jueves, 10 de octubre de 2024

 El Triángulo de las Bermudas

 Víctor Cardona Galindo

En el fondo del corralón quedó el Triángulo de las Bermudas. Un neón modelo 95 verde claro con franjas moradas. Era un carro en el que se movía personal de Inteligencia Militar. El agente de gobernación Jesús Ríos, “El Fantomas”, lo bautizó como El Triángulo de Las Bermudas, “al que suben a ese carro ya no baja”, decía. En los círculos policiacos se decía que “los guachos” utilizaban ese carro para desaparecer gente.

Esa vez, al ser conducido con exceso de velocidad el Triángulo de las Bermudas se impactó contra un taxi del sitio Juárez y causó la muerte de la estudiante Nélida Hernández Hernández, de 15 años, originaria de la comunidad de Corral Falso  y dejó heridas a dos personas más. En el vehículo viajaban dos agentes de Inteligencia adscritos a la 27 Zona Militar.

El percance ocurrió el jueves 25 de marzo de 1999, a las 7 de la mañana, cuando Nélida Hernández Hernández, estudiante del Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios (CBTIS), se bajó del taxi número 24 del sitio Juárez de San Jerónimo frente a su escuela. En el momento pagaba su pasaje, el coche Neón 95 color verde con franjas moradas, placas 23HCV del Distrito Federal conducido por Bernardo Reyes Salas, se estrelló contra el taxi.

Al impacto, el taxi salió de la carretera y arrastró a la jovencita que murió en ese momento. Los dos militares, vestidos de civil, se dieron a la fuga rumbo a la colonia Lomas del Sur, hasta donde los alcanzó la Policía Preventiva al mando del comandante Neftalí Ponce Vélez.

Además de la estudiante muerta, en el taxi destrozado, quedaron dos mujeres heridas: Araceli Rendón Guzmán, lesionada de gravedad, tuvo que ser internada de urgencia en el hospital general, mientras que Rosa Rodríguez de Zamora resultó solamente golpeada.

A las 10 de la mañana más de 300 personas, entre estudiantes, maestros y padres de familia, encabezados por el director del CBTIS, Efraín Garibo Pino, se manifestaron frente al Ayuntamiento para exigir al presidente municipal Javier Galeana Cadena tomara medidas para evitar que se siguieran dando este tipo de accidentes frente a las instalaciones del CBTIS. Antes ya se habían producido percances menores. Ese jueves y el viernes se suspendieron las clases para acompañar a la familia, de la fallecida, en el velorio y en el sepelio.

El agente de Inteligencia Militar Bernardo Reyes Salas fue enviado al Centro de Readaptación Social de Tecpan de Galeana, mientras frente al CBTIS comenzaron las labores para la construcción de un paradero del transporte colectivo.

El titular de la Agencia del Ministerio Público de Atoyac, Ernesto Jacobo García, puso a disposición del juez de primera instancia del ramo penal Leoncio Molina Mercado al militar Bernardo Reyes Salas el sábado 27 de marzo.  Mientras que el otro agente de información de la 27 Zona Militar, Oscar Martínez Herrera quedó en libertad bajo las reservas de ley, toda vez que se comprobó que el que manejaba el vehículo Neón 95 con placas 234HCV del Distrito Federal era Bernardo Reyes, quien al momento de ser detenido por la Policía Preventiva dio un nombre falso, dijo llamarse Fernando Solís Osuna.

Ese vehículo conocido como el Triángulo de las Bermudas se les veía por todas partes manejado por militares encubiertos. Se le veía entrar y salir de las instalaciones de la zona militar. El día que ocurrió la masacre en El Charco anduvo circulando por las calles de la ciudad a toda velocidad. Algo buscaba.

Después del accidente las autoridades civiles mandaron al Neón al corralón de San Jerónimo de Juárez. Nadie lo reclamó y quedó en el olvido. Mientras la jovencita muerta se convirtió en leyenda.

Se cuenta que en ocasiones, frente al CBTIS, una jovencita con uniforme de estudiante pide viajes a los taxistas de San Jerónimo. La llevan a su casa a Corral Falso y se baja sin pagarles. Cuando llaman a la casa para cobrar el servicio, es cuando se enteran que se trata de aquella jovencita que falleció, aquella mañana, con el uniforme puesto.

 

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