Víctor Cardona Galindo
La
primera Feria del Café se celebró en 1960 en San Vicente de Jesús durante el
gobierno de Raúl Caballero Aburto y del presidente municipal Raúl Galeana Núñez,
es el antecedente de la que se realiza ahora.
Aunque
en Semana Santa siempre hubo diversión, de acuerdo con nuestro cronista
Wilfrido Fierro Armenta: “fue en la feria de Semana Santa de 1910 cuando el italiano
Ángel Mazzine trajo el primer cinematógrafo a esta población. Las primeras
funciones fueron en la barda conocida como “La Zacatera” en la calle Aldama. Y
es que en los primeros años del siglo pasado en la feria había únicamente juegos
de azar, bailes de tarima, peleas de gallo y carreras de caballos, pero la
diversión se fue diversificando cuando llegó el cine. Los juegos mecánicos
comenzaron a llegar a nuestra ciudad al terminar la década de los veinte y
principios de los treinta. Vinieron por una brecha de la playa que conectaba
con Acapulco. Los carros que los traían venían llenos de ramas que arrancaron
al pasar por los caminos plenos de vegetación.
Francisco Magaña de Jesús y Rubén Castro Arellano, dos clásicos del teatro del pueblo. Foto: Víctor Cardona Galindo |
Ya
para 1940 cuando empezaba la feria de Semana Santa los pueblos de la sierra
quedaban vacíos, todos bajaban para surtirse de abarrotes, comestibles y
herramientas para el cultivo. En los años cincuenta se notaba la prosperidad,
había algunos “sierreños” que encendían su cigarro con un billete. Recordando
esas épocas Antonio Solís Martínez escribió que “las sillas voladoras en su
rotación casi rozaban la casa de Manuel Radilla Mauleón”. Un día se desprendió
una silla voladora y una mujer fue a caer arriba de las tejas de una casa, al
parecer se trató de la ticuiseña Petra Cabañas.
“Todos
nos queríamos subir a los volantines, como se les llamaba a los juegos... El
merolico pregonando que si le dabas un peso no te quedabas pobre, pero tampoco
él se hacía rico”, es parte de lo que Juan Martínez Alvarado recuerda de las
ferias a fines de los cincuentas y “la llegada de Don Matías con su lotería de
estampas típicas mexicanas con premios para cuadro chicho, cuadro grande,
líneas como salgan o carta llena; para llevarse un juego de loza, una cubeta del
número veinte o sea una tina… la tradicional Ola Marina y el Carrusel de
Caballitos; la gigantesca Rueda de la Fortuna, la espectacular Silla Voladora”.
Eran
los tiempos en que se pagaba a cuarenta y cinco pesos el quintal de café
capulín.
Las
ferias de los sesentas y setentas son recordadas por Felipe Fierro Santiago
quien escribió en su libro Tierra Mojada: “El disfrutar de los juegos mecánicos,
el de pasear y distraerse durante la Semana Santa en Atoyac, resultaba gratis o
fácil para las familias de la parte alta de la sierra; antes del disfrute, la
familia en casa tenía que programarse económicamente tres meses con
anticipación. Como en este periodo se cosecha café, los integrantes de la
familia se van a la ‘repepena’ o a recoger café, que consiste en volver a
repasar las huertas, planta por planta, recogiendo de ellas o del suelo el café
que se escapó de las manos de los peones… Al llegar el día, camionetas enteras
de familias llegaban a la cabecera municipal. Los juegos mecánicos instalados
en el zócalo municipal, los gritos del señor de la lotería, la mujer que se
convirtió en serpiente por ser grosera con sus padres; los caballitos, el
transa de la bolita, la rueda de la fortuna, además de la promoción de las ya
tan conocidas marcas de cervezas, dejaban con la boca abierta a los paisanos y
con los ojos con el signo de pesos a los promotores de la feria. Claro, la
verdadera Feria del Café se hacía en aquellos tiempos”.
La
gente antes no decía como ahora “vamos a la feria”, decía “vamos a los
caballitos” en referencia al carrusel, porque ese era el juego preferido de los
niños, mismo que igual que la rueda de la fortuna son emblemas de las ferias.
Siempre eran las “Atracciones Rosales” los que amenizaban la Semana Santa,
quienes todos años donaban talegas de dinero para construir la iglesia.
Ahora La Feria del Café es tradicional en la
región, se organizan palenques de gallos, jaripeos, teatro del pueblo, exposición
artesanal y comercial.
