Víctor Cardona Galindo
La información aportada por Luis
León Mendiola en su manuscrito El Partido
de los Pobres, nos ayuda a
entender la vida orgánica de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento (BCA) y
explica el uso de los seudónimos en la guerrilla.
En los primeros meses de 1970, se
convocó a una reunión con los responsables de los núcleos de los poblados y los
integrantes del grupo armado, para nombrar la dirección política y militar del
Partido de los Pobres (PDLP) y quedó integrada por cinco miembros: Profr. Lucio
Cabañas Barrientos, Lic. Isidro Castro Fuentes, Dr. Enrique Fierro, Ing.
Agustín Álvarez Ríos y Profr. José Luis Orbe Ramírez.
Ellos, a partir de ese momento, fueron
los responsables del grupo armado; pero además, junto con todos los dirigentes
de los pueblos y de la zona urbana, serían la dirección política del Partidos
de los Pobres. Se les facultó, por razones de operatividad, a tomar decisiones
sólo con los integrantes del grupo armado; y cuando fuera necesario se harían
una consultas más extensa con toda la base.
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Ceferino
Contreras Ventura nació en 1917, en San Jerónimo el Grande hijo de Francisco
Contreras Catalán y Eufrocina Ventura Domínguez. Después del rescate
de Genaro fue detenido por militares cerca de la emboscada que les tendieron en
Icatepec
y estuvo preso en Iguala de donde lo trasladaron a Chilpancingo; de ahí salió
al exilio a Cuba, tras el secuestro de Jaime Castrejón Diez. Estuvo alrededor
de 10 años en Cuba, tenía 80 años cuando regresó. Murió el 7 de abril de 1988
en San Vicente de Benítez. Foto
anexo fotográfico del informe de la Comverdad |
De los cinco
que de manera permanente, salvo algunos cambios, firmaron todos los documentos
para su circulación pública, sólo uno era real, el de Lucio, los demás eran
seudónimos que se usaron y que fueron ocupados por quienes en su momento se
integraron a estas responsabilidades. Cuando había algún cambio, aunque la
firma era igual, se abreviaba el segundo apellido, si desaparecía el apellido,
era aviso de defunción; si se sustituía el seudónimo, era que había sido
detenido o desaparecido.
Eneida Martínez nos dice en su
tesis, Los alzados del monte. Historia de la guerrilla de Lucio Cabañas, que: “Básicamente la Brigada, hasta
1970, era un reducido grupo compacto que encabezaba Lucio Cabañas Barrientos,
él era el responsable único de dirigirlos. Es hasta en el año de 1970 que se convocó a una Primera
Asamblea del Partido de los Pobres para erigir la primera dirección colectiva
de la Brigada, esta Dirección Política Militar de la Brigada Campesina de
Ajusticiamiento, también llamada Comisión de Dirección. Todos los documentos
que sacara a la luz la Brigada serían firmados con estos nombres, salvo alguno
que otro se le llegó a modificar el apellido, cabe señalar que todos los
nombres, excepto el de Lucio Cabañas, eran seudónimos”.
Así, la primera dirección
formada en la primera asamblea del Partido de los Pobres quedó de la siguiente
manera: Lucio Cabañas Barrientos, el Lic. Isidro Castro Fuentes que
en realidad se llamaba Salvador Ángeles Salas y en la guerrilla le decían Cesar;
Dr. Enrique Velázquez Fierro cuyo nombre es Ricardo Rodríguez González, El
Doc; Ing. Agustín Álvarez Ríos del que únicamente se sabe se llamaba
Telésforo y en la brigada era conocido como Eduardo y el Profr. José Luis
Orbe Ramírez que en realidad era Luis León Mendiola, Eugenio.
Dice Eneida: “Estos seudónimos
sólo fueron utilizados para firmar los comunicados de la Brigada, como se puede
observar los cuatro miembros restantes ya tenían un seudónimo que utilizaban
permanentemente. “En la prensa cuando empiezan a hacerse públicos [los
comunicados] siempre cuestionaban ¡qué cómo era posible que Don Isidro Castro
Fuentes todo un licenciado con prestigio y calidad profesional anduviera con
revoltosos!, o ¡el ingeniero!, hablar de ingenieros era hablar de Rubén
Figueroa, ¿no?, ¡cómo! De manera que entonces, entendimos que se justificaba
haber puesto categorías profesionales y que había producido el efecto deseado”.
