jueves, 7 de febrero de 2019

Crónicas del palacio XVII


Víctor Cardona Galindo
La hacienda de Juan Álvarez
La Providencia, una hacienda de adobe y piso de tierra, de la cual sobrevive muy olvidada su capilla, fue el refugio de los que luchaban en México por la libertad. En los terrenos de esa hacienda se cultivaba frijol y maíz, se fabricaban cartuchos y albergaba soldados dispuestos a dar la vida y volver a la carga en defensa de la patria.
El secretario general del Ayuntamiento de Atoyac Juan Carlos 
Pérez González, el secretario de Cultura en el estado Mauricio
 Leyva Castejón, la alcaldesa de Atoyac Yanelly Hernández Martínez,
 el regidor César Tabares Castro, el director de la casa de la cultura
 Ricardo Martínez Castro y el director de cultura Hermes Francisco
 Zamora. Foto: Tomada de internet.

La hacienda La Providencia fue el hogar de la heroica División del Sur, que participó en defensa de la patria, cuando el norteamericano invasor ofendía el suelo mexicano. Aunque algunos cuestionan su actuar en la batalla de Molino del Rey, pero lo cierto es que no recibió las órdenes adecuadas del tirano Santa Anna, a quien se le acusó de estar en complicidad con el invasor.
La lucha por las libertades democráticas llevó a Juan Álvarez a combatir contra Santa Anna hasta derrocarlo. Encabezar la revolución de Ayutla le permitió llegar a la presidencia de la República pero sólo duró en el cargo del 4 de octubre de 1855 al 8 de diciembre del mismo año, fecha en que renunció a esa investidura, porque un hombre de campo como él, forjado en el trabajo y la batalla, no podía permanecer en la política soportando las intrigas de muchos políticos que agazapados aspiraban al poder.
Renunció pronunciando aquellas palabras que resumen su grandeza, “Pobre entré a la presidencia y pobre salgo de ella, pero con la satisfacción de que no pesa sobre mí la censura pública, porque dedicado desde mi tierna edad al trabajo personal sé manejar el arado para mantener a mi familia sin necesidad de los puestos públicos, donde otros se enriquecen con ultraje de la orfandad y de la miseria”.
Después de renunciar a la presidencia se retiró a vivir en su hacienda. Le tocó hostigar a los franceses cuando intentaban tomar Acapulco y en La Providencia estuvo Porfirio Díaz, buscando apoyo del veterano patriota que le proporcionó algunas armas para combatir a los franceses en la platera ciudad de Taxco.
Fue federalista en contra de los centralistas, defendió la república en contra de la tiranía de Iturbide y de Santa Anna. Defendió la soberanía nacional y durante el poco tiempo que estuvo en la presidencia se redactó lo que después sería conocida como Ley Juárez, misma que sentó las bases de una república democrática para nuestro México.
La Semana Alvarista
En Atoyac de Álvarez y en Arenal de Álvarez se organizan sendos festivales para recordar su legado. En el Arenal es una feria más apegada a la fiesta y al jaripeo. En Atoyac es una semana apegada a la academia y a la cultura. La Semana Alvarista comenzó a realizarse en el segundo año del trienio pasado con el alcalde Dámaso Pérez Organes.
Esta vez con la tercera Semana Alvarista se buscó el rescate de las ruinas de fábrica de hilados de El Ticuí para hacer de ellas, un centro cultural que tenga importancia en la región. Por eso ahora la Semana Alvarista se desarrolló en espacios emblemáticos del municipio de Atoyac, como la Plaza Morelos, la escuela primaria general Juan Álvarez, las ruinas de la fábrica de hilados y tejidos “Progreso del Sur Ticuí”. Además por primera vez se ocupó el espacio de una casa cuyo terreno perteneció a la familia Álvarez.
La semana Alvarista fue instituida el 5 de septiembre de 2017 por decreto del gobernador Héctor Astudillo y tiene el propósito de rendir homenaje al general Juan Álvarez Hurtado presidente de la Republica, fundador de nuestro Estado de Guerrero y primer Gobernador del mismo.
La inauguración oficial del evento fue el 20 de enero y se realizó con la presencia del secretario de Cultura Mauricio Leyva Castrejón,  la presidenta municipal de Atoyac Yanelly Hernández Martínez, el secretario general del Ayuntamiento Juan Carlos Pérez Gonzáles, el regidor César Tabares Castro, el director de cultura Hermes Francisco Zamora, el director de la casa de la cultura Ricardo Martínez Castro y de Pedro Peñaloza Carmona coordinador de la Comunidad Cultural Atoyaquense, quienes realizaron un homenaje y colocaron una ofrenda floral en el monumento a Juan Álvarez que se encuentra en la plaza central de Atoyac. Después del acto protocolario se desarrolló un recital de piano a cargo del músico tecpaneco Ranferi Orbe de Jesús.
