Víctor
Cardona Galindo
Alfonso
Vázquez Rojas, padre del extinto guerrillero Genaro Vázquez Rojas, fue presidente
municipal como canonjía política por los atropellos que sufrió. Él era priista
y no comulgó con las ideas de su hijo Genaro, aun así el gobierno lo premió con
la presidencia por la muerte del guerrillero. De ese periodo mucho se recuerda
aquella frase: “El gobernador me puso para que me ayudara yo, no para que
ayudara a la gente”, que pudo ser cierta pero también pudo ser inventada por
sus enemigos políticos.
A don
Alfonso a quien apodaban El Burro Prieto nadie lo quería en Atoyac, la
gente de izquierda lo tenía como traidor porque no apoyó a su hijo, al
contrario, delató algunas de sus relaciones familiares. Los priistas no lo
querían porque no era de Atoyac y porque era padre de Genaro Vázquez quien hizo
tambalear la hegemonía del tricolor en el estado.
A pesar
de lo que se diga, si hubo obras públicas durante el periodo de don Alfonso
Vázquez Rojas, se abrieron varias brechas en la sierra y se inauguró la primera
biblioteca municipal que se llamó Lázaro Cárdenas del Río y también mandó a
fabricar la estatua del general michoacano que todavía está en la Y Griega.
Ladislao
Sotelo Bello fue alcalde dos veces, sin mucho problema. José Luis Ríos
Barrientos fue uno de los mejores presidentes que ha tenido Atoyac, con él
terminó la hegemonía del PRI, fue el último alcalde que no tuvo problemas
políticos. En su periodo se acabó la oposición simbólica, porque el siguiente
alcalde Apolinar Castro Zamudio fue removido por el gobernador José Francisco
Ruiz Massieu quien impuso en su lugar a Alejandro Nogueda Ludwing, con esto el
gobernador generó una gran ruptura en el PRI, el grupo afectado por la
deposición de Castro Zamudio engrosó, en el municipio, las filas de la
Corriente Democrática que a nivel nacional encabezaba Cuauhtémoc Cárdenas
Solórzano.
Aunque también la designación como candidato de José Luis Ríos Barrientos
había provocado un movimiento interno que muchos conocen como el Movimiento Coreano.
Fue en 1983 cuando un grupo de priistas se indisciplinó y llegó a
tomar las instalaciones del PRI, le llamaron el movimiento coreano porque
promovía la candidatura de Jaime Coria Gómez. En ese movimiento participó Rubén
Ríos Radilla, Margarito Pérez Ocampo, Leónides Martínez Gómez e Ignacio
Serrano.
Este movimiento pretendía derrocar el cacicazgo local del
PRI que en ese tiempo ejercía José Nogueda Radilla, presidente de la
Confederación de Trabajadores de México (CTM). Coria encabezó esa inconformidad
y con el tiempo esta corriente se fue a conformar el Frente Democrático
Nacional en Atoyac.
El 3 de octubre de 1983 renunció a
la presidencia municipal Ladislao Sotelo Bello, para lanzar su campaña política
como candidato a diputado local por el 4º distrito electoral, lo sustituyó en
el cargo el síndico procurador Epifanio Hernández Vélez.
Como oposición surgió el Comité de
Lucha Popular que el 18 de octubre a las 6:30 de la tarde, llevó a cabo un
mitin. Los manifestantes iniciaron su
marcha por la avenida Juan Álvarez Sur, recorriendo las calles de Nicolás
Bravo, Vicente Guerrero y Miguel Hidalgo hasta llegar a la plaza cívica. Los
oradores enfocaron su protesta en contra de la carestía de la vida que provocó
la administración de José López Portillo.
Estuvo como orador el párroco Máximo
Gómez, “quien dijo ampliamente –comenta Wilfrido Fierro- que nuestra actual
situación se debía a un par de ladrones que dejaron el poder, que todo mundo
conoce y que deberían ajusticiarles porque el pueblo no debe de estar pagando
deudas que no disfrutó”. El mitin terminó a las 7:10 de la noche.
A las 18:45 horas del 19 de octubre
se realizó la convención municipal del PRI en el cine Álvarez. En
representación del gobernador del estado asistió Arturo Cervantes Delgado. Los
tres sectores del partido lanzaron como su candidato a José Luis Ríos Barrientos.
Como respuesta, a las 14:00 horas del 23 de octubre, tuvo lugar un mitin de
protesta en contra de la imposición y continuismo de José Luis Ríos Barrientos
y sus demás regidores. La protesta fue realizada por elementos del PRI que
postulaban para la presidencia municipal a Jaime Coria Gómez. La manifestación
que partió del centro social Lido recorrió las calles de Nicolás Bravo, Vicente
Guerrero y Miguel Hidalgo.