“El efecto deseado, por parte
del grupo armado, era que la opinión
pública supiera que la guerrilla también estaba conformada por personas que
tenían una formación profesional. Y efectivamente, varios de ellos eran
profesionistas, entre ellos se encontraba Ricardo Rodríguez González (a) El
Doc, quien era un estudiante venido de la Ciudad de México, de los últimos
semestres de la Facultad de Medicina de la UNAM, sería a partir de entonces
nuestro médico, que atendió a militantes y campesinos, haciendo maravillas con
los pocas medicinas a nuestro alcance”, comenta Luis León Mendiola, Eugenio
quien era profesor: “Si, yo siempre fui maestro de primarias”.
Las firmas que acompañaron
estos nombres de la dirección trataron de ser siempre las mismas, para que al
momento de su publicación en la prensa se creyera que esos cinco miembros eran
permanentes. Lucio Cabañas fue el único miembro que “siempre perteneció a la
dirección, es decir, nunca hubo un voto en contra, nunca moción para deponerlo
del cargo”, dice Luis León Mendiola. Sólo no estuvo en este puesto cuando se
marchó a la Ciudad de México para hospitalizarse por un padecimiento físico. “De
manera que las firmas fueron siempre las mismas, ¿qué sucedía? bueno, pues
cuando se integra formalmente la primera dirección política del Partido de los
Pobres y de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, al que le tocó el nombre
‘X’ pues se dedica a practicar la firma que le tocaba y esa aparece mucho
tiempo (...) Y ese es el origen. De
manera que Isidro Castro Fuentes nunca existió, más que en los comunicados y
todos los demás igual, salvo Lucio que era un nombre original”, sigue diciendo
Luis León Mendiola entrevistado por Eneida Martínez.
Fue el 32
Batallón de Infantería el que comenzó a perseguir a Cabañas y el 19 de febrero
de 1970 incursionó por primera vez en El Porvenir. El 3 de marzo fue detenido
Pedro Cabañas Macedo y 10 campesinos más en las inmediaciones de San Vicente de
Jesús. Pedro era tío de Lucio y junto a los demás detenidos fue puesto en
libertad después de pasar dos días en manos de los militares. Todavía a esta
alturas el gobierno le daba el mismo tratamiento a Lucio y a Genaro que a las
bandas de dirigían Epifanio Martínez y Samuel Araujo, La Onza y otros grupos armados que se movían en la Sierra Madre del
Sur, que eran grupos delincuenciales sin orientación política.
Wilfrido Fierro asentó el 26 de marzo de 1970: “EI día de hoy, aparecen
volantes firmados, por el Profr. Lucio Cabañas, Barrientos, Merced Barrera,
Alfonso Romero, Clemente Hernández Barrientos Ing. Agustín Álvarez Ríos Profr.
José Antonio Luna, Anselmo Reyes Iturio, José Cabañas López, Lic. Isidro Castro
F. Profr. Hermilo Olea García, Vicente Paco Salazar, Onésimo Galván Obé, Dr.
Enrique Velázquez Fuentes, Julián Galeana Ávila, José Luis Orbe Ramos, Miguel
Villamar, Cecilio Balanzar Nava y etc., etc., en donde se dirigen al pueblo de
que no se dejen engañar por la visita del Lic. Luis Echeverría Álvarez, candidato
del P.R.I. a la Presidencia de la República, por ser éste candidato de los
ricos y autor tanto él como el Presidente Díaz Ordaz de la masacre registrada
en Tlatelolco, piden respeto a la Leyes así como de campesinos y que no voten
por él, invitan al mismo tiempo por medio de las armas, derrocar al gobierno
actual”.
En abril de
1970 circuló este otro volante: “Ya se comenzó a formar el partido de los
pobres, por lo que los ricos y el gobierno han comenzado a temblar porque la
unión de los humildes les dará la derrota; como el gobierno y todos los
asesinos ricos quieren que el pueblo nos odie, han comenzado a calumniarnos, ya
que en sus periódicos escurre el lodo con que quieren mancharnos; dicen que
nosotros andamos asaltando, robando dicen que somos gavilleros o maleantes,
pero ahí están los campesinos de la sierra y de la costa; que ellos digan la
verdad, porque son ellos el pueblo y nosotros vivimos todavía porque el pueblo
nos protege y con la unión de todos los pobres venceremos al mal gobierno que
padece la patria”.
“La gente del
verdadero pueblo no votará por Luis Echeverría y nuestro pueblo armado sabrá
contestar a balazos todas las muertes y burlas que los pobres hemos recibido”. Firman:
Lucio Cabañas Barrientos, Merced Barrera, Alfonso Romero, Clemente Hernández
Barrientos, Ing. Agustín Álvarez Ríos, Profr. José Antonio Luna, Anselmo Reyes
Iturio, José Cabañas López, Lic. Isidro Castro F. Profr. Hermilo Olea García,
Vicente Paco Salazar, Onésimo Galván Obed, Dr. Enrique Velázquez Fuentes,
Julián Galeana Ávila, José Luis Orbe Ramos, Miguel Miramar R. Cecilio Balanzar
Nava. También circulaba el periódico El
Huarachudo en esos días.
