Víctor Cardona Galindo
El 30 de agosto
se conmemoró el Día Internacional del Detenido Desaparecido. Ahora cuando la
desaparición forzada está considerada una crisis humanitaria en México, donde
más de 35 mil familias buscan a sus seres queridos, bien vale recordar a los
desaparecidos políticos de la década de los setentas, de aquella época en que
se luchaba por el socialismo y muchos jóvenes abrazaron la vía armada ante la
cerrazón del gobierno priista.
Miguel Ángel
López Sotelo, presidente de la Federación Estudiantil de Universitarios
Guerrerenses (FEUG), fue secuestrado por policías judiciales a las dos de la
tarde del 27 de abril de 1977. Un par de horas después fue detenido en el retén
militar de Xaltianguis el presidente del comisariado ejidal de La Sabana,
Miguel Terrazas Sánchez. Lo acusaban de usurpar funciones y fue internado en el
penal número 2 de Acapulco. Esa tarde, luego de que se conoció la detención de
dos de sus dirigentes, el Frente de los Derechos del Pueblo de Guerrero realizó
una manifestación frente al Palacio de Gobierno, durante la cual rompieron
cristales, acción de la cual responsabilizaron a Carlos Díaz Frías.
Carlos Días
Frías exigió durante el mitin la presentación de Miguel Ángel López Sotelo, la
libertad de Eloy Cisneros Guillén, de Miguel Terrazas Sánchez y de la
estudiante Victoria Hernández Brito, que se encontraba detenida en el Campo
Militar Número Uno.
Durante esos
días, además de la detención de los líderes estudiantiles y populares, el
gobierno de Rubén Figueroa Figueroa trabajaba en la cooptación de estudiantes.
Una tarjeta de la DFS dice que el universitario Vicente Durán Rojas había
manifestado interés de pasar información al gobierno.
Una semana después,
el 4 de mayo, hubo una manifestación en Chilpancingo, en la que el maestro de
ceremonias fue Carlos Díaz Frías, secretario de Acción Política de la FEUG,
quien acusó al procurador general del estado y a la Policía Judicial de ser los
responsables del secuestro de Miguel Ángel López Sotelo, presidente de la FEUG.
Carlos Díaz
Frías manifestó que participaban en las luchas con los obreros y que esto es lo
que le molestaba al procurador y al gobernador, e indicó que a Eloy Cisneros no
se le habían podido comprobar la relación con grupos armados y había demostrado
su dignidad como universitario en el campo y en las aulas.
Por órdenes del
procurador general, Heriberto Noriega Cantú fue protegido por la Policía
Judicial cuando una comisión de universitarios encabezados por Carlos Díaz
Frías iba a sacarlo de la escuela de ingeniería donde tomaba clases como alumno
de la Normal Superior. A partir de ese día, 27 de julio de 1977, el procurador
Acosta Víquez le puso dos judiciales para que lo cuidaran.
Carlos Díaz Frías era el líder
más destacado del movimiento universitario. En consecuencia, no era del agrado
del gobierno del estado y con frecuencia se hacía correr el rumor de que sería
aprehendido ‘por ser agitador profesional y rojillo’. A través de otros universitarios
aprehendidos por la policía judicial, se pudo saber que Carlos Ulises Acosta
Víquez constantemente les manifestaba que pronto iría personalmente a la
Universidad por El Chilango por ser
un peligroso trotskista. Éste jamás creyó las amenazas hasta que fue
desaparecido el 16 de junio de 1978
al salir del Cine Jacarandas. Fue aprehendido, junto
con Luis Armando Cabañas y Felipe Covarrubias, por un grupo especial de la DFS
y la Policía Judicial del estado.
La policía lo
vinculó con las Fuerzas Armadas de Liberación, que
dirigía Juan García Costilla y con el Partido Proletario Unido de América, que
supuestamente encabezaban Octavio Santiago Dionicio, Florencio Medrano Mederos
y el profesor Antonio Hernández.
