Víctor Cardona Galindo
A
Lucio Cabañas lo llevaron a la fama las dos emboscadas que realizó en la
carretera Atoyac-El Paraíso. A raíz de esas acciones la guerrilla dejó de ser
un asunto local y se proyectó a nivel nacional. La primera emboscada, de la que
ya hemos hablado, fue en junio y la otra dos meses después, el 23 de agosto de
1972 en el arroyo Oscuro donde murieron 18 soldados del 48 Batallón de
Infantería con sede en Cruz Grande Guerrero.
Para
el gobierno federal Lucio era solamente era un vulgar bandido. “Un criminal, un
pandillero”, lo llamó el secretario de la Defensa Nacional general Hermenegildo
Cuenca Díaz. “Alguien que trabaja para intereses muy oscuros, que trata de
incitar tendencias regresivas y conservadoras”, diría el presidente Echeverría.
“El líder más importante de la oposición armada mexicana”, apuntaría en 1972 el
Departamento de Estado estadounidense, de acuerdo a los datos aportados por la
investigadora Kate Doyle en su artículo “La guerra sucia vista desde
Washington” publicado en la revista Proceso
en 2003.
Y
siguiendo la secuencia de los acontecimientos. El 30 de junio de 1972 durante
el evento de clausura de cursos el Ejército rodeó la Escuela Tecnológica
Agropecuaria número 174 (ETA-174) de Río Santiago. Los militares llegaron
cortando cartucho a un acto en el que participaba el presidente municipal Silvestre
Hernández Fierro. Para entonces estaba en calidad de desaparecido el estudiante
Juvenal Cabañas del Valle primo de Lucio quien fue detenido en San Vicente de
Benítez. A partir de ese día los maestros y trabajadores abandonaron el
plantel, los animales y siembras que atendían quedaron descuidados por temor a
la represión.
Una
ficha del gobierno decía que “los profesores de la ETA-174 Juan Montes Peralta,
Marco Antonio Salazar y Juan Javier Muñiz mantienen estrechas relaciones con
Juvenal Cabañas del Valle, principal organizador del Partido de los Pobres en
el plantel”.
Uno
de los alumnos de esa escuela, Francisco Clavel Velázquez, bajo tortura declaró
que fue reclutado para el Partido de los Pobres por Juvenal Cabañas, que al
grupo también pertenecían Zacarías Cabañas Fierro, Hermógenes Castro Ríos,
Lamberto Castillo Navarrete y 13 alumnos más. Que eran adoctrinados por
Evaristo o Severo quien hablaba de la misión de Lucio Cabañas contra el
gobierno de los ricos. Que las juntas se llevaban a cabo en los terrenos de la
ETA-174 o en un recodo del río Santiago donde se bañaban.
El
31 de julio fue detenido en San Juan de las Flores, Hermógenes Castro Ríos,
dice el reporte de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) que cayó en un
operativo del Ejército cuando iba rumbo a El Venado y confesó que desde hacía
tiempo era bastimentero de Lucio Cabañas Barrientos.
Todavía no paraban las detenciones por la primera
emboscada cuando se dio el nuevo ataque a las fuerzas armadas. El 23 de agosto
de 1972 en el arroyo Oscuro, como a las 2 de la tarde fueron emboscados
personal del 48 Batallón de Infantería. La versión de la Brigada Campesina de
Ajusticiamiento es que mataron a 18 soldados y apresaron a 20 que luego dejaron
en libertad y que recogieron 40 armas de fuego. Se habla inicialmente que aquí
murió el mayor Bardomiano Morales de la Vega. Para atender personalmente el
caso se trasladó a este lugar el secretario de la Defensa Nacional el general
Hermenegildo Cuenca Díaz quien reforzó la persecución a la guerrilla con la
participación de cinco batallones: el 27, de Acapulco; 48 de Cruz Grande; 50 de
Atoyac, el 32 de Chilpancingo y el 19 de Cuernavaca. También llegaron fusileros
paracaidistas del Campo Militar Número 1.
La primera información pública que se tuvo de los
hechos fue un comunicado presentado por la Secretaría de Defensa Nacional
(SEDENA) y publicado por El Universal,
al día siguiente, con el título: “Encuentro entre militares y maleantes en
Guerrero”, aun aquí la información oficial es errática.