Al día siguiente se instaló la muestra colectiva de pintura “La pantera del sur”, en el lobby de la escuela primaria Juan Álvarez, donde la novedad fueron los cuadros elaborados por el maestro Gabriel Lozano con tinta de café. En el foro que se instaló en la plaza Morelos se presentó el libro El buscador de hongos de Esteban Hernández Ortiz, que fue comentado por el maestro Fortunato Hernández Carbajal, Rubén Ríos Radilla y Víctor Cardona Galindo en un evento moderado por la doctora Diana Hernández Castro.
El libro de Esteban Hernández Ortiz hace recordar los olores y los sonidos de la sierra. Nos lleva de la mano y nos introduce a la vida de un buscador de hongos. Un mundo donde conviven las calandrias, colibríes y las palomas. Donde la vegetación es exuberante, el agua limpia y olorosa. Donde huele a resina, a café, a pino, a bosque.
Rubén Ríos habló de lo bonito que es la sierra a la que también le cantó Ignacio Manuel Altamirano. El maestro Fortunato dijo que el título del libro es una metáfora, ya que el autor nos habla de diversas fesetas de su vida “menos de hongos, esa variedad de seres vivos que no son plantas, no son animales, sino que constituyen un reino aparte, de la biología moderna, conocido como Fungi, que en latín significa hongo.
El buscador de hongos integra relatos que Esteban ha escrito en diversos momentos de su vida, que evoca principalmente a su tierra, El Paraíso, pero también aspectos que ha recogido en sus viajes incluyendo películas que ha visto en tramo de Atoyac a Chilpancingo.
La III Semana Alvarista, llegó hasta el corredor de la que fue antiguamente una casa de la familia Pino, cuyo terreno perteneció a Juan Álvarez, ubicado en el centro de Atoyac donde se leyó la biografía y su testamento.
La lectura de la biografía estuvo a cargo del director de cultura Hermes Francisco Zamora, y el testamento lo leyó el profesor Pedro Peñaloza Carmona coordinador de la Comunidad Cultural Atoyaquense, los asistentes se fueron con buen sabor de boca pues conocieron aspectos pocos difundidos del Benemérito de la Patria.
En el cuarto día de las actividades de la III Semana Alvarista, las actividades comenzaron con la lectura del “Manifiesto de Juan Álvarez a los mexicanos” fechado el 10 de diciembre de 1855, que realizó el coordinador de la comunidad cultural atoyaquense y poeta Pedro Peñaloza Carmona. Luego vino el conversatorio en el que participaron: Octavio Augusto Navarrete Gorjón cronista de Coyuca de Benítez y los cronistas de Atoyac: René García Galeana, Rubén Ríos Radilla y Víctor Cardona Galindo, así como el escritor Felipe Fierro Santiago, todos conocedores de la vida de Juan Álvarez, quienes en sus participaciones hablaron ampliamente sobre la historia de Atoyac, leyendas locales y de la figura del caudillo atoyaquense.
Durante el evento el escritor René García Galeana, entregó a descendientes de la familia Pino, una copia del documento firmado por el general Juan Álvarez, en donde le confirió el cargo de subteniente de la tercera compañía del Batallón de Galeana al señor Antonio Pino, quién fuera el quinto presidente municipal de Atoyac de Álvarez. El conversatorio tuvo un importante auditorio que se mantuvieron atentos a las participaciones de los ponentes conocedores del tema que profundizaron en la trayectoria limpia y sin mancha del general Juan Álvarez Hurtado. Todos llamaron a los nuevos políticos a imitar los valores de sencillez, lealtad y honestidad que caracterizaron al atoyaquense más ilustre de todos los tiempos.
En el quinto día se presentó el documental “Un soldado en cada hijo te dio. Juan Álvarez Hurtado en la construcción de México” mismo que fue proyectado en el auditorio de la escuela primaria general Juan Álvarez. Es un documental elaborado por el doctor David Cienfuegos que resalta la grandeza y la obra de Juan Álvarez en la formación de éste país.
En el foro de la Plaza Morelos se presentó el Ballet Infantil de la Casa de la Cultura de Atoyac, el trío Juventud Añeja y el cantante Udiel Ríos García quienes deleitaron al público. El trío Juventud Añeja interpretó canciones de antaño al son de las guitarras y el segundo nos hizo pasar un momento muy agradable con melodías de moda que el público coreó.