En un reporte
escrito el 16 de junio de 1978, los agentes de la DFS informan: “Hoy, a las
24.00 horas, fue aprehendido el guerrillero Carlos Díaz Frías alías el
‘Chilango’, por el personal de Chilpancingo, de esta DFS, en compañía de otro
elemento ultra izquierdista, del cual hasta el momento no se ha aclarado su
identidad, sin embargo es estudiante del primer año de la Escuela de Filosofía
y Letras de la UAG en esta ciudad y miembro de la Coordinadora de Círculos
Marxistas-Leninistas. Los detenidos serán trasladados hasta la ciudad de
Iguala, por el personal de esta DFS, así como por el Comandante [...] de la
Policía Judicial del estado (Grupo Especial), en coordinación con esta DFS y
ser entregados al Comandante [...] de esta Dirección”.
Cinco
días después de su detención, elementos de la Policía Judicial del estado se
introdujeron al dormitorio universitario de la UAGro, ubicado en el interior
del edificio docente de las preparatorias 1 y 9, con el objeto de localizar las
armas con las que supuestamente Carlos Díaz Frías, Domingo Estrada Ramírez y
Mario García Pineda asesinaron a Juan Báez Sánchez; no encontraron nada, pero
se enfrentaron con los estudiantes ahí reunidos.
Después de ser
brutalmente torturado, Carlos presuntamente “entregó” información de una casa
de seguridad del Partido de los Pobres en Teziutlán, Puebla, donde se
encontraban miembros importantes de la organización. Según reportes de la
policía, señaló a Antonio Hernández Fernández como miembro de la Dirección
Nacional del Partido de los Pobres, e informó que radicaba en la Ciudad de
México y era empleado de la Secretaría de Pesca.
Asimismo,
informó presuntamente que Antonio Hernández tenía contacto con el hermano de
Lucio Cabañas y era miembro importante de la dirección de esa organización.
Según la
policía, Díaz Frías se suicidó el 15 de julio de ese año. Sin embargo, ese mes
fue visto con vida en una cárcel clandestina por otros de sus compañeros que
posteriormente lograron su libertad.
En un reporte
elaborado el 23 de junio de 1978, titulado “Relacionado con 3 detenidos en el
Puerto de Acapulco, Guerrero”, los agentes de la DFS le informan a su director:
“Relacionado con la detención de los de nombre Carlos Díaz Frías alias ‘El
Chilango’, Luis Armando Cabañas, Felipe Covarrubias, se informa lo siguiente:
Carlos Díaz Frías alías ‘El Chilango’ es Coordinador del FAL (Frente Armado
Liberal) que dirige Juan García Costilla y del Partido Proletario Unido de
América (PPUA) que dirige Octavio Santiago Dionicio, Florencio Medrano Mederos
y el profesor Antonio Hernández Hernández; El Chilango es el autor del crimen
de Juan Báez cuyos hechos los llevó en compañía de Domingo Estrada Ramírez y
Mario García Pineda alías Héctor, al momento de ser detenido el que se menciona
le acompañaba Luis Armando Cabañas...”.
En otro escrito,
fechado el 15 de julio de ese mismo año, titulado “Estado de Guerrero”, se
informó al entonces director de la DFS: “Acapulco. Con relación a la comisión
ordenada por esta superioridad, en el estado de Guerrero, con el fin de
localizar y ubicar a los elementos subversivos de las FAL, Partido de los
Pobres, PPUA y otros, se informa los siguiente:
Que el día de ayer continuando con el interrogatorio de Carlos Díaz
Frías alías ‘El Chilango’, detenido en días anteriores y quien manifestó que en
las ciudades de Teziutlán, Puebla, se encuentra una casa de seguridad del
Partido de los Pobres, donde se encuentran miembros importantes de esa
organización, así como el señalamiento de Antonio Hernández Fernández, miembro
de la Dirección del Partido de los Pobres y que se encuentra trabajando en la
ciudad de México D.F. en la Secretaría de Pesca.
“Asimismo esta
persona estuvo informando que Antonio Hernández Fernández que tiene contacto
con el hermano del difunto Lucio Cabañas y que es miembro importante de la
dirección de esa organización.
“Este
interrogatorio se efectuó hasta el día de ayer a las 23:00, pero el día de hoy
a las 08:00 horas que se procedió a volver a interrogar con él, se encontró
colgado de las rejas del techo de su celda número 4, de la Dirección Municipal
de Policía y Tránsito de Acapulco”.
