martes, 14 de julio de 2015

21 años de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, tercera parte.


Víctor Cardona Galindo
“Con una experiencia de más de 20 años en el terreno político militar, los grupos guerrilleros del Procup-Pdlp actúan a lo largo y ancho del país reclutando y adiestrando a jóvenes guerrilleros en las partes altas de la sierra. En Guerrero hacen lo mismo. Células guerrilleras están diseminadas en colonias, barrios y vecindades”, escribió Felipe Fierro en la revista Controversia número 52.
“De la sierra de Guerrero /les traigo un mensaje en clave /ahí andan los guerrilleros /padres de quien se les pare /esto no es una denuncia /el gobierno ya la sabe… Y lo sabe el gobernador /y lo sabe el presidente /lo saben los generales /lo sabe toda la gente/pero no es fácil fajarse /con esos hombres valientes”, cantaba José de Molina. De pronto esa melodía se escuchaba quedito en alguna casita de bajareque.
Norma Mesino Mesino uno de los pilares de la Organización 
Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) y actualmente se 
encuentra al frente de la agrupación. Foto de Francisco
 Magaña de Jesús.

Había transcurrido la mitad de 1994, la existencia de una nueva guerrilla del Partido de los Pobres era un secreto a voces. El libro Pueblos en armas de Marta Harnecker entre otros clásicos del marxismo leninismo era leído discretamente. Las orejas del gobierno relacionaban a todos los delincuentes sierreños con la guerrilla. No acertaban en sus señalamientos, por eso en un momento cualquier campesino, maestro y líderes disidentes se convirtieron potenciales guerrilleros.
Por otro lado medios amarillistas intentaban involucrar a los sacerdotes Orbelín Jaramillo Diego y Ramón Mendoza Zaragoza con la guerrilla. Notas que circularon a nivel nacional decían que militantes del Partido Obrero Clandestino Unión de Pueblo (Procup) se habían reunido con gente del clero en la Quinta Rosa de Coyuca de Benítez para organizar una campaña de repudio a El Ejército y la Policía. Hablaban de una reunión realizada el 25 y 26 de junio. Señalaban que el encuentro lo había encabezado Orbelín Jaramillo Diego. De Hilario Mesino Acosta fundador de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) decían que fue miembro de la guerrilla de Lucio Cabañas y que era militante del Procup. Enumeraban una serie de organizaciones de izquierda y defensoras de derechos humanos. Esa dolosa información se aventuraba a decir que los involucrados tenían como objetivo la toma de ayuntamientos, invasiones, secuestros, ataques a gasolineras y terminales marítimas. Todo encaminado a desestabilizar las elecciones en puerta.
Los sacerdotes de la diócesis de Acapulco respondieron con un documento dirigido al presidente de la República Carlos Salinas de Gortari y al procurador Jorge Carpizo, donde exigieron cesara el hostigamiento en contra de los miembros de la iglesia y pidieron a los medios de comunicación que informaran con objetividad.
A mediados de 1994, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) retiró de Atoyac la sede del 49 batallón de infantería. Nunca hubo una versión oficial de la decisión, y extraoficialmente se supo que las instalaciones del cuartel eran insuficientes y que los militares se retiraban mientras se construyera uno nuevo. La alcaldesa María de la Luz Núñez Ramos envió al todavía presidente Carlos Salinas de Gortari una solicitud para que no se fuera el Ejército de este lugar, que se quedara para preservar la paz y la tranquilidad de la población. Pero además que su presencia representaba una importante derrama económica para el municipio. Sin embargo las peticiones no fueron escuchadas y el batallón se fue para Petatlán.
María de la Luz dijo a los medios de comunicación que no quería que se fuera el Ejército porque durante el mes de junio, cuando hubo el operativo militar en las comunidades sierreñas, no se registró ningún asalto y ningún secuestro. “Porque a ellos si los respetan, no se meten con ellos”.