En el penúltimo día de la III Semana Alvarista, se llevó a cabo un extraordinario encuentro literario que se llamó “Recital poético letras y voces del sur” donde coincidieron poetas de San Jerónimo, Atoyac, Coyuca, Acapulco y de la Costa Chica.
El evento se desarrolló al interior del casco de la fábrica de hilados y tejidos “Progreso del Sur Ticuí” mismo que fue conducido magistralmente por el poeta ometepequense Pedro Peñaloza Carmona. La sorpresa fue que como invitada especial declamó la alcaldesa Yanelly Hernández Martínez quien despertó el sentimiento de los presentes con: “Reto” de Julio Flores y “Desafío postrero” de Ismael de la serna.
Fue una tarde muy amena al interior de las ruinas de esa factoría. En su discurso la presidenta municipal Yanelly Hernández Martínez, en alusión a la vieja fábrica, comentó que le emociona saber que la tierra que pisa también la pisaron sus antepasados. “Este espacio es maravilloso porque se recuerdan cosas bonitas de un pasado que quiere regresar a través del arte y la cultura para lograr un reencuentro con nuestras raíces”.
La alcaldesa hizo votos para que estos eventos artísticos y culturales puedan ayudar para que los atoyaquenses encuentren la reconciliación para la paz y el progreso.
En este encuentro el poeta Nahim Rojas declamó “Tu hechizo de medusa” y “Recuerdos de Atoyac”. La voz de Oscar Paez se dejó escuchar con “Soles de ayer” y “Lluvia”, Yolotzin Terrones dejó su sentimiento en “Seco” y “Las hormigas”. La voz fuerte de Rosendo Jacinto García el poeta y cronista de San Jerónimo de Juárez emocionó cuando declamó “Que lástima” y “Oda a un soldado”. La voz y el acento inconfundible de Pedro Peñaloza Carmona le dieron vida a “Orgullosamente negro” y “El negro”. Guadalupe Galeana Marín declamó poemas de su autoría como “Evangelio” con el que hizo sentir a los presentes. Es una composición de protesta que motiva a la reflexión.   
Más tarde en la plaza Morelos de Atoyac se dio un encuentro de cantantes con: Monserrat Meza García, Lizet Areli Reyes Díaz, Grecia Pacheco Peralta, el rapero Mc Freyland de Broken Souls rap y cerró con su guitarra Tomas Hernández Alejandro. El evento contó con la gala del taller de Danza folklórica de la Casa de la Cultura que dirige Adrián Saucedo.
Esta vez, con la presentación magistral de la Orquesta Tradicional Calentana, en la ruinas de la fábrica de hilados y tejidos “Progreso del Sur Ticuí”, cerró con broche de oro la tercera edición de la Semana Alvarista. El domingo 27 de enero, en la clausura, la alcaldesa Yanelly Hernández Martínez dijo que tener una semana dedicada a Juan Álvarez y cerrarla en las ruinas de la fábrica de hilados y tejidos tenía un significado especial. Invitó a los tres niveles de gobierno para que a una sola voz participen en el rescate de esas ruinas, para que se conviertan en un museo regional que sea testigo, a través de los años, de grandes eventos para recordar a personajes que han dejado un legado para nuestra patria. Confió que la cultura es el eslabón que hoy nos tiene que unir a todos.
Por su parte el secretario de Cultura Mauricio Leyva comentó que uno de los proyectos que se tiene es devolverle la vida a la fábrica de hilados y tejidos, para que se convierta en un centro regional para la cultura y las artes. Agregó que venimos a recordar al padre de nuestro estado, a Juan Álvarez que representa el mito de ser guerrerense, porque la vida y la obra de México no se conciben sin participación de los hombres del sur. “La rebeldía del guerrerense tiene un sustento intelectual. Tenemos una historia de rebeldía y tenemos un soporte para ello. Porque cuando los guerrerenses levantamos la voz lo hacemos con dignidad”.
Por su parte el diputado local Arturo Martínez Núñez comentó que la cultura es el verdadero cemento que une lo que desune la política y la economía. Manifestó que rescatar esas ruinas se puede llevar una inversión de cientos de millones de pesos, pero se tiene que avanzar por etapas. Luego agregó que los guerrerenses nos hemos quedado cortos con el homenaje a Juan Álvarez, por eso invitó a trabajar para que ésta semana sea una celebración estatal similar a la Semana Altamiranista de Tixtla y que pueda recibir recursos de manera sistemática. Se llevó el compromiso de hacer de esta Semana ley, para blindarla de los vaivenes de la política.

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