Víctor
Cardona Galindo
Mientras
en la cabecera municipal la Expo Feria del Café 2017 continuó a todo mecate, esta
semana, en los montes siguieron los incendios forestales, se están quemando
todos los cerros. La ciudad sigue cubierta de humo y se han disparado las
enfermedades respiratorias. El lunes pasado 10 brigadistas de Protección Civil
de Atoyac y 20 integrantes del grupo antiincendios del ejido de El Rincón de
las Parotas, encabezados por el presidente de comisariado ejidal Reynaldo Arroyo Barrientos lograron controlar
en su totalidad un incendio que devastó más 40 hectáreas en el cerro de La
Florida.
El
alcalde Dámaso Pérez Organes también se sumó a las labores de combate al
incendio forestal que consume el cerro de La Ciénega en las inmediaciones de Agua
Fría. Debido a la gran magnitud, el siniestro continúa fuera de control y ha
devastado más de un centenar de hectáreas de arbustos y árboles de pino, ocote
y otras variedades propias de esa zona serrana.
Aquí
llegó Ejército e implementó el plan DN-III y en coordinación con brigadistas de
Protección Civil municipal y de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) se
sumaron al combate del incendio junto a los campesinos de las comunidades
aledañas, quienes como único recurso construyen guardarrayas para evitar que el
fuego se siga propagando y cause más estragos al medio ambiente, ya que el
terreno es escabroso e inaccesible.
Y de
vuelta a la Feria, la nuestra es regional, porque confluye gente que viene desde
el Papayo municipio de Coyuca de Benítez hasta los San Luises de Tecpan de
Galeana. Los cronistas del pasado resaltaban el papel preponderante que tenía
la lotería en estas fiestas de Semana Santa, ahora ni siquiera se escucha, está
arrumbada en un lugar no preferencial. Los emblemas de la Feria como el
carrusel y la rueda de la fortuna pasaron a un segundo término. Ahora los
juegos mecánicos más importantes, de los muchos que hay, son el martillo, la
tómbola, el musical y el satélite.
Llama
la atención el espectáculo de la mujer lagarto, la guapa Azucena y los animales
fenómeno, el perro de seis patas, el marrano de dos cuerpos y el camaleón de
dos colas. El animador dice que a la guapa Azucena, de la isla del Cedro de
Villa Hermosa Tabasco, le cayó una maldición por desobedecer a sus padres. Ella
está sumergida en 200 litros de agua. Le gente compra su boleto y sale riéndose
por la tomadura de pelo.
Lo que
más añoramos los atoyaquenses, cuando andamos fuera de nuestra matria, es cenar
“morisqueta” ese platillo compuesto por arroz con frijoles negros, chiles en
vinagre y queso fresco (de preferencia de San Luis) Se le puede variar
agregándole chilito de aporreadillo o una carnita asada.
A
pesar que tenemos muchos visitantes, en toda las instalaciones la Feria del Café,
no se encuentra frijoles con arroz o un bolillito con relleno. Sin embargo la
oferta culinaria es variada va desde los tacos, tamales oaxaqueños, picaditas,
birria y piza, mucha piza. Yo prefiero los taquitos de guisado de los López,
las costillas a la barbiquiu de los amigos de la Huerta o las carnitas michoacanas
de Sigifredo García.
Para
beber hay expendios y bares en todos los alrededores de la Feria, en algunos
lados venden bebidas con componentes exóticos y nombres raros, una se llama
Orgasmo, otra Beso de ángel, hay también Perro Salado, Reina Isabel, Alfonso
XII, Desarmador y Nalgas de Indio.
En
nuestra Feria se instalaron cuando menos dos puestos de tatuajes temporales y
permanentes. En Atoyac avanzamos hacia una sociedad tatuada, en los jardines de
niños se puede ver como la mayoría de las madres de familia lucen tatuajes,
antes eso era mal visto en una persona seria, sin embargo ahora todo mundo
quiere lucir un tatuaje, algunos son improvisados, sin embargo otros son una
verdadera obra de arte, como los que hace Dieguito Megón, que son
extraordinarios y hasta coloridos. Pronto aquí raro será quien no tenga un
tatuaje, yo ya pensé cual será el mío.
Y hablando del tradicional concurso de
canto Manuel Armenta el ganador fue el joven Josué Uriath Torres Martínez
originario de El Ciruelar quien se llevó el premio de los 10 mil pesos, en la
final que se desarrolló en el teatro del pueblo. El segundo lugar fue para la
joven Alicia Cristal Martínez Navarrete de la colonia Centro y el tercero para
Egdalid Dionicio Acosta de la colonia Antonio Campos.