Un oficio de la
DFS fechado el 4 de septiembre de 1978 consigna la información que se tenía de El Chilango: “En 1973 tenía su domicilio
particular en las calles Sur 101 No. 613, colonia Sector Popular, de esta
ciudad. Fue estudiante de la Escuela Preparatoria No. 5 y fue ‘porro’ en este
Plantel. Miembro del Partido Proletario Unido de América. Secretario de Acción
Política de la Federación de Estudiantes Universitarios de Guerrero. Tenía como
guardaespaldas a Bartolo Valderrama, estudiante ultra izquierdista de la UAGro.
Felipa de Jesús Muzquiz Olivas, detenida en Culiacán, Sinaloa, por sus
actividades subversivas dentro de la Liga Comunista 23 de Septiembre, señaló al
declarar que después de la movilización celebrada el 13 de mayo de 1974 en las
instalaciones del Infonavit, se reunieron por el estadio ubicado en la colonia
Las Huertas, en dicha ciudad, donde leyeron y discutieron un documento que
especifica ‘como combatir el oportunismo’, con asistencia de Díaz Frías.
“El 14 de
agosto de 1975, fueron detectados simpatizantes de la Liga Comunista 23 de
Septiembre en la Preparatoria No. 7 de la UAG en Acapulco, Guerrero, entre los
que se hallaba Díaz Frías. El 29 de noviembre de 1977, durante un
mitin-manifestación celebrado en Iguala, Guerrero, por la Unión Sindical de
Catedráticos de la UAG, este elemento en su intervención, entre otras cosas,
dijo que ya era hora de desenmascarar a los traidores del PCM y del PRT,
quienes solamente engañan al pueblo y actúan al lado del Gobierno; que la
verdadera revolución la harán los trabajadores desde el seno de los sindicatos.
“Invitó a los
presentes para reunirse el 6 de diciembre del mismo año, a fin de conmemorar el
III aniversario de la muerte del profesor Lucio Cabañas Barrientos. Cuando
figuró como ‘porrista’ de la Preparatoria 5, este elemento encabezó un grupo de
éstos para agredir y robar $80.00 al estudiante Ignacio Castillo Palacios y
trató de abusar de la alumna María Guadalupe Leura Zepeda, pero a los gritos de
ésta acudieron varios maestros que la ayudaron, dándose a la fuga sus
atacantes...
“El 16 de junio
de 1978, fue detenido en Chilpancingo, Guerrero, este elemento en compañía de
otro ultra izquierdista. El 22 de junio de 1978, el Mandatario Estatal, ingeniero
Figueroa Figueroa fue entrevistado por el Rector de la UAG, doctor Rosalío
Wences Reza, Rector en ese entonces, para pedir la libertad incondicional del
Director de la Preparatoria No. 5 de Ometepec, Guerrero y la de éste elemento,
contestando a dicho médico que respecto a Díaz Frías ignoraba su paradero, pero
que tenía conocimiento que era uno de los culpables del asesinato de Juan Baez
Sánchez.
“El 15 de julio
de 1978 fue encontrado colgado de las rejas del techo de su celda. El 20 del
mismo mes y año, en las principales calles de Chilpancingo, amanecieron fijados
unos volantes firmados por el Sindicato Independiente de Trabajadores de la
Universidad Autónoma Metropolitana, con el encabezado: ‘Donde están los
compañeros Carlos Díaz Frías y Luis Armando Cabañas Dimas’”.
El día que lo detuvieron salía
del Cine Jacarandas de la ciudad de Chilpancingo, junto con su novia y otros
universitarios. Un grupo de agentes policiacos lo aprehendió con violencia y
desde entonces jamás se ha vuelto a saber de él. Se tiene conocimiento que fue
visto en cárceles clandestinas con muestras de haber sido cruelmente torturado,
como lo declara la catedrática universitaria Alejandra Cárdenas y su ex
compañero Antonio Hernández, quienes también fueron secuestrados y encarcelados
en Acapulco, acusados de pertenecer al Partido de los Pobres.
Se tuvo información de que lo
llevaron a varias partes de la República, entre ellas Huitzilán, en la Sierra
Norte de Puebla, para que señalara a otros guerrilleros, “sin que hubiera
delatado a nadie”. El 30 de julio de 1978 todavía fue visto con vida junto con
un grupo de 40 personas detenidas en una cárcel clandestina de Acapulco.
La Rectoría y los integrantes de
la comunidad universitaria de la UAGro, reclamaron durante muchos años su presentación
y exigieron que fuera consignado ante juez competente si hubiera cometido algún
ilícito. De nada sirvió, sigue sin aparecer.
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