llevar una inversión de cientos de millones
de pesos, pero se tiene que avanzar por etapas. Luego agregó que los
guerrerenses nos hemos quedado cortos con el homenaje a Juan Álvarez, por eso
invitó a trabajar para que ésta semana sea una celebración estatal similar a la
Semana Altamiranista de Tixtla y que pueda recibir recursos de manera
sistemática. Se llevó el compromiso de hacer de esta Semana ley, para blindarla
de los vaivenes de la política.
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