El
jurado calificador estuvo integrado por la cantante Areli Reyes Díaz, el
trovador Jesús Manuel Torreblanca Velázquez, El Tío Sam y el maestro de música Nathan Leyva Rebolledo.
Esta
vez al concurso se presentaron 17 participantes de diferentes comunidades
quienes primero participaron en un casting,
luego en dos presentaciones, una el Zócalo de Atoyac y otra frente a las ruinas
de la fábrica de hilados y tejidos Progreso del Sur Ticuí, hubo participantes
como Yesenia Dainai Olea Mendoza de 15 años hasta Josefina Vargas Benítez que
tiene 57.
Muchos
cuestionan y preguntan ¿Porque se contratan grupos que cantan principalmente
narcocorridos, en estos tiempos de violencia? Hay que ser sinceros sin esa
música la Feria estaría deslucida. Si somos francos, esa música nos gusta,
principalmente a los que somos sierreños. Por eso hubo más de seis grupos de
música vernácula y de corridos, lo que ahora llaman música sierreña. Por eso se
grita mucho cuando Los Armadillos cantan su éxito De la semilla a la bola por eso cuando vinieron Los Tigres de Norte
en años pasados la canción que más se festejó fue La Paloma que cayó en la laguna de Nuxco.
Por
eso al nieto de Juliantla la pieza que más le funcionó fue Manuel Juárez, que
vive en un ranchito en la sierra cuidando cuacos y chata, poco baja a las
ciudades. Porque son las melodías que hablan de valor y aventura la que nos
gustan. Tal vez si hubiéramos nacido en Austria nos fascinara escuchar Los
niños cantores de Viena. Sin embargo, en esta Feria hubo de todo, grupos de
cumbia, románticos y corridistas. También el pabellón del café tuvo una muy
variada oferta cultural. Lo malo es que la gente poco se acercó a las
conferencias y a las ofertas folclor y cultura.
Este
año en el teatro del pueblo se presentaron Los Fredys de Fernando Tapia un
grupo que tiene 54 años de existencia con un repertorio de más de 450 canciones
grabadas. La presentación de Los Fredys fue muy emotiva y sacudió al público que
coreó sus canciones. Todos los días el teatro del pueblo lució abarrotado.
En la
Feria pasan cosas raras, como el hombre que subió al escenario durante del show
del grupo Liberación para pedirle perdón a su esposa le dijo: “vuelve conmigo
amor, ya no te voy a tratar mal”, su Dulcinea
no llegó y de puro coraje se fue derechito al bar y pidió unas Nalgas de Indio.
Tico
Mendosa esta vez estuvo más “bajo” que de costumbre sin embargo la gente
permaneció en su espectáculo. La muchedumbre todo lo graba con el celular y no
deja ver a los de atrás, así que nos tenemos que conformar con ver el espectáculo
a través del celular del vecino de enfrente.
Conocido
como el hijo de la leyenda de la música mexicana, Joan Sebastián y de la actriz
y cantante Maribel Guardia, el joven Julián Figueroa se presentó ante más de
tres mil espectadores que abarrotaron la plaza de toros, donde interpretó los
mejores temas de su padre acompañado con música de banda.
Antes
de la llegada de Julián Figueroa al ruedo, el público disfrutó del jaripeo y de
la música de Los Tremendos del Pary originarios de la comunidad de El Paraíso y
posteriormente tocó el turno al grupo Dinastía Sureña que también amenizó el
evento. Al salir al escenario notamos que a Julián le falta el timbre en la voz
y la presencia de su padre. Sin embargo lo que más divirtió fueron los nalgazos
que se dieron las fans que brincaban al ruedo para tomarse una foto con él. Las
gradas eran una constelación de estrellitas, por las lucecitas de las cámaras,
porque muchos en el público grababan el espectáculo. Julián Figueroa tuvo
problemas para abandonar lugar por la cantidad de gente que quería tomarse la selfie.
Sin
duda el clímax de la Expo Feria del Café Atoyac 2017 fue la presentación de Los
Ángeles Azules, quienes congregaron más de 10 mil almas en un ampliado
escenario del teatro del pueblo. El estacionamiento de la Feria que puede
albergar hasta 700 automóviles no pudo dar cabida a tanto vehículo que llegó,
por eso mucha gente prefirió dejar su transporte sobre la banqueta del
boulevard Juan Álvarez. Había grandes filas de autos desde la Y Griega por el
lado sur y por el norte la cola iba más allá de la Plaza del Sol. Muchos
tuvimos que caminar grandes distancias para llegar.