Wilfrido registra como oradores a
Octaviano Santiago Dionicio, Juan Tabares de San Juan de Flores y otros de la comunidad
de La Pintada, Robertina Cabañas y Carlos Solís Martínez, quienes pidieron, al
comité nacional del PRI, la anulación de la planilla de Ríos Barrientos y poner
en su lugar a Jaime Coria Gómez a quien la clase política local no quería por
ser del municipio de Benito Juárez.
En esa coyuntura los grupos de
izquierda, el Partido Socialista Unido de México (PSUM) y el Partido
Revolucionario de los Trabajadores (PRT) se organizaron y lanzaron como
candidato a la presidencia a Octaviano Santiago Dionicio. El cómputo realizado
el 11 de diciembre quedó de la manera siguiente: el PRI 6 mil 108 votos, el
PSUM 648 y el PRT 232 votos.
Cuauhtémoc Cárdenas había estado en
esta ciudad el 27 de diciembre de 1980. A las 10 y media de la mañana llegó a la
Y Griega acompañando al presidente de la república José López Portillo para
develar la estatua de su padre el general Lázaro Cárdenas del Río. Dice el
cronista Wilfrido Fierro Armenta que el presidente López Portillo fue conducido
a este lugar por un helicóptero especial. En el acto estuvo presente el alcalde
de Atoyac Alfonso Vázquez Rojas y numerosas personas de lugares circunvecinos.
El 26 de
marzo de 1988 Cuauhtémoc Cárdenas volvió Atoyac, pero ésta vez como líder de la
oposición más poderosa que haya enfrentado el régimen priista. La
nota de Hermenegildo Castro se publicó en la página 13 de La
jornada del 27 de marzo de 1988. “En Atoyac, cuna del movimiento
guerrillero de Lucio Cabañas y de un activo movimiento de izquierda, Cárdenas
llegó caminando desde la entrada del pueblo y a la mitad del camino se encontró
con la vigilancia de los soldados. Eran jóvenes del 49 Batallón de Infantería,
que se quedaron pegados a la pared. Amartillaron sus fusiles automáticos que,
según los conocedores, eran G-3. No hubo ninguna provocación y la tención
inicial se disipó. Los uniformados continuaron su camino hacia el cuartel del
49 Batallón de Infantería.
Ahí el candidato del FDN fue recibido con la plaza llena.
Una plaza chica, para 2 mil personas bien apretaditas. Había tres banderas del
PPS y el resto del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional; ni una del
PARM, que tampoco trae propagandistas. Era una muestra de que la unidad entre
los partidos del FDN no es cabal.
En la colonia Cuauhtémoc, los organizadores indican a los
enviados que van delante de la comitiva; ‘La gente está desesperada en la Y
Griega’, y es que para esa hora, una de la tarde, los tiempos del recorrido
llevan casi 120 minutos de retraso.
A la sombra de un tamarindo los habitantes le exponen la
larga lista de problemas; ‘Falta de agua y trabajo, salario de 5 mil pesos
diarios (de los viejos pesos) en una zona pegada al centro turístico de
Acapulco, donde una habitación cuesta 300 mil pesos’.
En el cruce de caminos, conocido como La Y Griega
encontramos personas que estaban esperando desde las 11 de la mañana y ya son
las 3 de la tarde. Hace un calor intenso que se convierte en sudor escurriendo
en caras y cuerpos de la comitiva. El candidato deposita un ofrenda floral y
monta una guardia de honor en la estatua de su padre, el general Lázaro
Cárdenas, que inauguró junto con López Portillo cuando eran gobernador y
presidente y el todavía no respiraba el aire que sopla en la oposición.
De ahí se trasladó a Atoyac, la cuna de la guerrilla de los
setentas y pronuncio un discurso sobre los dos proyectos de gobierno que ha
hablado y manifestó que es necesario un reagrupamiento de fuerzas democráticas
para cambiar la correlación de fuerzas, pues el gobierno tiene recursos para
oponerse al avance de la democracia”.
De los recuerdos que existen de esa visita, entre los
viejos militantes, es que comieron en las inmediaciones del rancho de Los
Coyotes y que en esta comida estuvo Ángel Navarrete Reséndiz que después
traicionó. Cárdenas hizo guardia de honor al monumento a su padre. Rubén Ríos
condujo ese evento y que Miguel Arroche Parra se molestó porque no lo mencionó.