Durante dos años en el periodo de Armando Bello se
organizó una Expo Ganadera, que continúo con el gobierno de Yanelly Hernández
Martínez. El más concurrido es el teatro del pueblo donde actúan
artistas de renombre para todo el público. Pero lo que más emociona es la elección
de la reina de las fiestas, la gente se vuelca para apoyar a su favorita.
Eduardo
Valderrama compuso esa canción titulada “Vamos ya”
que dice: “La región cafetalera /se engalana, sí señor /Atoyac está de fiesta
/Ya la expo comenzó… La belleza atoyaquense /es el rostro del café /todo el
mundo ríe y baila /y lo que cante usted… Vamos ya… Aquí hay muchas atracciones
/diversión a la niñez /también muestras comerciales /sin faltar la del café.”
Recordemos
como comenzó la tradición. En 1991 cuando se cumplieron 31 años de la primera
Feria del Café realizada en San Vicente de Jesús, surgió la idea del gobernador
del estado José Francisco Ruiz Massieu, y la delegación de la Cámara Nacional
de Comercio (Canaco) presidida en ese entonces por el médico Miguel Ángel Ponce
Jacinto, asumió la responsabilidad de
organizar lo que fue la primera Feria Regional del Café “Atoyac, 91”, evento
que se celebró en el mes de diciembre de ese año y fue inaugurada por el propio
Ruiz Massieu y el presidente municipal Evodio Argüello de León. Se presentaron
diversas opciones de diversión como el palenque, los juegos mecánicos,
exposición comercial, teatro del pueblo. Y el espectáculo principal fueron los
"Voladores de Papantla" que por vez primera vinieron a nuestra ciudad.
En
1992, la nueva administración de la Canaco presidida por Donaciano Luna Ríos,
acordó cambiar la feria de fecha y celebrarla en la Semana Santa, buscando mayor
éxito para el evento. Y fue así como se celebró la segunda Feria Regional del
Café "Atoyac, 93" aún bajo la administración municipal de Evodio Argüello
de León.
Después,
siendo presidente de la cámara de comercio Lucio Galeana Flores, se dio a la
tarea de organizar la tercera feria, que se financió con recursos generados de
la venta de stands comerciales y patrocinadores, la cual se celebró en el mes
de marzo de 1994 y fue inaugurada por la presidenta municipal María de la Luz
Núñez Ramos y Gabino Fernández Serna, quien acudió en representación del
gobernador del estado Rubén Figueroa Alcocer.
La
Cuarta Feria Regional del Café "Atoyac 95", que se celebró del 7 al
16 de abril, fue organizada por primera vez por el Ayuntamiento encabezado por
María de la Luz Núñez Ramos.
Rafael
Arzeta Cervantes en un texto llamado “Ecos de la Feria del Café Atoyac” publicado
en la Revista La Costa (mayo de 1995)
escribió: “con su agradable calor costeño y su maravillosa amistad, celebró las
festividades de Semana Santa con la realización de la IV Feria Regional del
Café ‘Atoyac 95’…Todo se iluminó de alegría y entusiasmo, con los objetivos
logrados, al traerle al pueblo atoyaquense momentos de esparcimientos y de
cultura con la variedad de espectáculos presentados en cada una de las áreas”.
El
acto de la inauguración de la feria estuvo a cargo de Patricio Medina Andrade, secretario
de Desarrollo Económico del Estado, quien acudió en representación del gobernador
del estado, Rubén Figueroa Alcocer. Las festividades estuvieron enriquecidas de
los ingredientes que toda feria debe contar como: juegos mecánicos, eventos
culturales, artísticos, jaripeo, palenque, muestra comercial, industrial,
artesanal y el teatro del pueblo que exhibió espectáculos de primera calidad; cerrando
con broche de oro un grupo representativo de La Guelaguetza del estado de
Oaxaca el 16 de abril por la noche. Ese día la plaza principal de Atoyac lució
abarrotada.
Una de
las más memorables fue la encabezada por Lucio Galeana Flores, como Oficial
Mayor del Ayuntamiento, en el periodo del alcalde Javier Galeana Cadena. La
feria salió del centro de la ciudad y se realizó por primera vez en los
terrenos del predio El Rondonal donde ahora se encuentra la colonia María
Isabel Gómez Romero. Esta vez Lucio Galeana dio muestras de su buen gusto,
demostró su capacidad de organización, le dio colorido a los eventos y mejoró
la escenografía del teatro del pueblo.
La
feria del 2002 fue inaugurada con la presencia del guitarrista Chamín Correa.
Aquí el primer edil Acacio Castro Serrano dijo que la expo estaba dedicada al
autoconsumo. Invitó a los productores a no abandonar sus parcelas, porque
preservar el café es preservar la flora y fauna, porque su producción se
realiza bajo sombra. Doña Guillermina Galeana y Francisco del Valle Fajardo
fueron del patronato dejando un buen sabor de boca.