El
embotellamiento se complicó más, debido a que los militares no retiraron los
conos del retén que tienen frente a la colonia 2 de diciembre, así que antes de
llegar al retorno, el camino se reducía a un sólo carril propiciando el caos.
Hablando
de la cuestión ganadera, el año pasado (2016) el Ayuntamiento entregó 32
sementales de raza fina a productores de Atoyac de Álvarez y Tecpan de Galeana
y se realizó una rifa de un semental de raza Charolais, donado por el gobierno del estado, en la que participó
el público en general, y resultó ganador un policía estatal.
También
se llevó a cabo una demostración de vacas lecheras, por parte del rancho Mi
Alegría de Margarito Solís Serrano de Corral Falso y el rancho Las Corraletas
de Tecpan de Galeana propiedad de Marcelo Galeana Ramírez. Los dos ranchos
compitieron, el sábado 2 de abril a las 10 de la mañana, por saber quién tenía la
mejor vaca lechera y resultó ganador el rancho Las Corraletas. La leche
extraída se repartió entre los presentes que se aglomeraron para alcanzar el
producto, incluso hubo quienes fueron a comprar cubetas para llenarlas con
leche fresca.
En
esta edición de la Feria 2017, el sábado 22 de abril, el rancho El Cielo
propiedad de Jesús Galeana Soberanis de Corral Falso con la vaca la Cuerva fue
el ganador del primer lugar en el concurso de la vaca lechera organizado por el
Ayuntamiento y la Asociación Ganadera Local de Atoyac, el cual, se realiza con éxito
por cuarta ocasión en los terrenos de la Expo Feria del Café.
Dámaso
Pérez entregó cuatro sementales suizos americanos y los premios a los ganadores
del concurso de la vaca lechera, correspondió el segundo lugar para el rancho
de Margarito Solís Serrano de Corral Falso con la vaca la Urbana. El tercer
lugar fue para el rancho los Manantiales de Orlando Gómez Hernández con la vaca
Esmeralda. Al final la leche de la ordeña fue entregada de manera gratuita al
público asistente.
Mientras
en el pabellón de café concluyó el ciclo de conferencias. Ahí se dieron
talleres de como injertar plantas de café, se expusieron diversas tecnologías para
mejorar los cafetales y combatir la roya anaranjada. En el cierre fue
presentado el libro: CRAC-PC. El Origen
de la Policía Comunitaria de la autoría de Juan Horta Cruz y Sabas Aburto
Espinobarro, consejeros regionales de la casa de justicia matriz de San Luis
Acatlán.
Considero
que la participación más destacada, en el pabellón, fue la de Tehui Campos
Ortiz, quien después de estar con productores de Atoyac voló a Seattle, Estados
Unidos, para participar en la Expo Global Especial de Café.
Tehui
es investigadora de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM) y dijo
que en las huertas no sólo existe el café, hay plantas medicinales y comestibles.
Comentó que los agroquímicos contribuyen al efecto invernadero, ella propone
que en lugar del fungicida Alto 100 utilizar una infusión de la planta conocida
como Cola de caballo, un descubrimiento de una tesista de la UNAM que pronto se
hará público.
Explicó
que utilizar productos orgánicos en el cafetal atrae a las aves y especies de mariposas
que ya se habían ido. Dijo que mujeres del estado de Chiapas hicieron un
botiquín con tinturas de plantas medicinales que existen en las huertas de café
y esa experiencia pudiera funcionar muy bien en Atoyac.
Llamó a
reconstruir la comunidad rescatando prácticas colectivas de cultivos como el
combate o las fajinas que se han perdido, “Tener sentido de pertenencia, crear
y recrear la comunidad”. Porque solamente rescatando las prácticas comunitarias
se podrá enfrentar el cambio climático que está impactando en la producción de
alimentos.
Caminando
por la Feria una mujer me contó que por el rumbo de La Remonta a falta de
producción de café, la gente ha vuelto al cultivo de la ocra. Lo que nosotros
conocemos como café del barco, es una planta que da espigas que parecen
barquitos y de su interior salen semillas redondas de color negro. Una vez
cosechadas se tuestan en el comal y se muelen, su olor y sabor a café es
exquisito y se vuelve aún más delicioso si a la taza le agregamos con un
chorrito de leche fresca.
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