Mientras, para apaciguar el conflicto con los campesinos de Tepetixtla, Rubén Figueroa Alcocer envió al ex presidente perredista de Teloloapan, Pedro Pablo Urióstegui, que les propuso una reunión con el gobernador y el 10 de julio de 1994, una representación de la OCSS, acudió a casa Guerrero, a entrevistarse con Figueroa, donde exigieron la libertad de José Guadalupe Guzmán y un pliego petitorio entre cuyas demandas estaban, la construcción del drenaje para Tepetixtla, la introducción de la energía eléctrica para las comunidades: Felicidad de Rosales, La Remonta y Humedades.
El pliego además contemplaba agua, despensas, cartón para el techo de viviendas, carreteras, puentes y el drenaje, a todo esto Figueroa dijo que sí, pero cuando llegaron al punto de la presentación de los desaparecidos políticos la negociación se rompió, el gobernador los amenazó y los dejó en sus oficinas del Palacio de Gobierno.
Benigno Guzmán contó al periodista Álvaro Delgado: “Le presentamos el pliego al gobernador. Dijo que a Lupe lo iban a liberar, y que el agua, las despensas y el cartón, las carreteras, el puente, el drenaje, todo eso nos lo iba a dar. A todo dijo que sí. Cuando llegó el punto de la presentación de los desaparecidos políticos, el gobernador dijo que muchos pedíamos a los desaparecidos y que a esos ya se los había llevado la chingada, que ya no tenían vuelta”.
En un hecho de armas la policía comunal de La Pintada se enfrentó en Rancho Alegre, el viernes 12 de agosto, a un grupo de delincuentes que intentaron asaltar a campesinos que habían cobrado el recurso de Procampo. Murieron los asaltantes Marcelino y Sabino Guzmán. Miguel Rodríguez Tinoco salió herido y se fugaron dos más.
Como a las 10 de la mañana del 14 de agosto, tres individuos encapuchados, vestidos con ropas oscuras y con armas de alto calibre asaltaron por más de dos horas a 25 campesinos que venían de La Caña de Agua a realizar sus compras a la ciudad de Atoyac. Tres mujeres resultaron violadas, con el tiempo se sabría qué agentes judiciales participaron en ese atraco.
La OCSS bloqueó la carretera de Coyuca de Benítez el miércoles 17 de agosto. El viernes  19, la presidenta municipal de Atoyac, María de La Luz Núñez Ramos, encabezó la marcha denominada: “Por un Atoyac Blanco. No más derramamiento de sangre”, los participantes que iban vestidos de blanco caminaron desde la comunidad de Cacalutla hasta la cabecera municipal.
El 21 de agosto fueron los comicios federales, donde salió electo Ernesto Zedillo Ponce de León como presidente de la República y Gabino Fernández Serna como diputado federal. El candidato del PRD a diputado fue Mario Valdez Lucena y por todas las irregularidades que se dieron el día de la elección se vino un movimiento poselectoral. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) impugnó 129 casillas del noveno distrito y pidió la apertura de los paquetes electorales.
Por eso alrededor de 700 perredistas encabezados por Wilibaldo Rojas Arellano, marcharon el domingo 28 en Tecpan de Galeana y retuvieron por cuatro horas al vocal ejecutivo Servando Galeana Rivera a quien le exigieron copias de las actas de escrutinio.
Y para cerrar el mes,  familiares de detenidos y desaparecidos de los años setentas, encabezados por Aurelia Pérez Cano dirigente del Comité Nacional Independiente Pro defensa de los Presos y Desaparecidos Políticos, marcharon el 30 de agosto para exigirle a la alcaldesa, una respuesta a la petición de reunirse con Salinas de Gortari.
La OCSS y los familiares de desaparecidos volvieron a marchar en Atoyac, el viernes 16 de septiembre de 1994, para demandar el fin de la represión de la que eran objeto, la libertad de Guadalupe Guzmán Martínez y el repudio a las guardias blancas de El Paraíso. La marcha salió de la secundaria técnica a la plaza principal de Atoyac.
El lunes 3 de octubre, unos 100 perredistas marcharon del Centro de Atoyac a la comunidad de Cacalutla, iban a Toluca encabezados por Mario Valdez Lucena y Félix Salgado Macedonio, pedían que el Tribunal Electoral revocara la constancia de mayoría que le habían otorgado al priista Gabino Fernández Serna. La marcha salió a media día de la cabecera municipal bajo una fuerte lluvia, llegaron a Cacalutla a las cinco y media de la tarde, ahí durmieron y al día siguiente se fueron en una caravana de vehículos hasta Toluca.