El 12
de abril del 2003, fue inaugurada la feria del Café por el alcalde Germán Adame
en compañía del senador Héctor Astudillo Flores, quien apadrinó la primera
corrida de toros y Héctor Manuel Popoca Boone asistió en representación del
gobernador. En la clausura estuvo presente en el jaripeo el diputado federal
Celestino Bailón Guerrero y el senador Héctor Vicario Castrejón. Germán Adame
en su discurso mencionó que su gobierno tenía el objetivo de hacer de Atoyac un
polo de actividad económica con la instalación de nuevas empresas y consolidar
la cultura exportadora.
En el
acto oficial de clausura de la feria 2003 se entregaron premios a los escritores
Julio César Ocaña Martínez, Felipe Fierro Santiago, Graciano Galena Mateos y
Juan Martínez Alvarado, quienes fueron ganadores del primer concurso de cuento,
organizado por René García Galeana.
Esta
festividad ha cambiado de nombre varias veces. Durante el mandato de María de
la Luz se llamó “Feria del Café”; cuando fue presidente Javier Galeana se llamó
“Feria del Café y del Comercio”; con Acacio Castro Serrano volvió a ser “La
Feria del Café”; con Germán Adame fue la “Feria de Atoyac”; el licenciado Pedro
Brito la llamó “Expo Café” y al llegar Armando Bello se celebró la “Expo
Atoyac”. Con Ediberto Tabares Cisneros vuelve “La Feria del Café”. “Ahí se
exhibe el ganado /y también la apicultura /claro sin dejar de lado /el acervo y
la cultura”, es una copla del trovador Jorge Lara Gómez.
La
Expo Café 2006 que fue inaugurada el 9 de abril, aunque la programación inició desde el siete por la mañana- En la” Cueva del Club
de Leones” fue elegida y coronada “La Reina de la Juventud Acumulada” y resultó ganadora la señora María de Jesús
Pino Pino de 67 años de edad. En este evento se reunieron los clubes de la
tercera edad del municipio, convocados por el patronato. Por la tarde se llevó
a cabo la elección y coronación del “Monstruo del Café” que no es más que El
Rey Feo, título que ganó Marco Antonio Castro Escarramán. Estos dos títulos se
eligieron por primera vez en la feria.
Un
multicolor desfile de carros alegóricos, de escuelas y empresas del municipio,
acompañaron a las participantes a rostro del café. Recorrieron las principales
calles con la tradicional música de chile frito, con caballos bailadores y motociclistas
del puerto de Acapulco, que impactaron
al público con sus acrobacias. La estrella del teatro del pueblo fue Reyli originario
del estado de Chiapas, quien se dijo asiduo consumidor de café, el cual le ha
servido de inspiración en algunas de sus creaciones en los momentos de tardes y
lluvias inolvidables con buenos romances: “el olor a café es una bendición y de
los mejores recuerdos de mi infancia, porque en mi casa se toma buen café”.
El alcalde Pedro Brito García clausuró la madrugada del lunes 17
de abril del 2006, las actividades de la Expo Café 2006, celebradas durante 8
días en la ciudad de Atoyac. En donde hubo exposición artesanal, venta de diferentes
marcas de café, miel, licores de café y mango. Según el reporte de los
organizadores, cada noche arribaron seis mil asistentes a las instalaciones de
la Expo Café ubicada en El Rondonal.
El alcalde se congratuló de que durante 8 días se reportó saldo
blanco y felicitó a los atoyaquenses por mostrar su hospitalidad a los
visitantes y a los artistas que animaron el teatro del pueblo como “Reyli”,
Lorena Herrera, el comediante Teo Gonzáles y el cierre con broche de oro con la
cantante y actriz Maribel Guardia. La artista deleitó a más de 8 mil asistentes
que desde muy temprano abarrotaron la explanada del teatro del pueblo,
rompiendo record de asistencia.
A ser invadido por familias precaristas el predio de El Rondonal,
ésta festividad de Semana Santa se comenzó a organizar en el terreno de la
familia Bello junto al río y en ésta ocasión La Feria del Café 2013 se llevó a
cabo, del 24 al 31 de marzo, en el lugar
conocido como El Rancho de los Coyotes, en un predio ubicado a un costado del
boulevard Juan Álvarez, donde se sigue realizando hasta la fecha. Muy coloridas
lucieron las ferias organizadas por los gobiernos de Dámaso Pérez Organes y
luego el de Yanelly Hernández Martínez.
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