Cárdenas llegó tarde porque lo bajaron en todos los pueblos
de Atoyac desde que entró a la colonia Vicente Guerrero, la gente se atravesaba
y no lo dejaban pasar hasta que se bajaba. Cárdenas estuvo en el Zócalo, en una
plaza repleta. Este cronista tenía 17 años y se limitó a observar todo de
arriba de un árbol de la plaza Morelos donde se desarrolló el mitin.
En las elecciones de 6 de julio de 1988, Cárdenas ganó las
elecciones en El Ticuí, Corral Falso, Zacualpan, en La Remonta el PRI sacó
cinco votos y en San Francisco de Tibor nueve. Eran los tiempos del estrellato
de nuestro amigo Antonio de la Cruz como operador electoral del PRI, se trajo
las urnas de Mexcaltepec y los cardenistas lo siguieron hasta Tecpan.
El 5 de mayo de 1989 Cárdenas llamó a la fundación del
Partido de la Revolución Democrática (PRD) y en diciembre de ese año jugó por
primera vez. El PRI dejó de tener elecciones tranquilas y
comenzó a enfrentar a una oposición real con mucha capacidad de respuesta. Esas
elecciones, que el PRI fue representado por Pedro Magaña Ruíz, fueron muy
polémicas y reñidas, las concentraciones del PRD en las comunidades eran
multitudinarias, había efervescencia y a la hora de los cómputos Octaviano
Roque Ruíz candidato del sol azteca perdió las elecciones. Nadie dio crédito al
resultado, por eso los perredistas se organizaron e instalaron un plantón
frente al Consejo Electoral que tenía sus oficinas en la calle Aquiles Serdán.
La gente se armó con garrotes y montó guardias fuera de las instalaciones
electorales para evitar que se llevaran las urnas. Pero el 11 de diciembre de
1989, en la madrugada, fueron desalojados violentamente por la policía
antimotines hubo muchos perredistas y policías heridos.
Los
perredistas hicieron una marcha hacia las oficinas de Secretaría de Agricultura
y Recursos Hidráulicos (SARH), donde se decía que se planeó el fraude
electoral. Luego instalaron un plantón en el zócalo y tomaron el Ayuntamiento.
Con la presencia de una mayoría de comisarios nombraron presidente municipal de
la Comuna Popular Revolucionaria a Octaviano Roque Ruíz y como síndico a Jesús Valdez
Lucena, mientras tanto Pedro Magaña Ruíz instaló el Ayuntamiento en una casa
particular. El movimiento se mantuvo hasta el 12 de marzo de 1990, cuando para
calmar los ánimos, mediante un acuerdo político, se formó un consejo municipal
presidido por Jaime Coria Gómez y Amadeo Valdez Rayo como síndico procurador. Mientras
Pedro Magaña fue postulado como candidato a diputado federal suplente y después
llegó a ser diputado local.
Pero en
1991 el Congreso del Estado depuso a Jaime Coria Gómez como alcalde e instaló a
Evodio Argüello de León alcalde y a Carlos Solís como síndico, por eso el PRD
volvió a tomar el Ayuntamiento y el 18 de junio fueron brutalmente desalojados
y los manifestantes llevados prisioneros al Centro de Readaptación Social de
Acapulco. Ese día también fue detenido en la calle principal de la ciudad Mario
Valdez Lucena, quien después fue liberado junto con los demás por la presión
política que se estaba ejerciendo.
Para las
elecciones de 1993, el PRI lanzó como candidato a Juan Méndez Mejía y los Barbones
como se les dio por llamar al grupo hegemónico del PRD, a propuesta de Mario Valdez
invitó a la presidenta de la cooperativa La Pintada para que fuera abanderada
de ese partido y María de la Luz Núñez Ramos gobernó Atoyac de 1993 a 1996,
luego fue diputada local y legisladora federal.
En la
elección de 1996, el PRD lanzó como candidato al líder de la Coalición de
Ejidos, Zohelio Jaime Chávez y el PRI a Javier Galeana Cadena a quien los
números favorecieron en las elecciones y los comicios estuvieron cargados de
irregularidades y de agresiones. El 15 de septiembre de 1996 intentaron asesinar
al regidor perredista Mario Valdez Lucena en El Paraíso. El PRD volvió a tomar
el Ayuntamiento, pero después de un tiempo lo entregaron a Galeana, quien
gobernó un accidentado trienio por la presencia de la nueva guerrilla del Ejército
Popular Revolucionario (EPR) y por los conflictos sociales que se provocaron en
El Cucuyachi, Cacalutla y Agua Fría, además de la fuerte oposición que ejercía
su síndico procurador José Elías Salomón Radilla.
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