El miércoles 5 de octubre, el comisario municipal de La Cebada Pablo Guerrero Adame y su acompañante el campesino Catalino Galeana Zamora, fueron asesinados por un desconocido comando armado. En ese tiempo a La Cebada se iba por la carretera San Andrés-Camarón, por eso el viernes 7 de octubre, un grupo de judiciales comandado por Nicasio Galeana Contreras subió para ejecutar órdenes de aprehensión y auxiliar a la familia de los campesinos asesinados que buscaban abandonar la comunidad.
Cuando apenas iban a las siete de la noche un grupo armado los emboscó en el lugar conocido como El Chorrito en las inmediaciones de Los Valles. En la balacera resultaron muertos los agentes judiciales: Nicasio Galeana Contreras, Armando Ignacio Díaz, así como la señora Perfecta Jiménez de los Santos de 60 años de edad esposa de comisario  asesinado. Los heridos fueron Sandra Castro Guerrero de siete años de edad, quien recibió un balazo en la pierna, así como los judiciales: Sergio Téllez Navarrete, Alejo Téllez Navarrete y José Luis Victorino Castro. Únicamente el agente Rodolfo Núñez Ochoa salió ileso. Mientras el comisario suplente de La Cebada, Cruz Castro García, fue herido de un pie por un balazo que le dio un moribundo agente de la judicial.
Alejo Téllez Navarrete y José Luis Victorino  Castro, aun lesionados se metieron al monte y durmieron en los árboles protegiéndose de sus atacantes. Al día siguiente por la mañana 25 judiciales acompañados de 80 campesinos de Los Valles peinaron la zona, en la búsqueda de dos agentes que estaban en calidad de desaparecidos. En el lugar de los hechos se encontraron más se cien cascajos de Cuernos de Chivo y de pistola 38 súper.
El agente José Luis Victorino Castro llegó a la comandancia en Atoyac a las 11 y media de la mañana del sábado gravemente herido de tres impactos de bala. También aparecieron con vida Josefa Jiménez Guerrero Jiménez y su hijo recién nacido, quienes viajaban en la camioneta con la judicial. La alcaldesa María de la Núñez Ramos informó que la niña herida era nieta del comisario de La Cebada recién asesinado.    
De inmediato la policía judicial responsabilizó de la emboscada a Cayetano de la Cruz Galeana y oficialmente informó que los dos agentes desaparecidos, José Luis Victorino Castro y Alejo Téllez, fueron encontrados caminando por la carretera que conduce a Mexcaltepec. Esta no era la primera emboscada, el viernes 26 de agosto, El Sol de Acapulco había informado de 18 emboscadas a la motorizada y a la judicial en el estado, en lo que iba del año. Aquí la judicial encabezada por Abelardo Estévez a cada rato era denunciada por extorsión.
El martes 15 de noviembre de 1994 salió la noticia de la transferencia del cuartel militar al gobierno estatal. Mientras eso sucedía los asaltos se daban a cada rato. El más trágico fue  el 19 de noviembre, cuando encapuchados trataron asaltar, en Monte Alegre, a ocho pasajeros de una camioneta que bajaba de Santo Domingo hubo dos muertos: María Hernández Morales de 48 años y Tomás Castro Sánchez. Salieron heridos el conductor Gerardo Castro Sánchez y Rosendo Corona Castro. Se dijo que el conductor no escuchó cuando le marcaron el alto y al seguir la marcha les dispararon. El 21 de noviembre, en el paraje conocido como Las Crucitas, un grupo de asaltantes encapuchados disparó a una camioneta que iba rumbo a El Tambor y salió herida de un escopetazo Catalina Marcelo González.
El 2 de diciembre de 1994, al medio día la OCSS se manifestó en el Zócalo de Atoyac, para conmemorar los 20 años de la muerte en combate de Lucio Cabañas Barrientos. Con esta marcha la OCSS sacó del olvido al guerrillero y dieron inicio las conmemoraciones ininterrumpidas que se llevan a cabo año con año.



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