viernes, 19 de diciembre de 2014

El diario del amor 4

Voy recogiendo tu recuerdo, como un espectro levantando sus pasos. En Zihuatanejo donde decías que la sierra besaba el mar. Fui a corretear pelícanos pensando que tal vez yo también pueda volar con las alas mojadas de lagrimas, aunque, quiero, más allá de las fregatas, que trazan los cielos veloces y libres. Con sus alas mojadas.

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