El texto dice: “Aproximadamente a las 14:00 horas
del día 23 de agosto de 1972 tuvo lugar un encuentro entre elementos militares
pertenecientes al 50º (48) Batallón de Infantería y un grupo de maleantes, a la
altura de Río Santiago, en el camino que conduce de Atoyac de Álvarez a San Vicente de Benítez, Gro. El personal
militar se trasladaba a la población de San Vicente llevando una camioneta de
víveres para la partida del 50º (48) Batallón destacado en esa población. En el
encuentro resultaron muertos un jefe, un oficial y 5 individuos de tropa,
resultando igualmente heridos varios soldados. Se desconoce hasta este momento
el número de muertos y heridos por parte del grupo de bandoleros, los cuales
huyen perseguidos por personal del 50º Batallón de Infantería. El secretario de
la Defensa Nacional, general de división Hermenegildo Cuenca Díaz, salió este
mismo día a la población de Atoyac de Álvarez, para personalmente dictar las
medidas tendientes a normalizar la situación imperante en dicha región”.
La Comisión de la Verdad del Estado de Guerrero
encontró en el Archivo General de la Nación (AGN) en la galería 2, donde está
el fondo de la SEDENA, una tarjeta informativa titulada “Para informar a la
superioridad” firmada el 24 de agosto de 1972 por el teniente coronel de
infantería Diplomado del Estado Mayor Luis Mario Vargas Amezcua. Es importantes
destacar aquí este documento porque refleja lo que se pensaba en el instituto
armado un día después de la segunda emboscada.
El teniente
coronel consideraba que existía la
necesidad de reorganizar las tropas “jurisdiccionadas” en la 27 Zona Militar
con sede en Acapulco. “De un tiempo para atrás a la fecha, el estado de
Guerrero ha confrontado numerosos problemas, por la actuación de grupos
contrarios al Gobierno Federal, encabezados por Genaro Vázquez inicialmente y
ahora por Lucio Cabañas”. Se ve que la Secretaría de la Defensa consideró que
la situación se fue agravando en el momento en que las tropas del ejército
fueron atacadas. También se hace un balance de “las actividades que el Ejército
ha realizado, incluyendo numerosas campañas de labor social, no han dado el
fruto deseado, porque la población civil, principalmente en el área de Atoyac
de Álvarez, continúa con su actitud de descontento al gobierno y repudio al
Ejército”.
“Actitud motivada por el bajo nivel de vida que
confronta el abandono que sufren por parte del gobierno de la República”. Por
otro lado, la manera en que se ha realizado la averiguación con respecto a los
ataques en contra de los militares “y que han culminado con la aprehensión y
consignación de personas de la región, han provocado antipatía hacia las
fuerzas armadas, ya que con motivo de ellas se han recibido numerosas quejas
por desmanes cometidos por las tropas; que mucha gente se ha visto en la
necesidad de abandonar sus lugares de origen, así como de algunas
desapariciones”.
En este informe, se considera que los grupos que
atacaron a los militares o “cuentan con todo el apoyo voluntario o por temor o
amenazas de la gente de la región [pues] no es creíble que nadie se dé cuenta
de que un grupo numeroso de individuos armados se reúna o se desplace.
Fácilmente los lugareños pueden identificar a quienes forman parte de su
comunidad o a quienes no forman parte de ella”. Asimismo, no se descarta que
los grupos armados tengan escondites, de tal manera, que facilite el movimiento
en terrenos llenos de accidentes y densa de vegetación. Por otro lado, el reabastecimiento de las
tropas se hace difícil por las condiciones geográficas.
“Se encuentran en la región cubriendo numerosas
Partidas y destacando Columnas Volates el 48º
y 50º Batallones de Infantería. Encontrándose, además proporcionado
servicios en el límite del área elementos del 32º Batallón de Infantería”.
Mientras tanto, el 50º Batallón de Infantería que está en la región
problemática se halla con sus efectivos muy dispersos, “manteniendo incluso 3
partidas en el límite entre los estados de Guerrero y Michoacán. Esta situación
ocasiona que la Unidad sólo cuente en plazo con 40 elementos disponibles, por
lo que no existe forma de apoyo a sus fuerzas”.