La delincuencia
común contribuía al enrarecimiento del ambiente, el 11 de abril de 1970 a las
11:30 horas en el Plan de las Cruces fue asaltado el Jeep propiedad de la
compañía “Silvicultora Industrial, S. de R. L. cuando iba a la sierra
cafetalera llevando una fuerte cantidad de dinero para el pago de peones que
trabajan en la construcción de la Carretera Atoyac-Paraíso-Puerto Gallo. Tres
individuos con el rostro cubiertos con paliacates salieron al paso y al no
detenerse el chofer dispararon sus armas e hirieron a José Hernández Meza y
Eleuterio Castrejón Sánchez con herida leves. Agustín Miller Pérez gerente de
la Silvicultora Industrial S. de R. L. denunciaba los hechos.
Otro comunicado de la Brigada en abril de 1970, aclaró que
no habían sostenido, como diversas publicaciones venían diciendo, ningún enfrentamiento
con el Ejército, ni habían tenido muertos ni presos. Calificaban de calumnias e
inventos del gobierno las acciones que les han achacado de asaltantes y roba
vacas. El escrito informaba que habían ajusticiado a dos sargentos, a dos
caciques cuyos pistoleros mataban campesinos; que realizaron un ataque a la
Policía Judicial como respuesta a los crímenes que cometían, que obligaron a
que un rico pagar el salario de 15 peones, a los cuales se negaba cubrir su
adeudo; estorbaron la gira política de Echeverría no dejándolo visitar a seis
de los siete municipios que conforman la Costa Grande. El candidato del PRI
únicamente visitó solamente Coyuca de Benítez acompañado de varios asesinos
encabezados por el ex gobernador Raúl Caballero Aburto.
Aclararon en este texto,
que la organización dirigida por Genaro Vázquez Rojas era diferente a la
Brigada Campesina de Ajusticiamiento, aunque ambas luchaban por la misma causa
y contra la misma tiranía. Que con ese criterio habían hecho alianzas con todas
las organizaciones revolucionarias con las que han tratado.
La BCA aclaró que las
cuatro campañas que en su contra había realizado el gobierno federal, fueron un
fracaso. Una de ellas disfrazada como campaña de salud durante la cual hacían
consultas gratuitas y regalaban medicinas a cambio de que se les proporcionaran
información sobre el paradero de esa agrupación armada. Explicaban que la
última campaña fue contra los amapoleros, pero los oficiales del Ejército se
habían encargado de desenmascararla al confesar, en momentos de coraje, que
ellos no buscaban amapola, sino al grupo armado. A los campesinos que torturaron
les preguntaron por el grupo y por la amapola, les robaron dinero, ropa, comida
y los conducían a Acapulco donde los mantenían amarrados en pleno sol y les
quemaban con gasolina el pecho y los golpean brutalmente. Señalaron que esta
campaña estaba auxiliada por helicópteros y avionetas.
El comunicado estaba
firmado por: Lucio Cabañas Barrientos, Clemente Hernández Barrientos, Onésima
Galván Orbe, Anselmo Reyes Iturio, Alfonso Romero Lezma, Dr. Enrique Velázquez,
Agustín Álvarez Ríos, Profr. Hermilo Olea Gudiño, Profr. José Luis Orbe, Andrés
Muñoz Lara, Eneida Fuentes Cortázar, Javier González Piña, Carlos Anciras Díaz,
Margarito Corrales Mejía, Eduardo Robles Pacheco, Erminda Heredia Antúnez,
Merced Barrera Peña, Cecilio Balanzar Nava, Miguel Villamar Ríos, Profr. J.
Antonio Luna, Lic. Isidro Castro Fuentes, Profr. Julián Galeana A., José
Cabañas López, Vicente Paco Salazar, Eduardo Ramírez Vallejo, Ángel Gutiérrez
Reyes, Teodoro Ramos Ramírez, Martin Cadena Pedroza, Pascual Domínguez V.,
Catarino Buendía Solís, Anastasio Jiménez R. y Jacobo Armenta Longoria, según
datos encontrados en el Archivo General de la Nación.
En esta primera mitad de 1970, las zonas serranas de
difícil acceso empezaron a ser incursionadas por partidas militares. Los
pelotones temporales de soldados fueron remplazados por unidades permanentes,
con la tarea de ocupar pueblos estratégicos. Por otro lado, se reforzó al Ejército
con avionetas y helicópteros de la policía militar y de la federal. Las tiendas
Conasupo se instalaron en varias zonas, con la intención de ganar la simpatía
de aquellos sentían alguna atracción por la guerrilla.