A las conclusiones que se llegó en dicho documento
fueron: que se impulse –en Atoyac– la economía de dicha región, “principalmente
construyendo caminos, introducción se servicios públicos, establecimiento de
clínicas, escuelas, pequeñas industrias, etc., con la finalidad de elevar el
nivel de vida de los habitantes de la misma y borrar, en parte, el descontento
y resentimiento hacia el gobierno y sus representantes”. Se recomienda que la comandancia
de la Zona realicé un trabajo minucioso de investigación a fin de establecer
qué partidas deben permanecer y cuáles retirarse. “Considerando que las que
continúen, deberán hacerlo con efectivos por lo menos de una Sección (30
elementos), concentrar el resto a sus matrices y a fin de no dejar el área a
merced de los maleantes, organizar Columnas Volantes”.
Se considera que el 19º Batallón de Infantería, con
matriz en Cuernavaca, Morelos, debe cambiarse al puerto de Acapulco; el 48º
Batallón de Infantería de Cruz Grande debe seguir en su área de lo contrario se
dejaría sin fuerza militar en esa zona. Que el 27º Batallón de Infantería,
instalado en Acapulco, debe establecerse en Petatlán, y el 50º “se haga cargo
exclusivamente del área el Edén-Tepetixtla-Atoyac de Álvarez-Santo Domingo, Gro”.
En el documento se considera que, a pesar del
ataque contra las fuerzas armadas, “las tropas continúan actuando con exceso de
confianza, y que a sólo dos meses de haber sufrido una emboscada es de
suponerse deben extremarse las medidas de seguridad. Han pasado varios años que
el personal de la 27ª, 35ª, 9ª Zonas Miliares no concentran ninguna unidad para
adiestramiento y maniobras”. De igual forma, se detectan problemas en el
personal de nuevo ingreso pues “apenas si recibe un adiestramiento individual
básico y lo mandan al desempeño de comisiones, Partidas y Columnas Volantes,
lógicamente ese personal no está preparado, presentándose los problemas
consecuentes”.
“Para algunos comandantes el mejor adiestramiento
es la experiencia, empero, es indispensable que el personal se le proporcione conocimientos
teóricos de desplazamiento individual, localización y designación de objetivos,
empleo de ademanes y señales, guerrilla y contra-guerrilla, empleo táctico del
armamento, tiro y sobre todo actuación del Pelotón, Sección y Compañía en el
combate, por lo que se hace necesario un entrenamiento adecuado, a fin de que aún en la situación difícil, el
personal responda instintivamente a los ataques, ya que de conformidad con la
información recibida los emboscados no hicieron nada para repelar la agresión”.
Como vemos, se le plantea al presidente de la República,
Luis Echeverría, que es conveniente llevar un impulso económico a la zona, de
tal manera que esto hará que disminuya el descontento y “sobre todo la ayuda de
los regionales a quienes se oponen al gobierno con medios ilícitos”.
A raíz de los ataques contra miembros del Ejército,
es necesario una “reorganización de sectores, subsectores, Partidas, Columnas
Volantes y Destacamentos en la
jurisdicción de la 27ª Z. M. (Acapulco, Gro)” para hacer frente a
cualquier amenaza. Se hizo el recuento de que en dicho ataque se perdieron un
importante número de armamento. Por lo cual “el grupo o grupos de gavilleros
autores de los atentados” han incrementado su poder debido a este equipo
militar capturado. “Con base en lo anterior, constituyen una fuerte y poderosa
amenaza, para cualquier unidad menor a tipo Batallón o Regimiento, aumentando
sus posibilidades con el apoyo voluntario o por temor de los pobladores de la
región de esa entidad, así como del conocimiento del terreno donde operan.”
Se destaca una de las recomendaciones. “Que el
mando de la 27ª Z. M efectúe una reorganización de sectores, subsectores y
partidas, a fin de responder a la situación actual. Que el despliegue de los batallones
a su mando, responda a la posibilidad de ser empleados con el máximo de
fuerzas, y a la mayor brevedad, en cualquier punto de su sector a donde urja su
presencia. Que el 50º B.I. cubra exclusivamente el área-problema actual. Retire
los servicios (de cualquier tipo) y las partidas que no sean de extrema
necesidad, y las que continúen establecidas, sean de un efectivo mínimo de
sección. Que la ubicación física de la Partida preferentemente sea en lugar cuya
situación responda tácticamente a cualquier agresión (…) que todas las partidas
dispongan de planes funcionales para hacer frente a fuerzas mayores en hombres
y armamento (…) dispongan con el máximo de medios de transmisiones para efectos
de información, enlace y apoyo”.
Más adelante veremos cómo se movió en los hechos en
Ejército y seguiremos la ruta de la guerrilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario